Lo que pierde la pyme española tras el brexit
Las pequeñas empresas pueden ser las primeras en sufrir las consecuencias negativas del brexit
La salida de Reino Unido del marco de la Unión Europea ha provocado un ambiente de incertidumbre a nivel económico, político y social en todo el mundo. Sin embargo, las consecuencias del brexit son difíciles de predecir, y dependerán de las condiciones que se pacten para la salida.
Lo que sí resulta evidente es que, en el corto plazo, la ruptura conllevará efectos negativos, tanto para la economía británica, como para la europea. Y dichos efectos negativos afectarán de manera importante a las pymes españolas.
Según el CEO de BusinessGoOn, José Luis Martín, el primer perjuicio del brexit es la pérdida del socio económico y comercial más grande de la Unión Europea, lo que provocará la pérdida del libre comercio y, por tanto, la vuelta al régimen anterior de exportaciones e importaciones. Todo ello implicará procedimientos más lentos, complejos y costosos, especialmente para las pymes, ya que disponen de menos recursos para afrontar situaciones de cambio.
Además, se endurecerán las condiciones financieras debido a la posible inestabilidad política y de relaciones comerciales entre la Unión Europea y el Reino Unido. La incertidumbre en los mercados, podría dar lugar a caídas en las bolsas y repuntes en las primas de riesgo. Incluso algunos políticos ya han adelantado que podría ponerse en duda la continuidad de la moneda única.
El experto en internacionalización, José Luis Martín, advierte de la probabilidad de que el comercio de la zona euro con Reino Unido se desacelere y que muchas empresas sufran una menor demanda de sus productos y servicios por parte de ese país.
Por otro lado, las pymes españolas cuyos proyectos tengan impacto en el Reino Unido tendrán que prepararse para un posible bloqueo del mercado británico, hasta que se decida el nuevo marco comercial al que deben acogerse. Esto afectará a sus relaciones tanto con proveedores como con clientes. El sector turístico podría ser uno de los más afectados, ya que el turista británico perderá poder adquisitivo por la bajada de la libra y encontrará mayores impedimentos en las fronteras.