_
_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El reto del turismo en un mundo digital

El verano es para muchos un sinónimo de viajar. Las vacaciones de esta época son un momento especialmente popular para visitar otros países, ciudades y culturas. Desde una perspectiva económica, los próximos meses son una oportunidad para los negocios de todos los lugares del mundo, y garantizar a los visitantes una experiencia agradable es vital para aprovechar esta oportunidad. Hay que tener en cuenta, además, que el turismo se ha convertido en un sector clave para muchos mercados.

Según la OMT, el número de turistas internacionales alcanzó la cifra récord de 1.200 millones en 2015. Y uno de cada 11 trabajos en el mundo está relacionado con el turismo. En este sentido, los pagos electrónicos conectan a los viajeros de todo el mundo con los negocios globales y locales y desempeñan un papel fundamental para facilitar la vida de los turistas, beneficiar a los comerciantes y negocios para optimizar el flujo de viajeros y ayudar a los emisores a estrechar su relación con los clientes en cualquier parte del mundo. Para Europa, la importancia de este sector es crucial debido a su potencial económico y de generación de empleo. A fin de cuentas, si no podemos competir con las economías emergentes en términos de costes, debemos hacerlo en términos de experiencia y calidad. En este sentido, cinco de los Estados miembros de la Unión Europea figuran entre los diez destinos principales del mundo. Y todas estas llegadas se traducen en beneficios para los ciudadanos, gobiernos y comerciantes. Solo un ejemplo: España registró en 2014 una recaudación por el turismo de 49.000 millones de euros, la cifra más elevada de la Unión Europea. Sin duda, el turismo puede jugar un papel fundamental en el desarrollo de la región.

Las ciudades no pueden permitirse perder la oportunidad que ofrecen los viajes de placer. Por ello, deben desarrollar su oferta cultural y de ocio, pero también aprovechar la innovación y la seguridad para hacer más fácil la vida de los visitantes y proporcionales una experiencia más completa. Los pagos electrónicos son un aliado fundamental en esta misión, ya que contribuyen a hacer que la experiencia de los visitantes sea más barata, segura e inteligente, especialmente si tenemos en cuenta que estamos en medio de una transformación global en la que las personas están pasando de un mundo offline y desconectado a estar conectados constantemente. Hoy ya hay 3.000 millones de usuarios en internet, en comparación con el millón de usuarios que había hace 10 años. Esto representa el 40% de la población mundial. En 2014, más de dos tercios de los billetes de avión y más de la mitad de los billetes de tren fueron reservados online. De la misma forma, más de la mitad de las reservas de alojamiento se realizaron online.

Y esta transformación no se limita solo al entono online, sino también al móvil. Según los datos que manejamos, se calcula que el tráfico mundial de datos móviles se multiplicará por 11 entre 2013 y 2018. El volumen global de pagos móviles en 2012 era de 163.100 millones de dólares, y se espera que aumente hasta los 721.400 millones para 2017. De hecho, ese año, la tecnología Near Field Communications (NFC) u otras tecnologías contactless generarán un valor de 64.000 millones de dólares en transacciones. Igualmente, el 75% de los smartphones de todo el mundo incluirán un chip controlador NFC para pagos contactless para finales de 2019.

Es por ello que estamos seguros de que veremos más cambios en el ecosistema de pagos en los próximos cinco años que los que hemos visto en las últimas cinco décadas. Las tecnologías de pago basadas en la nube, que ya están probando varios emisores en 15 países, son otra solución que ofrece beneficios añadidos tanto a los consumidores como a los emisores, dando más flexibilidad, y que acelerarán el desarrollo global de los servicios móviles. Otra novedad que cambiará la forma en que compramos es la autenticación biométrica. El uso de un rasgo personal único, como nuestro rostro o huellas dactilares para verificar la identidad del titular de una tarjeta está siendo ya testado y podría suponer el fin de las contraseñas.

Al fin y al cabo, la industria del turismo está basada en experiencias y la tecnología debería contribuir a hacer de estas experiencias más fáciles y confortables. En un mundo global y digital, la tecnología debería actuar como un hilo invisible que une a todas las partes. En este sentido, los pagos electrónicos conectan a los consumidores, a los comercios, tanto online como físicos, a los bancos y a las ciudades, permitiendo a los viajeros perderse sin perder dinero, tiempo o tranquilidad.

Carlo Enrico es Presidente de Europa Occidental de MasterCard

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_