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Crisis en el PSOE

Sánchez propone un congreso extraordinario en noviembre

Sánchez propone celebrar un congreso extraordinario del PSOE el 12 y 13 de noviembre La presidenta del Comité Federal del PSOE, Verónica Pérez, han instado a que la Comisión de Garantías aclare la situación

La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, mermada por la renuncia de 17 miembros y no reconocida por el sector crítico, ha convocado un comité federal extraordinario para este sábado 1 de octubre, cuya única misión será convocar, a su vez, un congreso federal extraordinario para el fin de semana del 12 y 13 de noviembre que sirva para ratificar al nuevo secretario general del partido y elegir a una nueva comisión ejecutiva federal.

Así, la Ejecutiva del partido, formada por los 18 dirigentes que se han mantenido leales a Pedro Sánchez, ha propuesto la celebración de primarias el próximo 23 de octubre. Un proceso al cual el actual líder de los socialistas tiene intención de presentarse, según desveló en una entrevista en El Diario. “Son las fechas que determina el reglamento”, aseguró Iratxe García Pérez, portavoz del PSOE en el Parlamento Europeo, al salir ayer de la reunión de la Ejecutiva.

La dirección socialista argumenta, en un comunicado repartido a primera hora de la tarde, la comisión afirma que "la normativa reguladora de la estructura y funcionamiento general del partido en su artículo 68 no prevé en ningún caso la disolución de la Comisión Ejecutiva Federal, siendo esta el único órgano con competencia para ello". Asimismo, ha querido hacer un llamamiento "inequívoco a la serenidad y la calma de todo el partido en estos momentos inéditos en la vida interna del PSOE".

Los 17 miembros dimitidos de la Comisión Ejecutiva no podrán acudir a la reunión del Comité Federal de este sábado, ya que al abandonar la dirección del partido dejan de pertenecer a este órgano, según alegaron fuentes de la dirección sanchista. Únicamente dos de ellos, el presidente valenciano Ximo Puig y el castellanomanchego Emiliano García-Page, tiene derecho a asistir a la convocatoria, ya que tanto los secretarios generales de las federaciones como los barones son considerados miembros natos del Comité Federal, del que forman parte aproximadamente 300 socialistas.

Horas antes, la guerra abierta en el PSOE se intentó trasladar a la Comisión de Garantías, que debería ser la que determine si Pedro Sánchez sigue o no al mando del partido tras la dimisión ayer de 17 miembros de la ejecutiva socialista. La presidenta de la Mesa del Comité Federal del PSOE -máximo órgano entre Congresos-, Verónica Pérez, se ha arrogado hoy la condición de ser la única autoridad del partido en este momento: "La única autoridad que existe en el PSOE es la presidenta del Comité Federal, que le guste o no a alguno, soy yo", exclamó Pérez este jueves a las puertas de la sede federal del partido, en la madrileña calle Ferraz.

La también secretaria general del PSOE de Sevilla permaneció en el vestíbulo de la sede federal durante dos horas, junto con dos miembros de su equipo y vigilada en todo momento por el equipo de seguridad del partido, esperando a que algún responsable de la organización se reuniera con ella, algo que no ocurrió. Se ha marchado pasado el mediodía alegando que estaba "triste" por la situación. Su objetivo era comenzar a preparar el Comité Federal del sábado.

El sector crítico ha pedido públicamente la convocatoria de la Comisión Federal de Ética y Garantías para que interprete los estatutos y dirima la situación existente en el partido. Pérez entregó en el registro de Ferraz una solicitud pidiéndolo, acompañada de Goyo Martínez, gerente del partido. Sin embargo, la Secretaría de Organización del PSOE, liderada por César Luena, emitió minutos antes de la llegada de la andaluza a la sede un comunicado donde consideraba "nula a todos los efectos" la convocatoria de los críticos para hoy de la Comisión de Garantías. El sector sanchista argumentó que era una convocatoria "unilateral" que no cumplía con la normativa. 

Según los estatutos del partido, este órgano, formado por cinco miembros, solo puede ser convocado por el secretario de la Comisión, Félix Bolaños, a instancias de la presidenta del órgano, Isabel Celaá. Ambos socialistas son considerados afines a Pedro Sánchez. Los tres restantes -Wilfredo Jurado, abogado de Tomás Gómez; la eurodiputada aragonesa Inés Ayala y la consejera andaluza María Jesús Montero- forman parte del sector crítico. "Espero que no haya nadie secuestrando este órgano", afirmó Verónica Pérez, tras desvelar que había conversado telefónicamente con todos los miembros de la comisión, excepto la presidenta, la noche anterior.

El escrito registrado esta mañana por Pérez reclama la convocatoria "en un plazo no superior a 24 horas" de una reunión de carácter extraordinario de la Comisión de Ética y Garantías. En caso de no producirse dicha convocatoria, los críticos han anunciado que emitirán un dictamen con "opinión fundada en Derecho" sobre la situación del partido.

La reunión de la Ejecutiva de Sánchez, que comenzó con una hora de retraso y se alargó hasta pasadas las dos de la tarde, ha contado con dos notables ausencias: Carmen Montón, consejera valenciana de Sanidad, y Eva Díaz Tezanos, vicepresidenta del Gobierno de Cantabria. Ambas han alegado incompatibilidad de agendas para poder acudir. Sin embargo los nombres de Montón y Díaz Tezanos sonaron ayer como potenciales dimisionarias, aunque finalmente no unieron sus firmas a las 17 restantes.

La Ejecutiva sanchista se habría reunido, por tanto, con 16 miembros únicamente de los 38 socialistas que fueron elegidos en el último Congreso, que aupó a Sánchez al poder frente a Edu Madina y Pérez Tapias.

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