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Coyuntura económica

España crece con fuerza en mitad de la parálisis de la Unión Europea

Encadena cuatro trimestres seguidos a ese ritmo frente a la atonía de la UE Entre julio de 2015 y 2016, el PIB avanzó un 3,2%, en línea con lo previsto para este año

Economñia española

El consumo de las familias sigue siendo el principal generador de crecimiento en España (la demanda nacional aportó 3 de los 3,2 puntos que creció el PIB en el segundo trimestre), aunque el sesgo ha cambiado con respecto a lo sucedido en 2014 y 2015. En esos dos ejercicios, el tirón del gasto de los hogares sirvió para compensar el frenazo del sector exterior, que restaba a las cifras agregadas. Entre abril y junio la tendencia ha cambiado. La aportación de la demanda nacional es ocho décimas inferior al trimestre anterior y el sector exterior pasa de restar cuatro décimas al crecimiento a aportar dos. ¿Por qué se ha producido ese cambio? La principal razón se encuentra en la pujanza de las exportaciones, que crecen a un ritmo del 6,8%, tres puntos más que entre enero y marzo y el mejor dato desde 2014. Las importaciones moderan su crecimiento y crecen un 6,6%, lo que ofrece un saldo positivo entre ventas y compras al exterior.

El empleo crece un 3% y se han creado 484.000 puestos en el último año

Las exportaciones de mercancías aumentan con fuerza, al pasar de un avance anual del 3,8% en el primer trimestre a otro del 6,6%, y crecen aún más las de servicios, que repunta del 2,6% al 5,3%. El empleo aumenta, pero a menor ritmo. De hecho, se desacelera tres décimas tanto en términos trimestrales (del 0,9% al 0,6%) como interanuales (del 3,2% al 2,9%). En total, se han generado en los últimos 12 meses 484.000 puestos de trabajo a tiempo completo. Dado que el empleo crece más que el PIB, la productividad ha acelerado tres décimas su crecimiento, del 0,1% al 0,4%, si bien este aumento se reduce al 0,3% si se tienen en cuenta las horas trabajadas, que han sido un 0,1% más.

“La inercia no dura para siempre”

El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, resaltó la fortaleza del PIB en el segundo trimestre y adelantó que en el tercero el avance será similar. “Cuánto podríamos haber crecido si hubiéramos tenido un Gobierno con plenas funciones”, dijo Guindos, que advirtió que “esta inercia no dura para siempre”.

Los salarios han crecido a una tasa del 0,8% (frente al -0,1% del trimestre anterior), con lo que el agregado de remuneración salarial (es decir, el total de dinero que va a manos de los trabajadores) ha crecido el 4%, sumando número de asalariados (un 3,2% más) y salario. Los resultados de las empresas suben un 4,6%, el más alto desde 2014.

Este crecimiento de España se produce en mitad de un escenario de parálisis del resto de grandes países de la UE y con un euro apreciándose frente al resto de divisas. La suma de ambos factores anticipa que la demanda externa podría debilitarse y perder la pujanza que ha adquirido en los últimos tres meses. Los datos de crecimiento así lo avalan y son especialmente llamativos en el caso de Francia e Italia (la segunda y la tercera mayor economía de la zona euro. Ambos países no crecieron en el segundo trimestre de este año y eso no ha tenido reflejo todavía en el sector exterior de España, pero seguramente sí lo tendrá en el tercero. Francia es el mayor socio comercial de España, ya que es el receptor del 15,6% de las exportaciones españolas y es el segundo mayor importador de mercancias a España, con un 11,5%, tan solo dos puntos por debajo de Alemania, nuestro principal proveedor.

Italia y Reino Unido también tienen un papel preponderante entre los compradores y vendedores de bienes a España. El país transalpino es el responsable del 7,9% de las exportaciones españolas y del 6,6% de las importaciones, mientras que el porcentaje de participación del Reino Unido baja al 7,8% en el caso de las ventas y al 4,2% en el de las compras. Este último país es fundamental en el caso de los servicios turísticos, ya que es el primer emisor de visitantes a España.

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