El euríbor hipotecario tocará fondo en 2017
El indicador se sitúa en mínimos históricos en el -0,08%
Después de casi un año hundido en tasas negativas, el euríbor utilizado para el cálculo de las hipotecas sigue explorando el terreno por debajo del 0% al que bien parece haberse acostumbrado. El índice hipotecario por excelencia despidió 2016 con un nuevo mínimo histórico mensual del -0,080%, a una para nada despreciable distancia del 0,042% al que comenzó ese año, antes de cotizar en negativo por primera vez en su historia en el mes de febrero, gracias a la política ultraexpansiva del Banco Central Europeo (BCE) para apoyar la recuperación económica de la zona euro. Tras el sorprendente hito, el indicador ha ido barriendo sus propios récords y todavía no se ha cansado, a tenor del valor mínimo registrado ayer durante el primer día de actividad bancaria del nuevo 2017: -0,083%.
Las previsiones de los expertos apuntan a que este año que acaba de comenzar el euríbor a doce meses no repuntará a corto plazo, pero tocará fondo. Según Ignacio Cantos, director de inversiones de ATL Capital, “la subida de los tipos de interés de la Fed en diciembre y las últimas medidas del BCE sugieren que ya hemos visto el suelo de los tipos”. Así, el experto sostiene que la extensión en el calendario del programa de compra de deuda hasta finales de diciembre de 2017 contribuirá a que los tipos se mantengan bajos, pero el euríbor “no se irá mucho más abajo”. A su juicio, el índice podría cotizar “puntualmente” en positivo a medida que se tense la curva de tipos en Estados Unidos y “volverá a positivo de forma gradual, aunque no antes de junio”.
Las estimaciones del departamento de análisis de Bankinter sitúan el euríbor a doce meses en el 0,05% a finales de 2017, según su escenario central, un nivel en el que se estabilizará durante buena parte de 2018 para terminar en el entorno del 0,15%.
En la última reunión del BCE, los mensajes del presidente de la institución Mario Draghi tuvieron un tono expansivo en general, lo que los analistas interpretan como el mantenimiento del elevado nivel de relajación monetaria en la zona euro. Para el analista de XTB Carlos Fernández, “con este escenario, parece descartada una subida en los tipos de interés que pudiera empezar a presionar al alza al euríbor”. Sin embargo, la economista Global de Fidelity International, Anna Stupnytska, comenta que hubo un mensaje más implícito: que el nivel de expansión monetaria no está en consonancia con la coyuntura cíclica y que está aumentando la preocupación por la relajación cuantitativa y los tipos de interés negativos dentro del consejo de la entidad. La opinión de Cantos es que “el siguiente movimiento del BCE en materia de tipos de interés ya será al alza”. Desde el pasado mes de marzo, el precio oficial del dinero de la zona euro se encuentra en el 0%. Además, el director de inversiones de ATL Capital hace hincapié en que en los dos primeros meses de este año “serán muy importantes los datos de inflación”, tras el último repunte, lo que podría determinar las decisiones de la autoridad monetaria.
Con todo, los analistas coinciden en que los cambios en los tipos en Europa y en el euríbor serán lentos y se descartan movimientos bruscos. De momento, los préstamos hipotecarios a los que les toque revisión se beneficiarán de una rebaja de la cuota. Aplicando un diferencial del 1% sobre el euríbor, el descuento medio sería de algo más de 80 euros al año.
A la espera del cambio de metodología del índice
Si nada lo impide, en la primera mitad de 2017 verá la luz el nuevo euríbor, que no es más que el índice mejorado cuya metodología de cálculo se basará en operaciones efectivas y no en estimaciones del mercado entre los propios bancos, como hasta ahora. Fuentes conocedoras del proceso estiman que la actualización de la metodología, cuyo objetivo es reflejar la realidad actual al ampliar la muestra a todo el mercado mayorista, dotará de una mayor solidez al índice, aunque reconocen que este puede ser más volátil. Para los españoles la llegada del euríbor reformado no es baladí, dado que su valor determinará el precio de la mayoría de las hipotecas en España. Pese a que la contratación de hipotecas a tipo fijo se ha disparado en los últimos meses, todavía el 71,4% de las hipotecas constituidas utiliza un tipo variable, siendo el euríbor la principal referencia. Y, actulamente, el saldo vivo hipotecario supera los 667.000 millones de euros, con un tipo medio de contratación del 1,9%, según la Asociación Hipotecaria. Así, si el nuevo euríbor será o no más alto que el actual tiene en vilo a millones de hipotecados. Una subida de los tipos de un punto porcentual, y dado que la mayoría de los contratos son variables, supondría un alza de unos 6.680 millones de euros al año para los hipotecados. El nuevo euríbor debería haber irrumpido en el mercado mediados del pasado año, pero quedaba por realizar una prueba de impacto en la que todavía trabajan las entidades financieras de la zona euro. Tras el resultado de esta penúltima fase del proceso se verificará si es posible aplicar la nueva metodología a los nuevos volúmenes y circunstancias del mercado, muy diferentes a cuando el diseño se puso en marcha en 2012 tras varios escándalos de manipulación del euríbor.