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Viajes

Las maletas se apuntan a la era digital

GPS, punto de recarga de dispositivos... Las maletas inteligentes están aquí

La maleta BlueSmart permite, entre otras cosas, cargar dispositivos móviles.
La maleta BlueSmart permite, entre otras cosas, cargar dispositivos móviles.
Manuel G. Pascual

Viajar es una actividad que forma parte de la vida cotidiana de muchos profesionales, por no hablar de los millones de turistas que recorren cada año el globo entero. Por eso llama la atención que la digitalización, presente en casi todos los sectores y productos, se resista a irrumpir en el mercado de las maletas, un artículo sin el que los desplazamientos resultan impensables.

Las principales marcas han sacado ya modelos que incorporan adelantos relacionados principalmente con los smartphones. Samsonite, por ejemplo, presentó el año pasado su tecnología Track & Go, que permite rastrear la maleta de forma segura y manteniendo la privacidad del usuario. Según cuentan desde la compañía, el sistema solo permite encontrar la valija en un momento concreto, evitando así que la localización pueda ser utilizada o hackeada por terceros. Hay otras compañías que también han incorporado sistemas parecidos a sus productos.

Un reflejo de la tecnología de cada época

El desarrollo de las maletas durante el último siglo y medio ha corrido de la mano de los adelantos científicos de cada época. Su propia existencia, al menos con la forma que conocemos hoy, tiene que ver con el surgimiento en el siglo XIX de medios de transporte como el tren, que requirió formas de equipaje más compactas y manejables que los fardos o baúles.

Si los primeros modelos eran muy robustos, diseñados para aguantar los embates de pesados y largos viajes, el desarrollo de nuevos materiales como los plásticos acabó reflejándose en las maletas de la segunda mitad del siglo XX. La incorporación de ruedas facilitó mucho su transporte. Como también lo hizo el desarrollo de los trolley, más pequeñas y pensadas para ser posadas en el suelo por la cara corta en vez de por la larga. La aplicación de ruedas a este modelo, primero dos para tirar de la valija y más tarde cuatro para empujarla, ha hecho desaparecer a las maletas rígidas tradicionales. Y el empleo de fibras de carbono y otros materiales han contribuido a aligerarlas sin que pierdan resistencia.

Aunque la primera maleta inteligente en llegar al mercado fue la BlueSmart. Presentada en 2015, no solo permite localizarla desde el teléfono, sino que permite cargar dispositivos electrónicos, lleva una báscula para saber en todo momento si el equipaje se pasa o no de pesado y se puede abrir y cerrar desde el móvil de forma remota.

El modelo Pluggage de la firma Delsey dispone de las prestaciones anteriores, a las que añade algunas más: se puede desbloquear con un sistema de lectura de huellas digitales, tiene iluminación interior y cuenta con un altavoz que sirve, entre otras cosas, para repasar la lista de viaje o conocer la previsión meteorológica, si se ha indicado a dónde se viaja.

El Space Case 1, de Planet Traveler, avisa al móvil cuando llega a la cinta transportadora gracias a un sensor que lleva incorporado. Y su altavoz se conecta al teléfono para hacer de manos libres si así se desea. Incluso aporta información del vuelo si se indica su número en la aplicación con la que se gestiona la maleta.

Según datos de Samsonite, en 2014 se perdieron 24,1 millones de maletas en todo el mundo. El 85% de esas valijas fueron recuperadas por sus dueños en un plazo de 48 horas. Lamentablemente, el 5,5% de todas las maletas perdidas nunca regresó a manos de sus propietarios.

La tecnología hará que perder las maletas sea cada vez más difícil. Asimismo, las prestaciones que ya empiezan incorporar puede hacer que estos objetos sean cada vez más necesarios para los viajeros, porque, además de transportar el equipaje, aspiran a ser un asistente de viaje.

¿Qué otras funcionalidades incorporarán? Ya existen maletas autopropulsadas, que incorporan un pequeño motor para ayudar al usuario a transportarla. El próximo hito podría estar en lograr que se transporten a sí mismas, siguiendo de cerca a sus dueños. Hay rumores de que los grandes fabricantes ya trabajan en ello. Pronto veremos si es cierto.

Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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