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Columna
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Los camiones, nueva parada del imperio VW

Si la estrategia de compras de VW previa es un modelo, esta adquisición puede ser un paso hacia la absorción

Logotipo de Volkswagen en uno de sus vehículos.
Logotipo de Volkswagen en uno de sus vehículos. EFE

Convertir a Volkswagen en una empresa de movilidad global, que vende desde motos a camiones en cualquier parte, era el objetivo de Martin Winterkorn. Su sucesor, Matthias Müller, que llegó al poder en medio del escándalo de las emisiones, se comprometió a simplificar el imperio de VW. No obstante, el plan de adquirir una participación del fabricante estadounidense de camiones Navistar parece una vuelta atrás.

Si la estrategia de compras de VW previa es un modelo, adquirir el 16,6% de Navistar por 256 millones de dólares puede ser un paso hacia la absorción. El grupo se hizo con el control de los fabricantes de camiones MAN y Scania en varias fases. La expansión en Norteamérica es el siguiente movimiento lógico en la creación de una división global de estos vehículos, al ser uno de los mayores mercados de camiones y con los márgenes de beneficios de explotación más altos.

Sin embargo, VW ha elegido un socio débil, que estropeó el desarrollo de una nueva generación de motores más limpios para camiones y ha registrado pérdidas netas en 14 de los últimos 15 trimestres. Su cuota de mercado en camiones de gran tamaño se ha reducido a la mitad desde 2010 y los analistas esperan un margen operativo del 4,6% para 2017, menos de la mitad del de su rival, Paccar.

El saber hacer tecnológico de MAN y Scania podría ayudar a Navistar a superar sus dolores de cabeza en este sentido, mientras que VW le dará motores. Pero está la promesa de Müller de reducir la estructura bizantina de VW. La esperanza es que la compra de parte de Navistar presagie una división. A medida que los fabricantes de camiones tienden a cotizar más alto que los de coches de pasajeros, separarlos les sumaría valor. Una división de camiones más global sería más fácil de vender.

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