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Aniversario de la moneda europea

15 años de euro en la Bolsa: altibajos para ganar solo un 10%

El Ibex 35 apenas gana un 10% desde 2002 tras los máximos de 2007

Belén Trincado / CincoDías
Miriam Calavia Rogel

La llegada del euro al bolsillo de los españoles en 2002 pilló al Ibex 35 digiriendo el pinchazo de la burbuja de las puntocom. La eclosión de compañías tecnológicas como Terra, TPI, Telefónica Móviles, Sogecable, Indra o Amadeus había encaramado al principal índice de la Bolsa española a los 12.000 puntos un par de años antes, cuando todo lo relacionado con las nuevas tecnologías e internet era muy bien recibido por el mercado. Telefónica en aquel entonces tenía un peso muy elevado en el selectivo, dado el alto valor de todas sus participadas, aunque también pesaban los dos grandes bancos, Endesa y Repsol. La subida a los cielos y la caída sin piedad de Terra simbolizó aquella etapa, tras la cual el Ibex se fue a niveles de 5.300 puntos a finales de 2002.

Pero la economía española mantenía un sólido crecimiento y España se encuentra de pronto con un tipo de cambio muy a favor (tras cinco devaluaciones de la peseta, un euro equivalía a 166,386 pesetas) y unos tipos de interés muy bajos nunca vistos por los españoles. No hay que olvidar que cuando entró en escena el Banco Central Europeo tuvo que lidiar con ritmos de crecimiento diferentes en los países. La decisión que adoptó fue mantener los tipos bajos para favorecer a los Estados más rezagados en aquel momento (Alemania tras la reunificación).

Así, durante los siguientes cinco años se desató la inversión y hubo una bacanal de demanda de crédito (con crecimientos de doble dígito cercanos al 20%), lo que infló poco a poco la burbuja inmobiliaria. La construcción, promoción, compraventa y precios de las viviendas alcanzaron niveles récord. “Si comparamos los precios de las viviendas en 1998 con los existentes diez años más tarde, comprobamos cómo el incremento superó el 170%. Fue una etapa en la que se fraguó el exceso de endeudamiento de las familias, y en la que se creó una falsa sensación de riqueza debido a la continua revalorización de las viviendas”, apunta Victoria Torre, de Self Bank. Todo esto permitió importantes avances en la Bolsa y que el Ibex 35 se revalorizara más de un 150% de 2003 a 2007.

Fue en 2007 cuando el estallido de las hipotecas subprime en Estados Unidos provocó a finales de 2008 la quiebra de Lehman Brothers y el contagio al sistema financiero europeo. “El exceso de crédito y consiguiente apalancamiento contribuyó al estallido de la burbuja del ladrillo en torno a 2007 en el momento en que empezaron a repuntar los tipos de interés”, comenta Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4. En la Bolsa española, la primera víctima fue la inmobiliaria Astroc, que perdió un 40% de su valor en una sola sesión de abril.

El crecimiento de la economía española, basado sobre todo en la construcción residencial, empezó a desacelerar hasta entrar en recesión, se sucedieron las quiebras de empresas, aumentó el paro y el grifo del crédito se cerró. En ese momento, ya pesaba especialmente en el Ibex el sector bancario, que supone en torno a un tercio del selectivo. Y las entidades financieras habían quedado atrapadas por millones de euros en activos tóxicos procedentes del ladrillo. Así, el Ibex sufrió en 2008 la mayor caída anual de su historia (-39,4%).

Pero la gran prueba de fuego para el euro fue la crisis de deuda europea hacia 2010, cuando ya se había creado un círculo vicioso entre riesgo financiero y soberano. La prima de riesgo se había hecho famosa, así como la intervención de los bancos centrales mundiales para sostener la economía y los mercados. El 10 de mayo de 2010, el Ibex firmó una remontada histórica del 14,43%, tras aprobarse un fondo de rescate europeo sin precedentes para garantizar la estabilidad financiera y frenar la caída de la divisa común. En julio de 2012, el presidente del BCE, Mario Draghi, pronuncio sus míticas palabras: “Haré todo lo necesario para sostener el euro. Y, créanme, será suficiente”. En este periodo, varios países de la zona euro fueron rescatados (Grecia, Irlanda y Portugal), y también el sector financiero español para su recapitalización.

De la crisis financiera y la del euro se han ido recuperando las economías y los mercados, que han evitado males mayores gracias a los estímulos monetarios y fiscales. Pero Europa no ha terminado de salir de aquel agujero, y prueba de ello es la delicada situación que atraviesan los bancos italianos. Además, el inesperado voto de Reino Unido a favor de salir de la UE fue otro mazazo para los inversores. Al día siguiente del sí al brexit en el referéndum británico, el pasado 24 de junio, el Ibex registró un desplome diario récord, hundiéndose un 12,35%.

A todo ello se han sumado los vaivenes del precio del petróleo por la baja demanda, la desaceleración de países emergentes como China y la inestabilidad política. Así, tras subidas y derrumbes históricos a lo largo de 15 años, el selectivo español ha hecho un camino de ida y vuelta, quedándose prácticamente donde estaba (sin recoger dividendos). Apenas se ha revalorizado un 10% desde aquel 2002. “Ahora el Ibex está en torno a los 9.300 puntos y con la banca lejos de sus beneficios de 2007, al ser la situación muy distinta en términos de tipos, crédito y exigencias regulatorias. Todo ello determina una baja rentabilidad que se refleja en unos múltiplos bursátiles deprimidos”, explica Aguirre.

Altibajos hasta rozar la paridad euro-dólar

El euro adopto su nombre oficial en 1995 y su andadura en los mercados financieros a partir de 1999 ha estado marcada por acontecimientos tales como el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York de 2001, la crisis financiera de 2008, la crisis de deuda de la zona euro y las políticas de los bancos centrales. “Durante su actividad financiera, la moneda común ha experimentado una singladura repleta de altibajos, si nos atenemos a la línea que describe su cotización con respecto a dos de las divisas más importantes, el dólar y la libra esterlina”, señalan desde la empresa de cambio de divisas Ebury.

El mínimo histórico del euro frente al billete verse de refistró en el año 2000 en el nivel de los 0,825. Y su cénit se produjo en 2008, cuando llegó a rozar los 1,6 dólares. A finales de 2009 y con el inicio de la crisis de deuda soberana, la moneda común se debilitó en todos los ámbitos. El BCE salió al rescate de la divisa con un arsenal de medidas que todavía perduran. Y la última subida de tipos de la Reserva Federal de EE UU este mismo mes de diciembre está acercando la paridad del euro con este dólar, que en Ebury estiman llegará en el primer trimestre de 2017.

Sobre la firma

Miriam Calavia Rogel
Periodista económica con amplia experiencia digital y especializada en mercados y finanzas personales. Comenzó su andadura en la web financiera de Vocento y como colaboradora del suplemento Su Vivienda y Profesionales de El Mundo. Desde 2007 es redactora en Cinco Días, donde ha presentado el programa 'Economía Clara' y realizado videoentrevistas.

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