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Proceso judicial

Gürtel: Correa admite que cobraba comisiones y las repartía con el PP

“Bárcenas me dio juego”, ha indicado hasta en dos ocasiones Francisco Correa Relata cómo cobraba comisiones y las repartía con el ex tesorero del PP “Yo estaba más tiempo en Genóva que en mi propio despacho", ha relatado

El presunto cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha desgranado ante la Audiencia Nacional -en la quinta jornada del macrojuicio sobre la red de financiación ilegal- su relación con políticos y empresarios y el cobro de comisiones que, supuestamente, financiaban al PP. "Voy a reconocer los hechos, pero voy a intentar esclarecer algunos que están en el escrito (de acusación) que no corresponden a la realidad", dijo Correa a preguntas de la fiscal. Correa ha reconocido ante el tribunal el cobro de mordidas al intermediar en la adjudicación de contratos públicos, y cómo su empresa se quedaba con una parte de esa comisión "y la otra se la daba a Luis Bárcenas". Durante una época, hasta la llegada de Rajoy a la Moncloa, “yo estaba más tiempo en Genóva que en mi propio despacho", ha dicho.

El tribunal juzga a 37 acusados por las actividades que se realizaron en la primera época de la red de financiación ilegal (1999-2005).  A Correa, que se enfrenta a 125 años de cárcel, la Fiscalía le imputa haber liderado desde 1999 hasta 2009 “un entramado societario y personal dirigido a enriquecerse ilícitamente con cargo a fondos públicos” y contó para ello con la colaboración de una serie de políticos a los que compensaba con pagos en especie. Según Anticorrupción, en ese periodo cobró más de 40 millones de euros de adjudicaciones supuestamente irregulares, que ocultó a la Hacienda Pública.

Francisco Correa ha comenzado su relato desde los primeros momentos de su relación con la política, los  comienzos con la compañía en 1989, y ha asegurado que antes de trabajar con el PP lo hizo con el PSOE de la mano de Julio Feo, quien fuera director de comunicación del expresidente del Gobierno Felipe González, algo que, ha destacado, poca gente sabe.

“Lo cuento porque es importante que se conozca el histórico y que esto no se creó para delinquir con el PP”, ha destacado, para luego explicar que conoció al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, a través de un amigo y no por su ideología política, muy al contrario, ya que, “por cuestiones familiares”, su afinidad política “es más hacia el otro bando que hacia este bando”, en referencia al PP.

Correa ha explicado que su padre fue un refugiado político que huyó de España en 1939, que él nació en el extranjero, a lo que ha agregado que no se extendería más al respecto: “Aquí estamos hablando de un tema de mi actividad empresarial”.

En su relato, Correa ha explicado cómo llegó su primer trabajo para el PP. Ha contado cómo su empresa ayudó al partido a resolver un problema de plazas de hotel cuando organizó un Congreso de la Democracia Cristiana, y, a raíz de ello, le encargaron un presupuesto para un mitin.

“De repente un día Luis Bárcenas me llama y me dice: ¿tu sabrías hacer un mitin político? Y yo al único que fui en mi vida fue cuando acompañé a mi padre en el año 75 o 76 a uno con La Pasionaria, mi padre lloraba de ver a todos mis amigos de la época del 39”, ha relatado.

Así, presentó un presupuesto de 1.400.000 pesetas, "en el que yo ganaba 400.000 pesetas". "Hubo un revuelo porque el presupuesto que ellos tenían era de 12 millones de pesetas. A partir de entonces Álvarez Cascos, que controlaba el gasto "hasta el límite" empezó a llamarle, "y comenzamos a trabajar mucho con el PP".

En su confesión ante el tribunal, Correa ha relatado que en 1996, año en el que José María Aznar ganó las elecciones generales, negoció con Luis Bárcenas intentar favorecer a empresarios afines al PP para concederles adjudicaciones públicas y luego repartirse las comisiones que obtenían de éstas. Bárcenas y él hablaron y el extesorero le dijo: “Tú tienes contactos con empresarios y yo con políticos, vamos a intentar hacer gestiones para cuando salgan los concursos públicos de la Administración, intentar favorecer o adjudicar a algunos de estos empresarios que luego van a colaborar con el partido”.

Así, contactó con García Pozuelo, expresidente de Constructora Hispánica,  y el empresario le llamaba cuando estaba interesado en una licitación, por ejemplo de una carretera.

