La Fed avisa de que subirá tipos este año
A pesar de que en las últimas horas algunas casas de análisis como Barclays y BNP apuntaban a la posibilidad de que septiembre fuera la fecha elegida para retomar la normalización de la política monetaria en Estados Unidos, ayer la Reserva Federal optó por la cautela. El banco central estadounidense decidió mantener sin cambios los tipos de interés, que desde el pasado mes de diciembre permanecen en la horquilla del 0,25% y 0,5%.
Y es que en las últimas semanas los datos macro no han ayudado a disipar las dudas, especialmente los referentes a la confianza de los consumidores y empresarios, que fueron peor de lo esperado. Ante esta situación, los miembros de la institución optaron por esperar a conocer nuevos datos que evidencien la robustez de la economía estadounidense. “El argumento para una subida de tipos de interés se ha fortalecido pero se decidió, por el momento, esperar para una mayor evidencia del progreso de la economía que se acerque a los objetivos previstos”, recoge.
No obstante, en el comunicado remitido por el Comité de Mercado Abierto de la Fed, sus miembros señalaron que este año habrá al menos una subida de los tipos, apoyada en la fortaleza del mercado laboral y el crecimiento de la economía. La institución que encabeza Janet Yellen no dio fechas concretas, pero todo apunta a que será diciembre. La próxima cita, prevista para el 2 de noviembre, sería poco probable por dos razones: no incluye rueda de prensa de la presidenta y tendrá lugar justo una semana antes de la celebración de los comicios, fechados para el 8 de noviembre. Asimismo, los futuros de los fondos federales conceden una probabilidad del 21,4% al incremento de los tipos en la próxima reunión frente al 59,6% que se decantan por que la subida tenga lugar en diciembre, emulando lo ocurrido en 2015.
La Fed se atrevió a ir más lejos en sus predicciones y afirmó que el próximo año habrá dos incrementos de las tasas y tres en 2018. Es decir, el ascenso de los tipos será gradual, cumpliendo así el discurso que mantiene desde que el año pasado pusiera fin a nueve años de tipos a cero.
División en el seno de la Fed
Cada vez son más los miembros que se decantan por el alza de los precios del dinero. De hecho, en la reunión de este jueves tres de ellos (los presidentes de la Fed de Boston, Kansas City y Cleveland) votaron a favor del endurecimiento de la política monetaria. Preguntada por esta división en el seno de la institución, Yellen afirmó que “es positivo que “existan diversas opiniones”.
En la rueda de prensa que siguió a la cita, la presidenta aseguró que no se perciben señales de sobrecalentamiento con lo que todavía disponen de margen para continuar con su política ultralaxa.Asimismo, se apresuró en rechazar la acusación vertida por el candidato republicano, Donald Trump, que llegó a afirmar que la Fed está retrasando el alza de los tipos a la espera de conocer el resultado electoral. “No discutimos de política en nuestros encuentros y no tomamos en cuenta la política a la hora de tomar nuestras decisiones”, subrayó.
El organismo que dirige Yellen aprovechó la ocasión para dar a conocer las nuevas previsiones macroeconómicas. Según sus estimaciones, la economía crecerá un 1,8% este ejercicio, dos décimas menos que lo previsto en junio. Por su parte, la tasa de empleo cerrará en el 4,8%, desde el 4,7% anterior, y la inflación en el 1,3% (1,4% previo). El banco central de Estado Unidos retrasa a 2018 el objetivo del 2%.
La decisión de la Fed fue recogida inmediatamente por los inversores. La Bolsa estadounidense afianzó las ganancias y, al cierre, el Dow Jones se anotó un 0,9% mientras el S&P 500 y el Nasdaq subieron un 1%. Por su parte, el dólar, que durante la mayor parte de la jornada se había mantenido al alza, optó por la corrección y al cierre de Wall Street se cambiaba a 0,89 euros por unidad.