La opa de CaixaBank sobre BPI vuelve a retrasarse
El banco luso aguarda a que el BCE avale su intento por rebajar la exposición a Angola BPI posterga su asamblea hasta el 13 de diciembre a la espera de tener noticias de Fráncfort
La definitiva toma de control de Banco Portugues de Inversiones (BPI) por parte de CaixaBank no parece llegar a su fin. Aunque la entidad lusa eliminó el pasado septiembre las trabas que permanecían ante la segunda oferta pública de adquisición (opa) presentada por la entidad catalana los trámites necesarios para terminar de amarrar la venta siguen retrasando su ejecución que ayer volvió a quedar postergada.
Así se deriva el hecho de que BPI decidió retrasar la asamblea general que había convocado para la tarde de ayer hasta el próximo 13 de diciembre a petición de su máximo accionista, la propia CaixaBank.
El motivo es que el grupo sigue a la espera de conocer si las operaciones realizadas hasta la fecha para reducir la exposición de BPI a Angola son suficientes para contentar al Banco Central Europeo, que en su día amenazó al banco luso con empezar a imponerle importantes sanciones si no reducía este riesgo.
A fin de dar respuesta a las inquietudes del supervisor financiero, y en paralelo como fórmula para engrasar la aceptación de las condiciones de CaixaBank, el pasado septiembre BPI decidió vender parte de su participación en el banco angoleño Banco de Fomento de Angola (BFA) a Unitel, firma de la magnate angoleña Isabel Dos Santos.
En concreto, BPI se ofreció a vender un 2% de su 50,1% en BFA a la operadora que controla Dos Santos, que ya poseía el 49,9%, por 28 millones de euros y los dividendos pendientes de 2013, unos 66 millones de euros más.
La operación redujo la participación de BPI en el banco angoleño por debajo del 50% y facilitó que Dos Santos consintiera eliminar la restricción en los derechos de voto de BPI, condición sine qua non planteada por CaixaBank para consumar su opa.
La asamblea de BPI, que iba a aprobar ayer la venta de ese 2% de BFA a Unitel, esperará ahora a comprobar si el movimiento es suficiente para el BCE o este exige la venta de una participación mayor. El visto bueno del supervisor es la penúltima barrera a superar para la ejecución de la opa de CaixaBank.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, avanzó en la última presentación trimestral de resultados que su aspiración era culminar la toma de control sobre BPI antes de finales de este ejercicio. Fuentes de la entidad ya admitieron, en todo caso, que el proceso podría alargarse hasta el primer trimestre de 2017 en vista de los previsibles retrasos a la hora de obtener el plácet de las distintas autoridades nacionales y comunitaria.