Japón inicia la nueva era 'Abenomics'
El Gobierno nipón ultima medidas para frenar el envejecimiento demográfico El paquete incluye préstamos al sector privado y medidas para estimular la economía
El primer ministro conservador japonés, Shinzo Abe, ganó en las elecciones al Senado este domingo de forma contundente, en coalición con el budista Nuevo Komeito. Su victoria generó ayer la mayor subida de la Bolsa de Tokio en tres meses. Las claves de este amplio respaldo electoral hay que buscarlas en la re-edición del Abenomics, término que define la inyección de estímulo monetario a gran escala, el incremento del gasto público y las anunciadas reformas estructurales, y cuyo objetivo es dinamizar la economía japonesa estancada desde hace veinte años.
Se trata de la contracción de “Abe” y “economics”, inspirado en el neologismo de los años 80 reaganomics que designó la política económica del presidente estadounidense Ronald Reagan. El programa de Abe se empezó a aplicar en diciembre de 2012 logrando tres años después, “que los tipos de interés siguieran muy bajos, los precios subiesen y la economía creciese”, en palabras del profesor de Economía de la Universidad de Tokio, Motoshige Itoh.
El nuevo paquete de Abe incluye préstamos al sector privado por 10 billones de yenes (89.129 millones de euros), según el diario Nikkei, así como medidas de estímulo que serán propuestas ante el Parlamento en agosto. Entre las medidas previstas se incluye un plan de infraestructuras para potenciar la exportación de productos agrícolas y atraer al doble de turistas extranjeros, hasta llegar a los 40 millones anuales en 2020.
Asimismo, el programa abanderado por el Partido Liberal Demócrata (PLD) incluirá iniciativas como el aumento del número de guarderías y la mejora de las condiciones profesionales de los cuidadores de niños y mayores dependientes. El objetivo es atajar problemas a largo plazo como el envejecimiento de la población y la baja natalidad, complementando las medidas propuestas en anteriores Abenomics, tales como la reforma de la Seguridad Social o los incentivos a la natalidad.
Algunos analistas desconfían de este estímulo, ya que Japón es el país más endeudado del mundo desarrollado, y para financiar este presupuesto extraordinario el Gabinete estudiará realizar la primera emisión extraordinaria de deuda en cuatro años.