¿Y si se vacía la ‘hucha’ de las pensiones?
Los expertos debaten qué hacer a partir de fines de 2017.
La historia ha empezado a resultarnos familiar. Cada vez que llega la paga extra de Navidad o de verano a los pensionistas les entra la angustia. ¿Habrá dinero para la siguiente?, se preguntan. Y es que una vez más el Gobierno ha tenido que echar mano del Fondo de Reserva de la Seguridad Social (FRSS) para poder afrontar la mensualidad extraordinaria, una práctica que está dejando en los huesos la hucha que durante años se fue engordando como colchón para el futuro.
Y las previsiones no son optimistas ya que “cada año el déficit será mayor porque mientras el gasto por pensiones aumentará significativamente por la llegada a la jubilación de la generación más numerosa de la historia de España, los ingresos no aumentarán en la misma medida, al menos mientras tengamos salarios bajos y temporalidad en el empleo”, explica Álvaro Monterde, director de previsión social de March JLT.
Entonces, ¿qué hacemos? En opinión de Miguel A. Menéndez, director de previsión social de Mercer, “debería de existir un pacto de Estado, independientemente del Gobierno que haya, que trate el futuro de las pensiones y que lleve a cabo las reformas necesarias para equilibrar las pensiones. Estas no pasan por crear un impuesto específico o rebajar las prestaciones, como ya se hizo en las reformas de 2011 y de 2013, sino en reformas estructurales”.
Los expertos aconsejan un pacto de Estado, reformas estructurales y fomento del ahorro privado
“Pensar que solo con la creación de un impuesto se va a arreglar el futuro de las pensiones es no entender la magnitud de las consecuencias del envejecimiento de la población que se nos viene encima”, asegura Monterde respecto a la propuesta de algunos expertos, incluidos los del PSOE.
El responsable de March JLT cree que solo a través de un conjunto de medidas se podrá abordar el problema del déficit en las pensiones públicas y prevé que estas se reducirán, especialmente las más altas; se retrasará la edad de jubilación para todos sin excepciones, se eliminará la posibilidad de cobrar simultáneamente dos pensiones públicas, se crearán nuevas figuras impositivas y se potenciará el ahorro privado.
Pero tal y como resalta Gregorio Gil de Rozas, responsable de pensiones de Willis Towers Watson, que se vacíe el Fondo de Reserva tiene un doble impacto: económico, pero también emocional, “porque los ciudadanos en ese momento se darán cuenta de que tenemos un verdadero problema”.
Ante esa situación, Gil de Rozas cree que los políticos estarán obligados a ser transparentes en el análisis de la situación y en la propuesta de medidas para evitar una lucha intergeneracional. “Esperamos que los ciudadanos incrementen sustancialmente su ahorro para poder compensar las futuras bajadas de las pensiones públicas una vez que se jubilen”, subraya.
¿Y cuándo es el día D?
En el último estudio de Willis Towers Watson sobre el Fondo de Reserva de la Seguridad Social (FRSS) se auguraba que, en el escenario neutral, este podría desaparecer en 2024 y en el peor escenario, en 2020. “Después de las disposiciones realizadas a finales de 2015 y este mes de julio, pendiente todavía de actualizar nuestro estudio, creemos que van a empeorar sensiblemente ambos escenarios y que el FRSS podría desaparecer en dos o tres años”, dice Gil de Rozas.
“El Fondo de Reserva está sentenciado a muerte y la agonía ya no durará mucho”, asegura el director de previsión social de March JLT, para quien la fecha fatídica está aún más cerca a tenor de sus cálculos: actualmente el fondo equivale a algo más de tres mensualidades de la nómina de los pensionistas y, como este se ha venido utilizando para pagar las extras, ya que los ingresos por cotizaciones sociales no son suficientes, una vez que se hayan efectuado tres pagas extras, la hucha desaparecerá y esto ocurrirá en diciembre de 2017.
“Debemos centrar nuestra atención no en que el fondo se agota, que se agotará más o menos pronto, sino en cómo reformar las pensiones; si vamos a un modelo asistencial de garantías mínimas para todos o probamos nuevas fórmulas mixtas de financiación y prestación”, propone Menéndez, director de previsión social de Mercer.