El director de ‘brexit’, el nuevo ejecutivo de las empresas
Las compañías están alerta por la situación de sus empleados europeos en suelo británico Firmas como KPMG han incorporado ya a sus filas a este perfil
Las grandes organizaciones que apuestan por mercados emergentes y poco conocidos, cuentan en sus filas con equipos encargados de gestionar la andadura. Suelen ser países que se mueven en entornos cambiantes y en un clima de inestabilidad, y muchas veces son necesarios los consejos de los expertos para tomar decisiones. Quién iba a pensar que algo parecido ocurriría con la sexta economía mundial, Reino Unido, dos semanas después de que el referéndum respaldase la salida de la Unión Europea (UE).
“La decisión del país supone un evento trascendental que tendrá importantes efectos sobre nuestros clientes”, explica la directora de impuestos, pensiones y servicios legales de KPMG en Reino Unido, Karen Briggs, que recientemente ha sido nombrada, también, responsable de brexit para la firma en el país. La consultora global se ha convertido, de esta manera, en la primera gran organización en contar con un ejecutivo en sus filas que gestione la nueva tesitura. “El voto a favor del brexit cambia el concepto del business as usual (el negocio de siempre) de las organizaciones que operan a nivel internacional”, relata Briggs. Por esa razón, añade esta ejecutiva, la situación genera problemas específicos que requieren de un asesoramiento profesional adecuado y experto.
El brexit ha dejado a su paso un panorama de incertidumbre que amenaza a las organizaciones que operan en el país. “Ahora mismo, nosotros tenemos decenas de miles de clientes que están tratando de entender las posibles implicaciones de la salida de Reino Unido de la UE”, prosigue esta directiva, que explica que una de las principales dudas que atormentan a las empresas es en qué quedará la situación de los ciudadanos europeos que trabajan hoy en la isla. “O también, cómo se verán de afectadas las compañías por la nueva Ley de Auditoría europea”. Estas son algunas de las tareas de las que tendrán que encargarse estos profesionales. Los acontecimientos avanzan a una velocidad muy rápida, “y resulta esencial anticiparse siempre que sea posible”, señala.
- Un paso al frente
KPMG se ha puesto las pilas y ha sabido reaccionar a tiempo, pero tal y como explica Briggs, las consecuencias de la salida de Reino Unido son numerosas y abarcan un gran número de áreas de negocio. “En nuestro caso, estoy conformando un equipo de expertos en aquellas disciplinas que son más cruciales para nuestros clientes, como por ejemplo, regulación y gobierno”, alega. Esa es la mayor preocupación de muchos de los clientes de la firma: el efecto que esta decisión va a tener en sus empleados europeos que operan dentro de Reino Unido.
Por eso, dado que los resultados del referéndum están aún muy recientes y las organizaciones, de forma mayoritaria, no cuentan con la información suficiente, el equipo de brexit de la consultora está trabajando bajo una estrategia a la que denominan 2-2-2. “En ella planteamos a nuestros clientes que tengan en cuenta las necesidades que les genera este desenlace en tres periodos de tiempo: dos semanas, dos meses y dos años tras el referéndum”, aconseja.
Otro de los detalles a tener en cuenta por estos profesionales es que el brexit no es una cuestión que afecta solo a Reino Unido, sino que tiene consecuencias globales. En España, por ejemplo, KPMG también ha tomado la delantera y ha creado un grupo de trabajo específico que está en comunicación constante con la firma en Reino Unido, con el fin de aportar soluciones a empresas y organizaciones españolas con intereses en las islas.
Parte del sector público español también toma la delantera
No solo el sector privado se ha visto afectado por el triunfo del sí en el referéndum de Reino Unido. En España, el mejor ejemplo lo conforma el Gobierno de la Comunidad Foral de Navarra, que tras la consulta presta apoyo, a través de la Delegación en Bruselas, a las empresas exportadoras de la región ante la incertidumbre generada.
La principal razón: el 7% de las exportaciones de las compañías navarras se dirige a Reino Unido. En total, 280 empresas que exportan productos por un valor medio de 621 millones de euros anuales. “Con el resultado del referéndum se abre un periodo de incógnita sobre el futuro de las relaciones comerciales entre la Unión Europea y Reino Unido”, explicaba una nota lanzada recientemente por el Ejecutivo de la comunidad autónoma.
Otras regiones españolas han seguido los pasos de Navarra, aunque, de igual manera, sin nombrar a profesionales específicos que se encarguen de estas tareas de asesoramiento y gestión. Andalucía lanzó la semana pasada un grupo de trabajo que se encargará de analizar los puntos más importantes que afectan a las organizaciones andaluzas, como la configuración de los fondos europeos o la política agraria común, clave para la región.