Los sindicatos acusan a CEOE de paralizar la negociación salarial
UGT anuncia que 2017 será un año de año de movilizaciones y "estallido social"
Los sindicatos se muestran inquietos ante el parón de las conversaciones con la patronal. El secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, alertó ayer de la paralización de la negociación con vistas a fijar la subida salarial marco para la negociación colectiva en 2017 y añadió que las mesas de negociación “no pueden estar abiertas indefinidamente”.
Toxo aseguró que ha habido “muchas menos reuniones de las necesarias” entre sindicatos y patronal para pactar la subida salarial de 2017 “en un tiempo útil”, aunque añadió que mantienen el contacto para tratar de avanzar en la negociación.
El secretario general de CC OO recordó que los sindicatos querían abordar una negociación colectiva “más ambiciosa”, que incluyese “un acuerdo a dos o tres años que ayudase a consolidar el cambio de ciclo económico” y que generase un reparto de las rentas entre trabajadores y empresas. Asimismo, incidió en que los sindicatos no tienen respuesta de las organizaciones patronales CEOE y Cepyme sobre su propuesta de subida salarial de entre el 1,8% y el 3%, ni tampoco para propuestas en otras materias.
“Para algunas cosas ya estamos fuera de tiempo y para otras, ya se está empezando a agotar”, añadió el secretario general de CC OO, quien indicó que espera respuesta de las patronales “rápidamente”. En caso contrario, avisó de que habrá que orientar las negociaciones de otra manera.
Las patronales no han dado a conocer todavía su propuesta de subida salarial y tampoco se ha producido ninguna reunión de alto nivel después de que en diciembre CEOE suspendiera la última que estaba programada hasta su junta directiva, fijada para el 14 de diciembre. Ante la espera, UGT y CC OO instaron en una carta a CEOE y a Cepyme a responder a su propuesta de subida salarial, una vez conocida tanto la evolución del PIB en 2016 como el cuadro macroeconómico para 2017, dos referencias necesarias para determinar los incrementos salariales, tal y como figura en el III Acuerdo para la Negociación Colectiva (AENC).
El año que empieza será tenso en el mercado laboral si se cumplen las advertencias que lanzó ayer el secretario general de UGT en Cataluña, Camil Ros. Auguró que 2017 será un año de “estallido social”, en el que se intensificarán las movilizaciones en las calles en defensa de incrementos salariales “dignos” y de la derogación de la reforma laboral. En un encuentro con periodistas, Ros aseguró que 2016 ha sido “el año de la recuperación de los otros, de las empresas”. Y denunció que se ha “cronificado” la precariedad, la desigualdad y la pobreza. En el año 2008, argumentó, el peso de los salarios sobre el PIB suponía el 51,5%, mientras que en 2016 este porcentaje se redujo hasta el 47,9%, lo que supone que se han “perdido” 7.000 millones de euros en salarios durante la crisis económica.
Las previsiones para este 2017 tampoco son muy halagüeñas, según Ros, debido a la actitud que mantienen tanto el Gobierno “tramposo” del PP como la patronal CEOE que, en su opinión, está bloqueando la negociación de la subida salarial. “El único camino que nos dejan es el de la convocatoria de movilizaciones indefinidas. Es necesario que la gente salga a la calle”, declaró el representante de UGT.
Repunta la preocupación por el paro
A pesar de los buenos datos de afiliación publicados ayer, el paro continúa siendo la principal preocupación de los españoles y la inquietud por este problema ha repuntado en el último mes casi dos puntos, una vez superada la inestabilidad política, según el barómetro del CIS difundido ayer. El estudio, elaborado del 1 al 11 de diciembre, sigue situando al paro como la mayor preocupación de los españoles, y así lo dice el 74,7% de los consultados, 1,8 puntos más que en el barómetro de noviembre.
Sube también la inquietud por los problemas de índole económica, citados por el 24,7%, ocho décimas más que el mes anterior y se colocan como la tercera preocupación, por detrás del paro y de la corrupción y el fraude, que menciona el 36,7%, seis décimas más que antes.
Un mes después de que se formara Gobierno, la falta de Ejecutivo ha dejado, obviamente, de preocupar a los españoles. Preguntados por la situación política, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy ya llevaba un mes en plenas funciones, se reduce drásticamente la cifra de españoles que ven el panorama mal o muy mal. Así, frente al 74,3%que tenía esa opinión en noviembre –el 88,1% en octubre– ahora sólo comparten ese criterio el 67,5%, lo que se traduce en una caída de 6,8 puntos.
No significa eso que mejore la percepción en general, porque se mantienen estables en el 3,9% los que califican la situación política de buena o muy buena (una décima más que un mes antes).