Linde constata que el consumo mantiene el PIB en el 0,7%
La creación sostenida de empleo y unas condiciones de financiación que siguen siendo favorables propiciaron que el gasto en consumo volviera a tener un comportamiento muy favorable en el segundo trimestre de este año, lo que, a su vez, impulsó la actividad. Por ello, el Banco de España constata en su último boletín que el PIB mantuvo altos crecimientos en ese periodo, del 0,7% trimestral, apenas una décima menos que a comienzos de año.
Frente a quienes auguraron ya a finales del año pasado una ralentización del crecimiento, y en contra de las voces que al convocarse nuevas elecciones anticiparon otro descalabro para la actividad, el Banco de España desmintió hoy esos temores y avanzó que el PIB habría crecido un 0,7% en el segundo trimestre de este año, solo una décima menos que los tres meses anteriores, manteniendo de ese modo el vigor que le permitió cerrar 2015 por encima del 3% anual.
El gasto público debe bajar o los ingresos subir
El Banco de España ha alertado hoy de que si el país pretende cumplir con el objetivo de déficit público de 2016, situado en el 3,7 % del PIB, deberá elevar sus ingresos y/o contener sus gastos hasta final de año más de lo que lo ha hecho en los primeros meses del ejercicio.En el Boletín Económico de junio, la entidad que dirige Luis María Linde aclara que en concreto, la recaudación debería mejorar en los próximos trimestres para aproximarse a la previsión oficial de aumento de los ingresos en el conjunto de 2016 (del 3,5 %).
De esta manera, la economía española seguiría manteniendo una velocidad de crucero próxima al 3% gracias a la fortaleza de la demanda interna (consumo e inversión), espoleada además por una mejora del sector exterior. Este escenario todavía claramente favorable es lo que habría propiciado además que el empleo lograra conservar también su dinamismo y hubiera crecido en tasa intertrimestral otro 0,7%.
Una de las explicaciones al buen comportamiento del consumo se encuentra en el acceso a la financiación. Las entidades de crédito han continuado financiándose en condiciones favorables, lo que, a su vez, ha facilitado que los tipos de interés de los nuevos préstamos otorgados a empresas y familias permanecieran en niveles reducidos, “sin que se hayan observado variaciones significativas recientemente”, explica el boletín mensual del supervisor. El informe subraya no solo que aumentaron las nuevas operaciones de crédito, sino que prosiguió el proceso de amortización de deuda, lo que unido al incremento de rentas, se tradujo en una nueva mejora de la situación patrimonial del sector privado.
Inversión residencial
En cuanto al detalle de cómo se habría comportado cada una de las variables analizadas, el Banco de España destaca que el consumo privado podría haber crecido un 0,8% de abril a junio, tasa ligeramente inferior a la registrada en el trimestre precedente. Y es que los datos cuantitativos para llegar a esta conclusión, tales como el índice de comercio minorista o la producción industrial de bienes de consumo, también habrían evolucionado positivamente, aunque en este caso el regulador admite que solo dispone de información estadística hasta el mes de abril.
Precisamente ayer, el Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió los datos de ventas minoristas correspondientes a mayo. Las cifras revelaron aumentos de las ventas más suaves que en abril, si bien este indicador mantiene el signo positivo desde hace 21 meses ininterrumpidamente. Asimismo, la mejora de la inversión residencial se habría mantenido en el segundo trimestre, incluso acelerando su ritmo de crecimiento con respecto al observado al inicio de 2016, en un contexto marcado por el nuevo repunte de los visados de obra nueva.
El incremento de la construcción de vivienda está influido por la senda expansiva que siguen protagonizando las compraventas de casas. Así, en el periodo enero-abril se alcanzaron de promedio unas 35.000 transacciones mensuales, un 5% más que en idéntico periodo del año anterior.
Por lo que respecta a la industria, los indicadores disponibles señalan una prolongación de la pujanza de la actividad, “aunque quizá a un ritmo algo atenuado con respecto al comienzo del año”, subraya el organismo que dirige Luis María Linde. Tanto los índices PMI de manufacturas, como el clima de confianza industrial de la Comisión Europea se moderaron en abril-mayo como consecuencia del menor impulso de las carteras de pedidos nacionales e interiores, si bien este indicador permanece en terreno expansivo.
En relación al sector de los servicios de mercado, la información disponible también apunta, en su conjunto, a un mantenimiento del dinamismo de la actividad. Tanto las ventas de las grandes empresas, dato que elabora la Agencia Tributaria, como el indicador de actividad del sector servicios han seguido mostrando ritmos de avance sostenido.
La vertiente menos positiva la constituyeron las empresas del sector de la construcción, cuyo valor añadido habría continuado mostrando una notable atonía. Su actividad la estaría sustentando casi en exclusiva la producción de vivienda nueva, mientras que la licitación oficial en obra civil, con datos referidos a abril, sigue mostrando una significativa debilidad. Por el contrario, la inversión en bienes de equipo habría logrado conservar el tono positivo en el segundo trimestre de este año.
A este buen comportamiento de las variables que componen la demanda interna se suma la contribución de la demanda exterior neta al crecimiento trimestral del PIB, que en el primer trimestre habría sido negativa y que ahora podría haber pasado a ser neutral o incluso ligeramente positiva en el segundo trimestre, en un contexto en el que tanto las exportaciones como las importaciones habrían intensificado su avance.
Por grupos de productos, sobresalió el dinamismo de los bienes de equipo y de consumo duradero. Por el contrario, en abril se profundizó el retroceso de las ventas de bienes energéticos. Y fruto de este ritmo sostenido en el crecimiento económico, también el empleo parece, según el Banco de España, que fue capaz de seguir dando muestras de vigor, con variaciones mensuales desestacionalizadas de la afiliación a la Seguridad Social del 0,2% en abril y mayo, tasas similares a las que se vienen registrando desde junio de 2015.