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Pequeños gigantes

La fábrica que limpia y desinfecta fábricas

La valenciana Cleanity diseña métodos y productos de higiene industrial para alimentarias y farmacéuticas.

Cleanity colabora con el CDTI en el desarrollo de fórmulas para combatir los ecosistemas microbianos que se adhieren a ciertas superficies.
Cleanity colabora con el CDTI en el desarrollo de fórmulas para combatir los ecosistemas microbianos que se adhieren a ciertas superficies.
Carlos Gómez Abajo

Limpieza e higiene en la industria alimentaria es el objetivo principal de Cleanity, una empresa valenciana con 10 años de experiencia y 25 trabajadores que aplica métodos de limpieza exhaustivos y productos propios a los procesos de las industrias cárnicas, lácteas o queseras, aunque también para los de laboratorios farmacéuticos y empresas de hostelería y restauración.

En 2015, Cleanity registró una facturación de 5,5 millones de euros. La empresa comenzó en 2006 como una división industrial del grupo SPB (Suavizantes y Plastificantes Bituminosos), una compañía con más de 50 años de experiencia en la fabricación y envasado de productos de limpieza.

“Arrancar de la mano de SPB nos permitió tener a nuestra disposición tanto sus centros de producción como su capital humano”, recuerda Mariam Burdeos, quien dirige la empresa desde 2009. Anteriormente la administró Miguel Burdeos, que es director de SPB.

En 2011 inició su expansión más allá de la Comunidad Valenciana, hacia todo el territorio nacional. “Conseguir clientes entre las grandes industrias es complicado, ya que necesitan un partner que, además de calidad, les dé confianza. No obstante, en estos diez años Cleanity ha sabido ganarse la confianza de los clientes”, señala la directora.

Por confidencialidad, no hace públicos los nombres de sus clientes, que superan los 50, entre ellos “importantes centros tecnológicos”, afirma. Su cartera incluye empresas productoras de helados, carnes, quesos, lácteos y alimentos de cuarta gama (productos frescos pelados o troceados, normalmente vegetales, listos para consumir).

Cleanity aplica un método propio, el CleanProcess, que consiste en un análisis y planificación inicial, una implantación y seguimiento, y una evaluación y mejora. En el primer estadio, el de análisis y planificación, los expertos de la firma visitan las instalaciones para detectar las necesidades de cada industria y prescriben los productos que mejor preserven la higiene y la seguridad.

En la segunda fase, un equipo de limpieza implanta la solución diseñada, mientras que el equipo técnico supervisa todo el proceso. “Finalmente, evaluamos y corregimos los resultados, escuchamos las sugerencias del cliente y aplicamos los inputs recibidos para transformarlos en mejora continua”, apunta Burdeos, licenciada en Administración y Dirección de Empresas.

En 2012 recibió los registros necesarios para completar una cartera de más de 100 referencias de productos, que cuatro años después alcanzan las 130. Según explica Burdeos, las fórmulas de las soluciones son muy concentradas y de amplio espectro, por lo que su número es más reducido de lo habitual.

“De esta manera, se facilita el proceso de limpieza, se minimizan costes y se aumenta la eficiencia manteniendo los estándares de calidad, seguridad y eficacia. Se evitan errores y se facilita el turno de limpieza, que debe ser uno más de la producción”.

Los productos de Cleanity incorporan un código Bidi (similar a los QR) que permite escanear la ficha técnica rápidamente.
Los productos de Cleanity incorporan un código Bidi (similar a los QR) que permite escanear la ficha técnica rápidamente.

Temperatura y calidad del agua

La temperatura óptima del agua influye positivamente en el proceso de limpieza, explican en Cleanity.También son fundamentales el tiempo de actuación, la acción mecánica y la elección y concentración del producto químico.

Asimismo, la calidad del agua es crucial para el proceso, ya que las calcáreas o duras dificultan la limpieza.

La gama principal de productos de Cleanity es Cleanity Premium, dirigida a superficies y equipos de la industria alimentaria. La limpieza y desinfección de instalaciones, utensilios y superficies incluye el tratamiento de contaminaciones cruzadas, es decir, la transmisión de microorganismos a un alimento por parte de los propios manipuladores o de los elementos del entorno.

Las líneas de investigación del grupo son principalmente tres: biofilms (microorganismos), eliminadores de olores y alérgenos. Los biofilms se forman cuando una superficie permanece húmeda demasiado tiempo. Para resolver este problema, Cleanity propone un desengrasante oxigenado que es capaz de eliminar la capa de bacteria en apenas 15 minutos.

Uno de los últimos productos desarrollados por Cleanity es el Gel AQDermo, dirigido a operarios de empresas que, por normas de higiene industrial, deben lavarse las manos frecuentemente, como manipuladores de alimentos en cárnicas, fábricas de embutidos, pescaderías, oleícolas, cereales, lácteos, frutas y verduras, etc. El gel permite que, pese a los repetidos lavados, la piel no se reseque ni agriete y quede suave e hidratada.

