El ‘brexit’ y Trump marcan el mercado de divisas en 2016
Tras el ‘brexit’, la libra se desplomó un 10% respecto al euro y un 12% respecto al dólar en solo seis horas
El año 2016 nos deja dos grandes sorpresas para los mercados. La primera, el brexit y la segunda, la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Fallaron las encuestas. Los sondeos demoscópicos tienen que asumir esos errores: pronosticaron un 25% de votos para el brexit y un 85% para la victoria de Hillary Clinton en las semanas previas a las votaciones. Las encuestas no valoraron el desencanto de los trabajadores británicos, que habían visto su nivel de vida estancado en los mismos parámetros de hace 20 años, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo. Esta sensación fue similar a la de los EE UU del Rust Belt: los trabajadores buscaban el cambio, ignorando los rasgos negativos que implicaban apoyar a un candidato que atacó en términos poco ortodoxos a prácticamente todos aquellos sobre los que tenía una opinión.
Por otro lado, los mercados preferían conservar la situación como estaba: creer en las encuestas y apostar por el candidato que les aseguraba el status quo. Esto condujo a los mercados a confiar en la libra, antes de celebrarse el referéndum en Reino Unido. Quisieron creer que una mayoría de ciudadanos preferiría votar a favor de la permanencia en la Unión Europea.
Cuando salieron los resultados favorables a la salida de la UE, la libra se desplomó bruscamente: un 10% respecto al euro y un 12% respecto al dólar americano en tan solo seis horas. En agosto, el Banco de Inglaterra dio un paso adelante para proteger su economía, reduciendo los tipos de interés e implementando un nuevo programa de QE (quantitative easing).
La medida sirvió para reducir el valor de la libra esterlina, provocando que en sus puntos más bajos el par euro-libra se viera fortalecido en un 17%, mientras que el de la libra-dólar se debilitara un 20%. El último mes, la libra-dálar ha llegado al límite y el euro-libra ha caído desde sus máximos, a la espera de que la Corte Suprema decida si el Gobierno tiene autoridad para activar el artículo 50 para abandonar la UE o si es necesario llegar a un acuerdo desde el Parlamento.
El proceso de abandonar la UE durará al menos dos años y medio, lo que significa que los mercados tendrán que esperar mucho tiempo aún para llegar a saber bajo qué condiciones se producirá tal desvinculación. A los mercados no les gusta la incertidumbre y este periodo tan largo de indecisión seguirá afectando a la libra.
La elección de Donald Trump ha sido una sorpresa que también ha afectado al valor del euro recientemente. En el tercer trimestre, el par euro-dólar se mantuvo en un rango estrecho de cotización del 3,5%. Desde la elección del candidato republicano, este fluctuó en una rango de un 7% en 12 días de negociación. La primera reacción del mercado fue entrar en shock cuando fue elegido Trump: se vendió el dólar americano y cayó la bolsa. Sin embargo, en tan solo 12 horas, el mercado se recuperó. ¿El motivo? La explicación más fiable se sustenta en el discurso conciliador del presidente electo acompañado de un plan para estimular notablemente la economía estadounidense. Posiblemente, EE UU tendrá que pedir para ello un préstamo de hasta un billón de dólares a la Reserva Federal (Banco Central de Estados Unidos), pero comprometiéndose a subir los tipos de interés del dólar en diciembre, lo que ha fortalecido rápidamente la moneda.
"EE UU tendrá que pedir un préstamo de hasta un billón de dólares a la Fed para estimular su economía”
El 2016 ha visto cambios en los tipos de interés, intervenciones de bancos centrales y reacciones de fondos de inversión, brokers y bancos ante noticias sorprendentes y acontecimientos políticos inesperados. Por si fuera poco, las expectativas del mercado han errado en un año demasiado volátil y que aún no ha terminado.
El 4 de diciembre, el referéndum italiano se resolvió con la negativa al cambio constitucional, con la inmediata repercusión en el tipo de cambio euro-dólar que ahora cotiza cerca de sus niveles más bajos no vistos desde marzo de 2015. El primer ministro Matteo Renzi ha dimitido y ha sido reemplazado por Paolo Gentiloni, anterior ministro de asuntos exteriores bajo el mandato de Renzi. Esto significa que Italia tiene un nuevo Gobierno de consenso que probablemente tendrá poco impacto para la economía italiana hasta las próximas elecciones, que según el exprimer ministro podrían ser en junio de 2017 como pronto. Si bien una cosa que el nuevo Gobierno podría hacer es revisar la actual ley electoral revirtiendo la representación proporcional con la intención de mantener al partido anti-euro Movimiento Cinco Estrellas fuera del poder.
Los bancos italianos también mantendrán el foco de atención, ya que el 17% de sus préstamos están en mora. Para poner esta cifra en contexto, se podría comparar con la de los bancos en EE UU durante la crisis financiera de 2008-2009; entonces los préstamos morosos sumaron un 5%, por lo que podemos deducir la situación de necesidad de ayuda en que se encuentran los bancos italianos en la actualidad. Situación especialmente destacable es la del Monte Dei Paschi Di Siena, que está buscando 5.000 millones de euros para recapitalizarse. Si esta recapitalización no sucede entonces, el banco podría ser nacionalizado con la consiguiente pérdida que se padecerá en el proceso. Esto causaría problemas ya que el pueblo italiano tiene una gran cantidad de bonos bancarios y no lo tomaría bien si se diera el caso. Sin embargo, la UE está comprometida y para detener la ola de populismo en Italia no sería una sorpresa que fuera capaz de proporcionar un plan de compensación para los tenedores de bonos italianos que incurran en pérdidas.
El 31 de diciembre la gente mirará al 2016, se alegrará de que se haya acabado y verá con gran interés el año nuevo. Pero el 2017 promete ser tan volátil como el 2016
"La UE podría proporcionar un plan de compensación para los tenedores de bonos italianos con pérdidas"
Donald Trump se trasladará a la Casa Blanca, el artículo 50 será activado por el Reino Unido en marzo y se celebrarán las elecciones holandesas en ese mismo mes. Después, Francia elegirá a su nuevo líder en mayo y Alemania a finales de verano. Abróchense el cinturón que el 2017 promete ser otro año de gran incertidumbre en los mercados de divisas.
Trevor Charsley es analista sénior de AFEX.
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