Lloyd’s recibe un golpe post ‘brexit’
El banco británico acumula menos riesgo que en 2008 pero se enfrenta a una recesión doméstica y su historial de dividendos ahora parece menos cautivador.
Lloyd’s Banking Group es uno de los perdedores del brexit. El banco británico descartó ayer su objetivo de sumar dos puntos porcentuales a su ratio de capital este año, y aseguró que en los próximos podrían verse afectados de forma similar. No es una buena noticia para sus inversores más optimistas –ni para el Gobierno británico–.
La votación de Reino Unido a favor de abandonar la Unión Europea contribuyó a que Lloyd’s redujera en 1,6 puntos su objetivo de generación de capital de dos maneras. Aunque la mayor parte de sus activos están denominados en libras esterlinas, sus activos en dólares estadounidenses y en euros conllevan ahora mayor riesgo a causa de los movimientos de las divisas, lo cual eleva el denominador en sus cálculos de adecuación de capital. Y la probabilidad de que los tipos de Reino Unido bajen o se reduzcan durante más tiempo del esperado afectaría a las ganancias.
La probabilidad de que los tipos de Reino Unido bajen afectaría a las ganancias de la entidad
Lloyds todavía tiene un índice de capital ordinario Tier 1 del 13% y elevó su dividendo ordinario. El banco ha reafirmado su objetivo de margen de interés neto. También ha incrementado su planificación de recortes de costes en 400 millones de libras (unos 470 millones de euros) hasta 1.400 millones para finales de 2017.
Por otra parte, las propuestas de reformas bancarias globales de Basilea podrían pedir a los bancos que acumularan más capital para protegerse frente a multas y errores operacionales, lo cual podría afectar a Lloyd’s de forma desproporcionada.
El Gobierno británico aún posee el 9% de Lloyd’s. Si quiere venderlo en cualquier momento dentro de no mucho tiempo tendrá que hacerlo por debajo del precio de 74 peniques al que adquirió su participación tras la crisis financiera mundial de 2008. La necesidad de conseguir que las finanzas estatales tras el brexit estén en orden –y el potencial que esto da para una venta más rápida de los bienes del Estado– es el único rayo de luz para Lloyd’s tras el referéndum del 23 de junio.