En cuanto al sector de equipos de cocina, la compañía cuenta con dos soluciones: Alkides, para la limpieza de hornos en continuo, y CIP Alcalino HS40, para freidoras industriales. Alkides es un detergente espumante alcalino, especialmente útil para retirar suciedades difíciles y requemadas, mientras que el segundo es un antiespumante.

En el sector farmacéutico, Burdeos indica que su empresa “está trabajando con soluciones específicamente formuladas para las necesidades de los laboratorios y con otras de Cleanity Premium que también aseguran los estándares de seguridad requeridos por esta industria”.

En el ámbito de la cosmética, la empresa “cuenta con la ventaja de disponer de una sala blanca [con baja contaminación] en una de sus plantas de producción”. En esta instalación se producen y envasan soluciones que han sido aprobadas por la Agencia Española de Medicamentos, así como productos sanitarios destinados a la higiene personal.

Además, Burdeos señala que su planta también les permite realizar pruebas con las soluciones cosméticas al disponer, por ejemplo, de circuitos clean-in-place (para limpiar instalaciones sin desmontarlas).

Cleanity presentó recientemente una nueva clase de productos solubles en agua específicamente ideados para la limpieza profesional en hostelería y restauración. Se trata de cápsulas que permiten optimizar al máximo los consumos, minimizar el impacto ambiental y facilitar los transportes.

La gama, Cleanity Caps, consta de fregasuelos perfumados y no perfumados exigidos por la industria alimentaria y que pueden aplicarse tanto de manera manual como mecánica. Esta nueva categoría incluye también limpiacristales y limpiador de baños.

Además de todas estas gamas específicas, Cleanity también cuenta con la línea Cleanity Basics, para limpieza profesional y que pueden aplicarse en higiene personal, cuidado de suelos, cocinas, baños e higiene en general.

Los empleados de Cleanity seleccionan los productos y métodos más adecuados en función del cliente.
Los empleados de Cleanity seleccionan los productos y métodos más adecuados en función del cliente.

Programas de voluntariado

Los trabajadores de Cleanity pueden participar en el programa de voluntariado de la empresa, que comprende talleres formativos dirigidos a colectivos en riesgo de exclusión social, a los que imparten clases sobre usos de productos de limpieza industrial desde una perspectiva técnica y de seguridad, y talleres de mentorización para emprendedores.

También hay un programa de voluntariado deportivo (participación en olimpiadas, torneos deportivos, carreras y diferentes competiciones con fines solidarios), y otro infantil, que busca acercar la química a niños y jóvenes a través del juego.

Por último, tienen la oportunidad de participar en recogidas de alimentos y voluntariado medioambiental (recogida de residuos).

La directora de la compañía, Mariam Burdeos, es integrante del Consejo Rector del Centro Tecnológico Ainia, que prueba gran parte de los desarrollos de Cleanity.
La directora de la compañía, Mariam Burdeos, es integrante del Consejo Rector del Centro Tecnológico Ainia, que prueba gran parte de los desarrollos de Cleanity.

Datos básicos

FacturaciónLa empresa factura unos 5,5 millones de euros anuales y cuenta con una plantilla de 25 trabajadores. Desde 2006 trabaja con una cartera de 50 clientes de toda España, principalmente del sector alimentario, aunque también del farmacéutico y de la hostelería.

MatrizLa compañía es una filial de SPB, empresa de productos de limpieza del hogar y cuidado personal, que cuenta con 400 trabajadores y 40 expertos en I+D. Está dirigida por el licenciado en Ciencias Químicas Miguel Burdeos, padre de Mariam, la directora de Cleanity.

Calidad certificadaLa gestión medioambiental de la empresa y la calidad de sus productos poseen certificaciones como la ISO14001 y la 9001. Además, la compañía ostenta la Marca AISE, que garantiza la sostenibilidad de sus detergentes y productos de limpieza, y cumple la normativa BRC, establecida por la Asociación de Minoristas Británicos, BRC (British RetailConsortium).

Bienestar del equipoEl proyecto fórmula Wellness pretende que los trabajadores se responsabilicen de su propia salud y bienestar ante los posibles riesgos de su actividad. En ese marco, han creado comisiones de diversidad e igualdad, de alimentación y deporte, y de salud y bienestar, entre otras.

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Sobre la firma

Carlos Gómez Abajo
Licenciado en Físicas, máster en Periodismo UAM-El País y posgrado en Información Económica. Es redactor de Opinión de Cinco Días, y también ha escrito en Mercados y en la sección de ocio/lujo. Ha trabajado en el portal de noticias científicas Tendencias 21 y ha hecho traducciones, la mayoría de tipo económico.

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