Francia sube su tasa Tobin un 50% y añade presión para imponerla en Europa
Francia cobrará un 0,3% en las transacciones financieras a partir de enero de 2017, la denominada tasa Tobin, en lugar del 0,2% que se aplica desde 2013. Las operaciones intradía también deberán pasar por caja. Mientras, Bruselas trata de resucitar el impuesto a nivel europeo.
Francia cobrará un 0,3% en las transacciones financieras a partir de enero de 2017, la denominada tasa Tobin, en lugar del 0,2% que se aplica desde 2013. Las operaciones intradía también deberán pasar por caja. Mientras, Bruselas trata de resucitar el impuesto a nivel europeo.
Una de las cuestiones más controvertidas y populistas que se debaten desde 2011 en Bruselas es la tasa a las transacciones financieras (ITF). Francia la aprobó en 2012 bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy y entró en vigor en agosto de ese año. Pero la semana pasada el Parlamento galo dio una vuelta de tuerca adicional a la medida, al elevar la tributación un 50%.
Desde enero de 2017 se pagará un 0,3% por el importe de las compraventas en Bolsa, en lugar del 0,2% vigente, y los inversores tendrán que abonar ese porcentaje también en las operaciones intradía. Es decir, en las que la compra y la posterior venta de un acción se cierran en la misma sesión.
La medida está incluida en los Presupuestos franceses para el próximo año e incluye una novedad adicional respecto al destino de los fondos obtenidos. Si hasta ahora el 50% se entregaba en ayuda al desarrollo, ahora será el 75%. En una nota del bufete francés Taj, se explica que los argumentos para la subida y para la aplicación en las transacciones que se inician y se finalizan en la misma jornada continúan siendo los mismos que se debatieron en 2014 y 2015. Los defensores de la tasa aducen que son operaciones especulativas y que son un factor de riesgo en los mercados.
El sector financiero ya ha declarado la guerra a la subida. Paris Europlace, organización dedicada a la promoción de París como centro financiero, avisa en una nota que se “estigmatiza el mercado, esencial para financiar la economía real, al gravar operaciones imprescindibles para garantizar la liquidez”.
Esta vuelta de tuerca a la tasa Tobin –el origen del nombre está en el Premio Nobel de Economía a James Tobin en 1972, que proponía tasar las transacciones de divisas del 0,2 al 0,5%– aprobada bajo la presidencia de François Hollande, insufla esperanza a Bruselas, que trata de resucitar este tributo a nivel Europeo, como publicó CincoDías el pasado 11 de octubre. La concesión respecto al diseño inicial es que el impuesto solo se aplicará a la compraventa de acciones de empresas de los 10 países que están de acuerdo con la medida y que hayan sido emitidas en algunos de esos estados: Alemania, Francia, Italia, España, Portugal, Grecia, Austria, Bélgica, Eslovenia o Eslovaquia.
El impuesto podría ascender al 0,1% del valor de cada acción y al 0,01% sobre los derivados. Bruselas calcula que la recaudación anual rondaría los 35.000 millones. En un ejercicio completo, en Francia se preveía, en 2012, que esa tasa aportaría a las arcas públicas unos 1.600 millones. Sin embargo, el resultado fue más discreto, al lograrse con esta fórmula unos ingresos de algo menos de 900 millones en 2013, el primer año completo en que se aplicó.