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Banca

Larena da un vuelco al organigrama de Popular con nuevas direcciones

Apuesta por nuevos nichos de negocio e impulsa la digitalización Francisco Sancha, hasta ahora responsable financiero del grupo, pasa a ser el director general de la nueva división inmobiliaria

Edificio de Banco Popular
Edificio de Banco Popular

El nuevo número dos de Popular, que sustituyó el pasado 29 de julio al defenestrado Francisco Gómez, ya tiene perfilado gran parte del plan de revisión de todas sus actividades comerciales. El objetivo es recuperar la rentabilidad perdida durante los últimos ocho años como consecuencia de su enorme inversión en el ladrillo durante la burbuja, lo que ha lastrado sus cuentas y ha desplomado la cotización.

El comité de dirección del banco, de hecho, examinó el viernes una propuesta con el nuevo organigrama diseñado por Larena y el presidente de la institución, Ángel Ron. Popular así contará con dos patas separadas y fundamentales, una de negocios de la que cuelgan varias direcciones generales, dirigida por José Ramón Alonso, y otra inmobiliaria encabezada por Francisco Sancha.

Crea así una dirección general de transformación digital, en la que se ha nombrado a Fernando Rodríguez Baquero como director general, y coloca al hasta ahora responsable territorial de Banco Pastor, José Manuel Hevia, al frente de la dirección de negocios especializados (una nueva estructura de la red comercial). Hasta ahora la red comercial, que contaba con las pymes como principal negocio, estaba dirigida por Antonio Pujol, que se prejubila. También se prejubila Rafael de Mena, que era el responsable de participadas.

El reto de devolver la rentabilidad a la entidad

Francisco Sancha ya había tenido bajo su responsabilidad la cartera inmobiliaria de Popular hace unos años, cuando el banco no estaba sometido a tanta presión como en la actualidad.

La función de este ejecutivo de la casa, como todos los que ha nombrado Larena (único que ha sido fichado de fuera y proviene de Deutsche Bank) es una de las más complejas del banco.

Debe deshacerse del lastre del ladrillo que ha ido acumulando Popular en los años de la burbuja, y que le han llevado a perder totalmente su rentabilidad y acometer en mayo su tercera ampliación de capital en tres años, en esta ocasión por 2.500 millones de euros.

Hasta ahora el responsable de Alisade, la firma que gestiona los activos tóxicos de Popular, era Pedro Berlinches. El proyecto es crear una sociedad independiente en la que colocará todos sus activos improductivos y desconsolidarlos del balance, para lo que está previsto que Deutsche entre en el capital de la sociedad. El plan pasa por deshacerse de 15.000 millones en activos inmobiliarios en tres años. De momento, este ejercicio provisionará 4.700 millones por este lastre y presentará previsiblemente unas pérdidas de 2.000 millones. En la nueva sociedad para agrupar todos sus activos tóxicos Popular espera tener como principal accionista a Deutsche Bank. La idea es vender estos activos a otros grandes inversores. El banco ha suspendido el dividendo para este año y espera poder volver a abonarlo el próximo ejercicio, según su plan de saneamiento aprobado con la ampliación de capital que acometió entre mayo y junio de este año.

Alonso, que dependerá de Larena, ya era el responsable de la director general de negocios, pero, ahora la estructura de esta división sufre una transformación, y se dividen en varias áreas, y se aprovecha para que la tradicional apuesta del banco por el negocio de pymes pierda cierto peso al impulsarse otros negocios, como jóvenes, consumo y digital, entre otros. Aunque esto no significa que Popular aparque el negocio de pymes.

Además de transformar la dirección responsable de la red comercial, la entidad también ha modificado el área que la dirección de banca de clientes que llevaba hasta ahora Miguel Ángel Luna, que gana influencia en el banco. Este ejecutivo pasa ahora a ser el responsable de inteligencia comercial y segmentos. Esta división se encargará de los nuevos nichos de negocio.

José Ángel Amor, antes director comercial, se encargará ahora de otros canales. Rodríguez Baquero asume más protagonismo en el nuevo organigrama, ya que pasa de ser el responsable de tecnología a llevar la nueva dirección general de transformación digital, con la que se pretende acelerar el proceso de digitalización de Popular, una de sus asignaturas pendientes, según apuntan varias fuentes.

La segunda pata de la entidad es la de negocios no recurrentes, o lo que es lo mismo el inmobiliario, para la que se ha nombrado a Francisco Sancha, hasta ahora responsable financiero.

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