Los ingresos de la banca inversión se desploman un 27%
Las entidades ingresaron 769 millones por este tipo de actividad
La actividad de la banca de inversión se focaliza en el asesoramiento a empresas que quieren captar fondos en los mercados (ya sea con la emisión de bonos o acciones); que quieren fusionarse con otras compañías; o que buscan préstamos para financiarse. Durante el pasado ejercicio, este tipo de actividad generó en España unas comisiones de 769 millones de euros, una cantidad un 27% inferior a la registrada en el mismo periodo, de acuerdo con los datos compilados por la consultora Dealogic.
Perspectivas optimistas para este año
Los especialistas en banca de inversión son optimistas respecto a las perspectivas de 2017. En algunos casos, porque la estabilidad política en España puede seguir contribuyendo a la compraventa de empresas. En otros ámbitos de actividad, porque se parte de un suelo muy bajo en 2016.
“Hay que tener en cuenta que el año se presenta con muchas incertidumbres, como son las elecciones en Alemania, en Francia... así como la toma de posesión de Donald Trump. Pero, en lo que a España se refiere, las cifras macroeconómicas siguen siendo buenas y es un país en el que se fijan inversores de todo el mundo”, explican desde un departamento de banca de inversión.
En el segmento de las operaciones corporativas las perspectivas son favorables. Ha mejorado la confianza empresarial, finalmente hay un Gobierno que no está en funciones y, además, los fondos de capital riesgo (especializados en tomar importantes participaciones en empresas) han levantado mucho dinero para comprar. “Las firmas de capital riesgo han recaudado unas cantidades que no se veían desde antes de la crisis”.
En préstamos sindicados, el ejercicio pasado fue tan malo, que es posible que haya un rebote por un puro efecto suelo.
En la emisión de bonos, las compañías medianas seguirán emitiendo a buen ritmo y se espera que el sector financiero inicie una nueva oleada de colocaciones de bonos. “Los tipos son tan bajos, que es muy atractivo apalancarse”, explican.
En cuanto a la salidas a Bolsa, algunas de las operaciones que se quedaron en el cajón durante el año pasado podrían volver a ver la luz, si se aprecian ventanas adecuadas en el mercado.
El ejercicio 2016 estuvo marcado por las diferentes oleadas de turbulencias que condicionaron los mercados financieros:las dudas sobre china y el crecimiento mundial, el resultado sobre el Brexit, la inestabilidad política en España o la victoria de Donald Trump... Esta situación hizo que muchas compañías decidieran retrasar sus planes para empezar a cotizar.
Mercados de capital
Las comisiones ingresadas por los departamentos de mercados de capitales (que incluye salidas a Bolsa y ampliaciones de capital) cayeron el año pasado hasta 158 millones de euros, un 49% menos que en 2015.
Una de las operaciones que se frenaron fue la de Telxius, filial de Telefónica que gestiona las torres de telecomunicaciones y cable. Se esperaba para octubre, pero se ha acabado retrasando por la situación del mercado.La ampliación de Popular fue clave
“En este tipo de operaciones hay que reconocer que ha sido un año francamente malo. Para las OPV hace falta estabilidad política y de mercado, y las ventanas de tiempo favorable han sido muy cortas. Si no hubiera salido la ampliación de Popular la debacle habría sido total”, explica el responsable de banca de inversión de uno de los grandes grupos bancarios españoles.
El otro área de actividad que más cayó en 2016 fue el asesoramiento para préstamos sindicados. Se trata de operaciones en las que grandes compañías piden un crédito de varios cientos de millones de euros, a un grupo de bancos. Los ingresos por asesorar en este tipo de transacciones cayeron un 23%, hasta los 109 millones de euros.
En este ámbito, uno de los factores clave ha sido el desarrollo de las emisiones de bonos. En España, igual que en la mayoría de los países de la Europa Continental, las empresas tendían a financiarse más con crédito bancario que con colocaciones de deuda en mercados públicos. Con la decidida apuesta del Banco Central Europeo (BCE) por reducir los costes de financiación, las empresas pueden emitir bonos con tipos bajísimos. Algunas compañías han llegado a emitir con tasas negativas (como los Gobiernos).
Esta tendencia ha hecho que la financiación empresarial se vaya desintermediando y que cada vez se emitan más bonos y se pidan menos préstamos.
Fusiones y adquisiciones
Buena cuenta de esta evolución da los ingresos de la banca de inversión en el asesoramiento a compañías que emiten renta fija. Las comisiones ascendieron a 236 millones de euros, tan solo un 5% menos que en 2015. Si se excluye del cómputo el asesoramiento en emisiones intragrupo (emisiones de bonos de filiales), las comisiones se elevan 220 millones, y la caída respecto a 2015 es de tan solo un 2%.
“Ha sido un año bueno, especialmente con las emisiones de compañías de tamaño medio. Hay que tener en cuenta que venimos de un ejercicio histórico, y se ha logrado mantener el ritmo. Hace dos ejercicios, estas compañías no salían al mercado de bonos porque no había apetito, pero a medida que han caído mucho las rentabilidades en los bonos de las compañías más grandes, los inversores han empezado a buscar oportunidades en deuda de empresas más pequeñas”, explica el mismo directivo.
Un segundo efecto de los tipos cero ha venido por la vía de las refinanciaciones. Las compañías que empezaron a emitir deuda hace dos años han visto la drástica caída de los tipos de interés y han optado por refinanciar para reducir sus costes financieros.
La cuarta pata del negocio de la banca de inversión es el asesoramiento en fusiones y adquisiciones (conocido en la jerga por sus siglas en inglés M&A). Los datos también han sido buenos. Durante 2016, las comisiones por este tipo de trabajos crecieron un 5%, hasta los 289 millones de euros.
El buen tono de esta actividad se explica por la vuelta la confianza hacia España. Fondos de inversión, capital riesgo y empresas han vuelto a invertir aquí, al encontrar empresas con precios atractivos frente a otros países. Ha habido operaciones importantes como la venta de Urbaser por parte de su matriz ACS, así como operaciones corporativas en el ámbito de los nuevos operadores móviles, como la compra de Yoigo y Pepephone por parte de Masmovil.