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Política monetaria

Draghi pide un cortafuegos público para la banca

El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) no ha dado sorpresas y ha decidido mantener intactos los tipos de interés en el mínimo histórico del 0%.

Vista del logotipo del Banco Central Europeo (BCE) en su sede de Fráncfort, Alemania.
Vista del logotipo del Banco Central Europeo (BCE) en su sede de Fráncfort, Alemania.EFE

Era la primera reunión del BCE tras la victoria del brexit en el referéndum de Reino Unido. A diferencia del Banco de Inglaterra, que no cumplió con el guión previsto y la semana pasada decidió dejar los tipos de interés sin cambio, en esta ocasión Mario Draghi se ciñó a lo previsto por los analistas. El consejo de gobierno de la institución monetaria acordó mantener sin cambios el precio del dinero, que permanece en su mínimo histórico del 0%, así como la facilidad de depósitos (importe que deben pagar los bancos por dejar su dinero en la caja fuerte del BCE), que continúa en el -0,4%.

Pero como viene siendo habitual en las comparecencias de Mario Draghi, el banquero italiano recurrió a su célebre frase de que “el BCE actuará si es necesario con todas las herramientas disponibles”. Es decir, el presidente de la institución europea dejó la puerta abierta a adoptar nuevas medidas de estímulo económico para garantizar la recuperación de la economía en la eurozona y velar por la estabilidad de los precios.  Eso sí, volvió a pedir a los Gobiernos la necesidad de acometer reformas estructurales y pidió que la implementación se acelere"sustancialmente" para reducir el desempleo y ampliar la "producción potencial".

Junto al brexit, y el análisis de sus consecuencias, uno de los temas que acaparó la atención durante la rueda de prensa fueron las declaraciones efectuadas sobre la salud del sistema bancario.Preguntado por el efecto de la consulta británica en la banca, Mario Draghi reconoció el impacto negativo que tuvo en los bancos, algo que adquiere protagonismo en una economía como la de la eurozona en donde las entidades ocupan un papel central. “Los bancos más perjudicados han sido aquellos que tenían mayor cantidad de préstamos no bancarios”, señaló. Ante este escenario, el máximo responsable de la autoridad monetaria admitió que el coste de capital podría aumentar y que esto provocaría una reducción de la rentabilidad de los créditos. “El problema de los bancos de la zona euro no es de solvencia, sino de rentabilidad”, sostuvo el presidente del BCE, que aprovechó para asegurar que a pesar de las dudas las entidades estas se encuentran en “una situación mucho mejor que en 2009”.

Draghi reconoció que los préstamos no rentables son un problema al que hay que hacer frente y apuntó a la posibilidad de que la solución se encuentre en adoptar un enfoque de supervisión más coherente, un mercado de préstamos dudosos y la acción gubernamental como cortafuegos, pactada con la Comisión y de acuerdo a la legislación. Julio Martínez, director de inversiones de CNP Partners, asegura que el discurso de Mario Draghi ha insuflado energía al sector bancario tras afirmar que las ayudas públicas para el sector financiero, en relación a Italia, pueden ser necesarias.

El banquero italiano destacó el papel adoptado por los bancos centrales frente al brexit y afirmó que gracias a la liquidez puesta en marcha ni el mercado financiero ni el bancario se ha resentido. “El brexit es un riesgo a la baja para la economía”, indicó. Por si quedaba alguna duda, recordó que las previsiones de caída oscilan entre el 0,2% y el 0,5%. Eso sí, para evitar que la corrección sea mayor todo dependerá de cuánto tarden en completarse las negociaciones y de cómo se gestione la salida de Reino Unido.

Draghi no entró a valorar las sanciones efectuadas por la Comisión Europea a España y a Portugal por el incumplimiento del objetivo de déficit y se limitó a señalar que eso es asunto de la Comisión. Asimismo, la máxima autoridad en política monetaria advirtió que la inestabilidad que atraviesan los mercados no tienen como único origen a la eurozona sino que proceden de otras partes del mundo. “Vientos en contra para la recuperación económica en la zona del euro incluyen el resultado del referéndum en el Reino Unido y otras incertidumbres geopolíticas, las débiles perspectivas de crecimiento de las economías emergentes, los ajustes necesarios de los balances en una serie de sectores y un lento ritmo de implementación de las reformas estructurales”, subrayó. En referencia a lo acontecido la semana pasada en Turquía, el banquero italiano afirmó que es muy complicado saber cómo afecta esto a los mercados.

Ante el cuestionamiento que se ha hecho en los últimos tiempos a las medidas del BCE, especialmente por parte de Alemania, Draghi quiso dejar claro, sin aludir a nadie, que los estímulos “han sido altamente efectivos” y como ejemplo citó los tipos mínimos para la concesión de créditos. “Ahora cuando se habla de la recuperación del crédito se menciona la palabra competencia y no riesgo”, afirmó.

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