Meller, unas gafas que multiplican los ingresos
La firma catalana facturó 500.000 euros en 2015. Este año ya lleva 2,4 millones
Lograr la facturación prevista para un ejercicio en solo seis meses es algo que toda empresa querría apuntarse en su carrera. Meller, una insignia catalana de accesorios con menos de dos años de recorrido, lo ha conseguido. En 2015 ingresó 500.000 euros y se marcó el objetivo de multiplicar esta cifra por cuatro este año. Sin embargo, en junio ya sumaba 2,4 millones, lo que ha hecho que suba su meta para 2016: cinco millones.
La marca, que comercializa gafas de sol y relojes, aunque, según uno de sus cofundadores y consejero delegado, podría ampliar su catálogo de productos, comenzó en Kuala Lumpur. Finalizada la carrera, Sergi Benet y los otros dos creadores de la firma, Borja Nadal y Marco Grandi, muy interesados por el emprendimiento, participaron en una incubadora de startups en Malasia. Allí nació la idea de “lanzar una marca de gafas centrada en el ecommerce”, explica Benet. Sin embargo, la incubadora no aportaba un elemento fundamental para el proyecto: capital.
Sin posibilidades, regresaron a España –su objetivo siempre había sido lanzar la marca en Barcelona– y empezaron a trabajar por su cuenta. En mayo de 2014, Meller estaba en el mercado y lograba una facturación de 45.000 euros. “En invierno vimos que las ventas bajaban e intentamos arrancar en Australia, pero no fuimos capaces de vender”, relata el CEO. Habían perdido el beneficio obtenido en el verano, pero no abandonaron. Comenzó entonces la búsqueda de inversores, que, desde entonces, no han dejado de interesarse por ellos. Tras la presentación de su proyecto en la aceleradora Connector, ya habían captado algunos y cerraron una ronda puente de 42.000 euros, que les permitió fichar un nuevo miembro para su equipo, Christian Erthel, y prepararse para el lanzamiento definitivo en 2015.
Desde entonces, Meller no ha cesado de crecer. El aumento del presupuesto destinado para marketing digital –un millón de euros para este año– ha hecho que las ventas se hayan disparado y hayan incluso cancelado o aplazado varias rondas de inversión. Las acciones con influencers y la viralización de sus campañas ha sido fundamental, aseguran. Internet les sirve para descubrir las tendencias, aunque visitan ferias internacionales y siguen a diseñadores italianos para adaptar todas estas ideas a sus modelos, fabricados en China y Japón.
El equipo, formado ya por 16 personas, no descarta la posibilidad de llegar a las tiendas físicas, pero se sienten “a gusto en las redes”. Son una marca internacional: más del 50% de las ventas se desarrollan fuera de España, en Francia, Portugal, Reino Unido o Alemania.