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Trump y Farage tienen algo en común

Las encuestas apuntan a que es difícil que el candidato republicano gane las elecciones presidenciales de EE UU. Pero estas no acertaron la victoria de los partidarios del 'brexit'

Donald Trump en un mitín en Fairfield (Connecticut), celebrado el pasado 13 de agosto.
Donald Trump en un mitín en Fairfield (Connecticut), celebrado el pasado 13 de agosto.Reuters

Nigel Farage, el político británico, que defendió firmemente la salida de Reino Unido de la Unión Europea, instó a los estadounidenses en un mitin con Donald Trump a desafiar a la élite votando al candidato presidencial republicano. Farage, al igual que Trump, se basó poco en hechos durante la campaña del brexit y mucho en la ira pública. Una furia similar se está filtrando en el país norteamericano.

Los errores de Trump en el último mes han llevado a encuestas, corredores de apuestas e inversores a pronosticar una victoria de la candidata demócrata Hillary Clinton. Su crítica a los padres de un soldado estadounidense muerto en Irak y su vaga sugerencia de que los partidarios de los derechos de uso de las armas podrían emplear la violencia contra Clinton, contribuyeron a ampliar su ventaja.

Puede que esto resulte a los británicos extrañamente familiar. En Reino Unido durante las semanas previas al referéndum en junio, la mayoría de las encuestas mostraron que los defensores del brexit estaban por detrás. La primera encuesta de voto publicada en la tarde del 23 de junio mostró que ganaban los que querían permanecer en la UE. Sin embargo, al final, los partidarios de la salida componen el 52% de los votos. La élite liberal no pudo medir la ira de los británicos que sintieron que la pertenencia a la UE y la inmigración habían empeorado la desigualdad –o al menos no la habían mejorado–.

Farage aseguró el pasado miércoles que en Estados Unidos podría pasar lo mismo. Trump ha desafiado a los grandes fondos de financiación y a políticos experimentados para derrotar a los rivales republicanos en la carrera presidencial. Múltiples escándalos siguen persiguiendo a Clinton. Aunque la victoria del magnate parece menos que probable, no es impensable.

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