“Si teníamos éxito, él daba una comisión y yo me quedaba una parte y la otra se la daba a Luis Bárcenas”, ha explicado, a lo que ha añadido que eso no solo pasaba con García Pozuelo, sino que “se hacía con varios empresarios”, “personas muy poderosas” que se negaban a facturar a Correa sus servicios de intermediación.

Esto, ha añadido, “no se hacía solo con el PP, se hacía con cualquier partido, es una práctica habitual del país, del sistema”.

Ha explicado por ejemplo cómo la empresa Sufi, concesionaria de un contrato de limpieza del barrio de Moratalaz, pago un millón de euros a una cuenta en Suiza  al exconsejero madrileño del PP Alberto López Viejo por intermediar en una adjudicación.

“Luego la fui retribuyendo (esa cantidad) a Alberto López Viejo”, ha precisado Correa, que ha negado sin embargo que la Comunidad de Madrid inflara contratos dados a sus empresas para que estas sociedades tuvieran más beneficios.

Aún así, Correa  ha asegurado que su relación con López Viejo no era muy estrecha, incluso a pesar de un vídeo en el que se le puede ver en el barco de Correa junto a su mujer y el matrimonio Aznar-Agag.

 En cuanto a los regalos a políticos del PP, ha insistido en que es una práctica habitual en la empresa privada y ha criticado que se le haya juzgado por la adjudicación del stand de Valencia en Fitur a cambio de una corbata a Camps.

“¿Dónde está el problema?”, se ha preguntado Correa, al señalar que grandes firmas españolas como Loewe o el Corte Inglés cuentan con un departamento de regalo de empresas porque es algo “habitual” hacer regalos a clientes.

En Navidad, ha insistido, “todo el mundo regala” cestas o vinos, “pero de ahí a que nuestras empresas trabajaban para hacer cosas irregulares...”

En particular se ha referido a Jesús Sepúlveda, exresponsable electoral del PP, exalcalde de Pozuelo y exmarido de Ana Mato. A él le regaló dos coches, pagó viajes para toda su familia y envió payasos, globos y catillos hinchables a las fiestas de cumpleaños y primera comunión de sus hijos.  En otro momento de la declaración reconoció que que Sepúlveda y Bárcenas eran sus “contactos directos” para trabajar con el PP en la organización de eventos y realizaba trabajos “casi exclusivos” con Sepúlveda.

“Estoy cansado de hacer regalos a muchas empresas que me dan negocio. Es una práctica habitual” del sector privado, ha dicho Correa, poniendo como ejemplo a la “empresa líder en el sector cerámico”, a la que, según ha contado, le pagó a sus distribuidores y viaje en aviones privados a Nueva York y con alojamiento en hoteles de lujo que costó “más de 5.000 millones de pesetas”.

“Hoy en día eso se llama cohecho, pero son viajes promocionales que se han hecho por un determinado volumen de compra”, ha constatado Correa.

“No existe un solo un Francisco Correa como el que esta aquí, existen muchos franciscos Correa" que pagan comisiones a cambio de adjudicaciones de contratos públicos.   "Mi error", dijo al tribunal, "fue cobrar en `B´" su intermediación. "A mi me cogieron y estoy aquí sentado en el banquillo, si hubiera facturado mi gestión no estaría aquí”.

"¿Cómo hacía las entregas a los políticos?”, le ha preguntado la fiscal, a lo que ha respondido: “Quedaba con ellos y les daba el sobre”.

Correa ha explicado que él tenía una caja B personal con el dinero que recibía de los empresarios que pagaban comisiones a cambio de adjudicaciones, dinero del que daba una parte a Bárcenas.

Con esa caja B personal, Correa pagaba sus gastos personales, ha indicado, aunque ha asegurado que sus empresas no hicieron facturas falsas.

“Facturas falsas no creo que hayamos hecho (...), salvo que nos haya obligado el cliente a emitir alguna factura, nunca fueron irregulares y siempre de trabajos que hemos hecho”, ha dicho.

Correa explicó hoy al tribunal que en varias ocasiones intentó regularizar su dinero negro porque “no me apetecía ir a prisión. Yo estaba dispuesto a pagar la mitad de mi patrimonio si era necesario, ir a Hacienda y pagar la multa como hizo Botín”.

