La FIFA transforma como nunca el Mundial de fútbol
A partir de 2026 participarán 48 selecciones, 16 más, con mayor presencia de países de Asia y África
Cuando apenas resten cuatro años para que se cumpla el centenario de la celebración del primer Mundial de fútbol de la historia, el de Uruguay de 1930, este torneo, el más importante del deporte junto a los Juegos Olímpicos, vivirá la mayor revolución de su historia. A partir de 2026, serán un total de 48 las selecciones nacionales participantes en su fase final, 16 más que las que compiten en el formato actual de 32, iniciado en el mundial de Francia de 1998 y que se mantendrá hasta la polémica cita de Qatar de 2022. Pero la importancia de la decisión va más allá de lo cuantitativo.
El Consejo de la FIFA aprobó ayer esta decisión de forma unánime, y la cual ha sido impulsada por el presidente del organismo, Gianni Infantino, desde que tomara posesión de su cargo en febrero del pasado año. Desde entonces, se trabajó en un Mundial de 40 selecciones, que finalmente ha sido ampliado. Los 48 participantes se repartirán en 16 grupos de tres equipos. Los dos mejores de cada uno de ellos pasarán a la ronda eliminatoria de dieciseisavos de final. Así, la competición pasará a contar con un total de 80 partidos frente a los 64 del formato actual, aunque se repartirán durante los mismos días, 32. Para ganar el Mundial será necesario jugar siete partidos, los mismos que ahora. Según la FIFA, esto permitirá que los clubes no tengan que ceder a sus jugadores durante más tiempo del que lo hacen ahora. Sin embargo, la Asociación de Clubes Europeos (ECA, por sus siglas en inglés), ha mostrado su oposición al considerar que la decisión “se ha tomado en base a razones políticas y no deportivas y bajo una considerable presión”.
No serán estos el único cambio en el desarrollo del torneo. Como confirmó ayer Gianni Infantino, la FIFA maneja la posibilidad de eliminar los empates de la fase de grupos. En caso de que un partido acabara en tablas, este pasaría a decidirse directamente en una tanda de penaltis. Otra fórmula sería decidir el ganador según la posición que ocupen los equipos en el ranking FIFA. Además, las prórrogas se eliminarían en las fases eliminatorias, exceptuando semifinales y final. Cuestiones que, en todo caso, no se decidirán “hasta dos años antes del Mundial”, apuntó Infantino.
El ejecutivo de origen suizo explicó en la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Consultivo la motivación para ampliar el torneo: “Es un cambio que contribuirá al desarrollo del fútbol en todo el mundo. Habrá países que nunca antes han participado en un Mundial, que es la vía de promoción más potente que existe en este deporte”. Aunque aún no se han fijado los cupos de las selecciones procedentes de cada federación continental, el propósito de la FIFA es que haya una mayor presencia de selecciones nacionales africanas y asiáticas. “El fútbol ya no es solo cosa de Europa y América”, añadió Infantino.
Pero tras la decisión también pesa un importante componente económico. El Mundial, que supone el 90% de los ingresos de la FIFA, es hoy un negocio que en la cita de Rusia de 2018 generará más de 5.000 millones de euros. La presencia de 16 equipos más, procedentes de nuevos mercados, revalorizará los ingresos por los derechos audiovisuales, la partida más importante del torneo, y también los de patrocinio. Según cálculos de la propia FIFA, la presencia de 48 selecciones elevará la facturación del Mundial en 1.000 millones de euros adicionales. Además, Infantino gozará del apoyo de las federaciones nacionales que más se beneficiarán de la ampliación, sobre todo asiáticas y africanas, en futuras votaciones del Congreso de la FIFA. Entre ellas, la de la posible reelección en 2019.