Ford se fija en la alta gama para la nueva generación del Fiesta
La automovilística quiere aumentar sus márgenes de ventas
El Ford Fiesta cumple 40 años en las carreteras presentando su nueva generación. La automovilística añade la versión Vignale, de alta gama, a este modelo y crea una nueva versión, Active, para plantar cara a los todocaminos sin convertirse del todo en uno de ellos, además de la deportiva ST-Line y la Titanium. El objetivo es alcanzar “unas ventas de mayor calidad”, explicó Roelant de Waar, presidente europeo de ventas y marketing de Europa a Cinco Días.
“Puede resultar raro que alguien de ventas diga esto, pero nuestra obsesión no son los volúmenes sino los márgenes y retornos de estas comercializaciones”, detalla de Waar. El volumen no es una preocupación si hablan de Fiesta porque lleva cuatro años líder de entregas en su segmento, el de coches pequeños y ha incrementado sus ventas un 25% en el último año. En los últimos meses, ha reducido considerablemente su distancia con el coche más vendido de Europa, el Volkswagen Golf, en términos absolutos. Se ha colocado segundo coche más comercializado en los cinco primeros mercados europeos, con solo 5.000 unidades de diferencia con el Golf. En total, en 40 años, se han comercializado 17 millones de Fiestas en Europa.
Esta base hace a sus responsables aspirar a unas ventas con mayores márgenes, apoyadas en acabados de gama más alta. “Más del 50% de nuestras entregas de Fiesta son de acabado Titanium, el mayor que teníamos hasta ahora”, destaca Waar. Por eso, le suman a este vehículo pequeño la versión Vignale, la de más alta gama del grupo. Por su parte, la versión Active se estrena en el Fiesta “y se aplicará a más modelos a partir de ahora”, apunta. Todo de cara a apuntalar la racha de números negros que atraviesa la empresa en el Viejo Continente, con cinco trimestres consecutivos en positivo en Europa por primera vez desde 2011.
El presidente mundial de Ford, Mark Fields, que acudió a la presentación del Fiesta en la fábrica de Niehl (Colonia), se encargó de anunciar que la empresa tendrá “los primeros ensayos de vehículos autónomos en carreteras europeas y de EEUU el año que viene”. La automovilística ya comunicó en septiembre que su objetivo es tener un modelo generalista (de mucho volumen de ventas) con conducción autónoma en 2021. Su objetivo es triplicar su flota actual de autónomos para liderar esta movilidad.
La compañía recordó que invertirán 4.500 millones de euros hasta 2025 para el desarrollo de la movilidad eléctrica. El objetivo es tener 13 modelos eléctricos puros para esta fecha. La automovilística comunicó ayer la firma del acuerdo conjunto con Daimler, BMW y Volkswagen para el desarrollo de una red de recarga ultrarrápida para vehículos eléctricos de alta potencia. Supondrá la instalación de 400 puntos de carga en 2017 y más de 1.000 hasta 2020.
Valencia “tiene oportunidad de crecer”
El presidente mundial de Ford, Mark Fields, resaltó, en declaraciones a este periódico, la importancia de la planta española de Almussafes (Valencia) en la estrategia de la compañía. “Hemos invertido 2.300 millones de euros en ella, entre 2011 y 2015, y es la fábrica más avanzada y más flexible del grupo en Europa”, detalló. Esta flexibilidad le permite ajustar su producción a la demanda, algo más débil en los países europeos en los últimos meses, con lo que no está aún al 100% de capacidad. “Tenemos posibilidades de crecer en Valencia. Si la demanda sube, podemos incrementar nuestra fabricación”, aseguró Fields. El presidente señaló, sin embargo, que “es pronto para hablar de nuevas adjudicaciones” para esta instalación.
La planta de Almussafes fabrica seis modelos diferentes para Ford: el Kuga, Transit Connect, Tourneo Connect, Mondeo, Galaxy y S-Max. Además ensambla el único modelo híbrido de la automovilística en Europa, el Mondeo híbrido y las variantes Vignale de Mondeo, Galaxy y S-Max.