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Reestructuración corporativa

Abengoa fusiona sus dos series de acciones y diluye el peso de la familia Benjumea

Aprobará la reestructuración el 22 de noviembre en junta Crea un entramado de filiales para blindar las garantías para los acreedores Fornieles declara hoy por los pagos millonarios a Felipe Benjumea

Dentro del proceso de reestructuración en marcha, Abengoa ha comunicado hoy a la CNMV los términos del canje de acciones que acabará con las dos series de acciones (A y B) con las que cotiza. Así, cada acción de clase B, las que cotizaban en el Ibex 35 y con las que operaban los inversores, se convertirá en una nueva acción ordinaria. Cada acción de clase A dará derecho, por su parte, a recibir 1,915 acciones nuevas.

Después de la cotización de ambos valores haya sido suspendida por la CNMV hasta las 10 horas Abengoa A han cerrado con una caída del 6,15%, hasta los 0,534 euros y las B han subido un 0,93%, hasta los 0,217 euros. 

Este canje deberá ser aprobado en la junta extraordinaria, convocada también hoy, del 22 de noviembre. En ella se aprobará también el complejo acuerdo de reestructuración, consistente en ampliar capital y canjear las nuevas acciones por deudas y así salvar a la compañía del concurso de acreedores. Abengoa solicitó el preconcurso de acreedores hace un año asfixiada por un elevado endeudamiento: más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores. 

La solución está en una macroemisión de 19.400 millones de acciones nuevas, a las que deben sumarse los 942 millones de acciones (entre los 858 millones de las B y los 83 millones de las A). Así el capital de la compañía quedará formado por unos 20.340 millones de acciones que, si se aprueba la fusión de títulos A y B, serán de un único tipo.

La ampliación implicará la inyección de los hasta 1.170 millones que aportarán las entidades financieras que lideran el proceso de reestructuración –Santander, Bankia, CaixaBank, Popular y Crédit Agricole– y los 10 hedge funds con los que se llegó a un acuerdo el pasado agosto: Abrams Capital, The Baupost Group, Canyon, Centerbridge, D.E. Shaw, Elliott Management, Hayfin Capital, KKR, Oaktree y Värde.

El otro tema que solucionará la operación es la situación de fondos propios negativos de Abengoa, que a cierre de junio eran de 2.910 millones de euros, para ello se convertirán en acciones unos 6.000 millones de los alrededor de 9.000 millones que suma la deuda corporativa del grupo. El precio de emisión de los nuevos títulos aún está por determinar. 

Ecuación de canje

Ambos títulos cotizaban el jueves en torno a los 0,215 euros las acciones B y 0,569 euros para las preferentes. La ecuación de canje, pues favorece a los tenedores de acciones B y penaliza a los inversores en A: por cada 1.000 euros en títulos (1.757 acciones A) recibirán 3.364 acciones nuevas. Por 1.000 euros invertidos en B, 4650. Además, los inversores en A perderán los privilegios políticos asociados a la clase A de acciones. Ambos tipos de acciones ya han vuelto a cotizar.

Las dos series de acciones llevan en vigor desde 2011, y sirvieron para que la familia Benjumea y otros accionistas de control retuviesen en control de los derechos políticos: cada acción de clase A tenía asignados 100 derechos de voto, y cada acción de clase B, uno. Inversión Corporativa, vehículo de la familia Benjumea, tenía el control de la junta de accionistas al poseer el 50% de los derechos de voto sumando al apenas 0,8% del capital en acciones B, y el resto en acciones A (parte a través de un vehículo inversor).

Abengoa creará tres grupos de filiales para blindar activos que ofrece como garantía a acreedores

Con la nueva estructura, los Benjumea se quedarán con 160 millones de acciones, equivalentes a menos del 0,8% del capital. El resto de los accionistas actuales, entre ellos los 50.000 minoristas, tendrán el 4,2%. En total, el 5% prometido en el acuerdo de reestructuración, si bien el grupo de ingeniería les dará un premio en forma de otro 5% si a los ocho años Abengoa ha liquidado todas sus deudas, tanto los 1.170 millones antiguos como los hasta los 2.700 millones que quedarán de deuda reestructurada. 

Reparto del capital 

La mayor parte de los títulos irán a parar a los fondos que van a inyectar 1.169,7 millones (se quedarán con el 50%) o a los actuales acreedores, que a cambio de canjear deuda por acciones retendrán en 40%. Los inversores que van a conceder avales por 307 millones se quedarán con el 5%, igual que los accionistas actuales, que podrían alcanzar un 10% en el futuro según ciertas condiciones.

En paralelo, la sociedad creará una nueva estructura para constituir garantías para los nuevos acreedores. Así, transmitirá a una filial específica para el proyecto mexicano A3T, que necesita financiación adicional. Con la nueva estructura se blindan estos activos para que sear garantía de dicha financiación. También se crean dos filiales (controladas al 100% por Abengoa) con todos los activos y participaciones de la firma para poder implementar garantías a los acreedores. Y, finalmente, se constituye también una estructura específica para blindar la participación en Atlantica Yield, también ofrecida como garantía.

Interrogatorio sobre las indemnizaciones

La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela interrogará este viernes en calidad de investigado al actual presidente de Abengoa, Antonio Fornieles, por su papel en la aprobación de las millonarias indemnizaciones que percibieron el expresidente Felipe Benjumea y su exconsejero delegado Manuel Sánchez Ortega poco antes de que la compañía presentara el preconcurso de acreedores.

Estas actuaciones responden a la querella presentada hace meses por la Plataforma de Perjudicados por Abengoa, en la que se denunciaba la “horrible” gestión de Benjumea y Sánchez Ortega, que a juicio de los denunciantes buscaban su “propio beneficio y lucro personal” al concederse indemnizaciones millonarias en lugar de “salvar a sus miles de inversores”.

La juez interroga hoy al presidente por los pagos millonarios a los ex consejeros delegados

 El fiscal José Perals pidió la ronda de testificales después de que Fornieles explicara, en una comparecencia como testigo en junio, que la multinacional pagó a su antecesor 4,48 millones en concepto de indemnización por cese anticipado y pacto de no competencia postcontractual y otros siete millones por bonificación por permanencia que tenía reconocida en su contrato con la sociedad.

El Ministerio Público recalca en un informe que Abengoa amplió su capital para afrontar sus deudas y el Consejo de Administración decidió el 23 de septiembre de 2015 “aparentar la marcha” de Benjumea de la sociedad, quedándose bajo la denominación de “asesor” del Consejo y cobrando un sueldo “idéntico” al que venía recibiendo como consejero.

Benjumea recibió el pago pese a ser consciente de la “mala situación” de la sociedad, que en noviembre de 2015 pidió el preconcurso de acreedores. Los mismos miembros del Consejo de Administración acordaron el 15 de junio de 2015 las condiciones económicas y el cese de Sánchez Ortega.

 

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