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En Régimen de Autónomos

Una pensión alternativa para que el autónomo triplique su jubilación

Cuanto antes se empiece a ahorrar, más rendimiento sacará el autónomo a su dinero para complementar su jubilación

Según la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), el 41% de los autónomos reconoce que su principal preocupación es la pensión de jubilación y el porcentaje sube hasta el 67% cuando se trata de los autónomos mayores de 55 años. Por el contrario, los menores de 35 consideran la pensión un problema secundario.

Una de las opciones para mejorar la pensión es aumentar la base de cotización a la Seguridad Social, pero existen otras alternativas. La gestora de fondos de inversión Quadriga Asset Managers ha publicado un informe que analiza el rendimiento que podría obtener un autónomo invirtiendo la diferencia entre la cotización mínima y la máxima en un plan de ahorro alternativo. El resultado es contundente: cuanto antes se empiece a ahorrar, más podrá el autónomo complementar la pensión que recibirá del Estado.

Para llegar a esta conclusión, la gestora se ha basado en tres supuestos que contemplan aportar la diferencia entre la cotización mínima y la máxima a un plan privado desde los 30, los 35 y los 40 años. Si empieza a los 40, el autónomo podría obtener hasta un 36% más de lo que obtendría de la pensión pública máxima. Empezando a los 35 años la pensión total sería del doble de lo que le pagará el Estado y si decide empezar a los 30 la cantidad a recibir podría triplicarse.

Según la consejera delegada de Quadriga Asset Managers, María Vázquez, lo importante es aprender a planificarse y utilizar las herramientas que proporciona el mercado para invertir adecuadamente en la jubilación. Vázquez asegura que la planificación del futuro no se puede hacer en el futuro e insiste en que cuanto antes se empiece a ahorrar mayor será el rendimiento.

Desde la gestora recomiendan diversificar las fuentes de ingresos de cara a la jubilación, de forma que el futuro económico del autónomo y de su familia no dependa de un solo pagador, el Estado. Con dos fuentes de ingresos, insisten, se limita la incertidumbre y se gana en tranquilidad, permitiendo abordar el futuro con mayores garantías.

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