Podrían Tusk o Juncker llamar a los presidentes de empresas que deslocalizan como lo ha hecho Trump con Carrier?
Sigo decepcionado por la forma en que Donald Trump ganó las elecciones, especialmente sus descalificaciones e insultos. Pero hay que aceptar que será el próximo presidente de EEUU. Uno de los lemas de su campaña ha sido su promesa de evitar la pérdida de empleos por deslocalizaciones empresariales. En los últimos días ha conseguido un éxito concreto. La empresa de fabricación de aparatos de aire acondicionado Carrier, con sede en Indiana, tenía previsto desplazar 1100 empleos a México, lo cual le hubiera supuesto un ahorro de 65 millones de dólares. Donald Trump ha intervenido directamente y hablado con los ejecutivos de Carrier. Con la promesa de deducciones fiscales, Carrier ha aceptado mantener los empleos en Indiana. Hay que tener en cuenta que Carrier pertenece al grupo United Technologies, que obtiene jugosos contratos en el sector de defensa de EEUU. No sabemos lo que Trump haya podido ofrecer a United Technologies. Pero sin duda ha cosechado un éxito concreto. En un acto masivo en el estado de Ohio, Trump y Mike Pence, su futuro vicepresidente, han podido alardear de haber salvado 1100 empleos antes de tomar posesión. Trump tiene la intención de seguir llamando a presidentes de empresas que quieran deslocalizar empleos. Se trata de una politica de nacionalismo económico. No es la que me gusta más, pero es la que reclama la población. Qué sucedería si líderes europeos como el presidente del Consejo Donald Tusk, de la Comisión Juncker o líderes nacionales también cogieran el teléfono para presionar a empresarios con deseos de deslocalizar empleos? No se perdería nada por intentarlo.