Ha afirmado que en 2005 propuso al “blanqueador” de la trama, Ramón Blanco Balín, regularizar su dinero fuera de España. Después de que se produjera un registro en ese despacho "me preocupé” y valoró que podían “pasar varias cosas, que me llame la Agencia Tributaria y esta opacidad se descubra”, por lo que pensó ofrecerse “a Hacienda para regularizar. No me apetece ir a prisión y no quiero tener ningún problema".

Según ha confesado, Blanco Balín le gestionaba empresas en Jersey (Reino Unido) en las que Correa no aparecía, porque quería permanecer “opaco”. La trama fuera de España porque era un hombre “con una trayectoria muy importante” que “asesoraba a grandes empresarios y a una persona muy importante en este país, que no voy a nombrar”.

Durante su confesión ante el tribunal del macrojuicio de Gürtel, Correa ha querido exculpar de estos pagos y de cualquier irregularidad a otros acusados que formaban parte de su grupo, como su número dos, Pablo Crespo, o Álvaro Pérez “El Bigotes”.

Ha afirmado que ninguno de ellos daba comisiones a los políticos del PP por intermediar en la adjudicación de contratos públicos, sino que solo él tenía relación con ellos. “La relación directa con todos los políticas la tenía solo yo, nadie más”.

El cabecilla ha desvinculado a Crespo, ex secretario de organización del PP gallego: “Habrá cometido, imagino, alguna irregularidad administrativa, pero ni ninguna más porque su código no se lo permite, es un hombre honrado”.

Ha explicado que lo convenció para dejar la política gallega y gestionar sus empresas aconsejado por un miembro del PP que le dijo que era “oro molido”, un “tío serio y profesional”.

Crespo, y no él, ha dicho, era quien estaba “en el día a día” de las empresas, pero ha apostillado que “si él tenía que cometer alguna irregularidad me la comentaba, aunque estuviera en América me llamaba”.

También ha exculpado a “El Bigotes” cuando ha dicho que una entrega que se le achaca al exalcalde Jesús Sepúlveda realmente fue a un tal José Sevilla.

“Álvaro nunca entregó ni un euro a Sepúlveda, solo lo hice yo (...) Le invitó a comer 200 veces, pero no le entregó un euro”.

Del presunto contable de la trama, José Luis Izquierdo, ha dicho que era “un hombre fiel”. “Me da mucha pena que esté aquí”, ha añadido tras afirmar que “no tenía capacidad para gestionar” y pedir “disculpas a su familia”.

Otra que, según Correa, no debería estar sentada en el banquillo, es Alicia Mínguez, que administró varias empresas del grupo. “Me da mucha pena que esté aquí sentada, es una auxiliar administrativa, es muy triste que esté sentada, no ha tomado ninguna decisión de nada”.

También se ha referido a Isabel Jordán, que administraba varias de las empresas del grupo Correa y que, según el cabecilla, “actuaba de forma bastante autónoma e independiente de Pablo Crespo”.

Correa, ha asegurado hoy que con la llegada de Mariano Rajoy a la presidencia del PP cesó su relación con el partido a nivel nacional porque con quien trabajaba su grupo de empresas era con el equipo del expresidente José María Aznar.

 El distanciamiento con el PP de Génova, que ha situado entre 2004 y 2005, se produjo, según su declaración, porque el considerado número 2 de la trama, Pablo Crespo (exsecretario de organización del PP en Galicia), “no tenía buena relación con Rajoy” y a la vez se “enfrió” su amistad con el extesorero del PP Luis Bárcenas, que le insinúo, “no con muy buenas maneras”, que el vínculo empresarial no podía mantenerse con la llegada del nuevo presidente.

Hasta entonces: “yo estaba más tiempo en Genóva que en mi propio despacho. Era mi casa, vamos”, ha afirmado Correa, al relatar que con la llegada del equipo de Rajoy trasladó su actividad a Valencia con la ayuda de Álvaro Pérez Alonso, “El Bigotes”, cuando estaba en el gobierno de Francisco Camps.

También ha detallado sus vínculos con miembros o gente próxima al PP y entre ellos ha señalado como “intimo amigo” al yerno de Aznar, Alejandro Agag, con quien ha dicho que tenía “una muy buena relación” como se pudo ver en su “famosa boda”.

 

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