Samsung deja de producir su teléfono más caro. Si tienes uno, apágalo y guárdalo
La ignición espontánea de los terminales sustituidos ahonda la crisis de la coreana, que tira la toalla
Samsung Electronics dejará de fabricar definitivamente su “smartphone” Galaxy Note 7 a raíz de las numerosas unidades que se han incendiado de manera espontánea por un problema de la batería, confirmó hoy a Efe un portavoz de la empresa. “Samsung ha finalizado su producción del Galaxy Note 7. Se entiende que de manera definitiva”, explicó el portavoz del mayor productor mundial de teléfonos inteligentes. Las acciones de Samsung han perdido un 8% en la Bolsa de Seúl, lo que supone que el valor de la compañía se ha visto reducido en más de 15.000 millones de euros.
Samsung ya había anunciado previamente que cancelaba temporalmente las ventas de este teléfono, y ha solicitado a los usuarios que los mantengan apagados. El Galaxy Note 7 se empezó a vender en agosto, y poco semanas después lo retiró del mercado debido a varias decenas de incendios espontáneos causados por una batería defectuosa.
Samsung ordenó la vuelta a fábrica de 2,5 millones de terminales defectuosos, pero la sustitución de los aparatos no ha terminado con el problema. Se han detectado igniciones de aparatos ya sustituidos en Corea del Sur, Estados Unidos o Taiwan. En un caso el humo de un Note 7 sustituido obligó a desalojar un avión comercial. Tras estos eventos se han cancelado las ventas; en Europa estaba previsto el reinicio de la comercialización a finales de este mes. En España Orange ha suspendido la preventa y Vodafone paralizado el programa de reemplazo.
Esta segunda oleada de incendios ha despertado dudas sobre el proceso de control de calidad en la firma y, quizá más importante, ha destruido la imagen de este terminal en concreto, lo que puede llevar a su cancelación. “Cuando se solucione el problema tendrán que volver a iniciar los procesos de aprobación y certificado; para entonces puede acabar solapándose con el siguiente modelo”, explicaba un analista a Reuters. Es posible que sean las propias autoridades reguladoras las que veten la comercialización.
La crisis del Note 7 es ya mayor fracaso de Samsung en el mercado de los terminales móviles y uno de los mayores del sector. El Galaxy Note 7 era la apuesta de la firma coreana para quitar terreno al iPhone 7 de Apple. Según la prensa coreana, la firma tratará de compensar la caída de ventas del Note 7 a través de los modelos Galaxy S7 y Note 5, predecesor del flamígero Note 7.
El coste del fiasco puede superar 15.000 millones de euros si el producto se cancela por completo, según Credit Suisse, el triple de los 5.000 millones inicialmente estimados. No obstante, el gigante coreano dispone de más de 50.000 millones de euros en liquidez para afrontar devoluciones y amortizaciones de existencias. El mayor problema puede estar en el medio plazo, y tiene que ver con la reputación de la marca. Nomura prevé recortar un 85% la previsión de beneficios de la firma.