Cómo gestionar el salto a la primera división
La empresa que ascienda a esta categoría, como el Leganés, ha de renovar su estrategia La creatividad es una herramienta para abrirse hueco en la primera división
A principios de la semana pasada, el Club Deportivo Leganés confirmaba la renovación de su entrenador, Asier Garitano, hasta 2018. No es para menos, ya que con él en el banquillo, el equipo logró el ascenso a segunda división en 2014 y, dos años después, su estreno en la máxima categoría.
Este es uno de los primeros pasos que ha dado el club en la gestión de su nueva posición en una división en la que nunca antes ha jugado y en la que tendrá que aprender a adaptarse para sobrevivir. Y aunque la renovación de Garitano no es una mala idea, “es necesario que el club sepa que aquello que le ha aupado a primera no es lo mismo que le va a hacer mantenerse”, afirma el profesor de dirección de personas en el IESE, Guido Stein, una norma que, explica, debe aplicarse en cualquier otra organización.
Si las circunstancias cambian, también debe hacerlo la gestión. “En primera, juegas contra equipos diferentes, con distintas aficiones, nuevos compañeros y diferentes presiones”, prosigue Stein, que extrapolando el símil futbolístico al mundo corporativo, enfatiza en la necesidad de saber gestionar el nuevo marco de juego, “en el que se compite contra empresas mucho mayores, en el que hay que satisfacer a unos consumidores totalmente diferentes y más exigentes, y en el que hay que aprender a trabajar con nuevos equipos y departamentos”.
Uno de los más importantes es, por ejemplo, el financiero, mucho más cuando uno se estrena en la máxima categoría. El CD Leganés, solo por estar en primera, recibirá un ingreso extra que oscila entre los 30 y los 40 millones de euros. Cualquier empresa que dé el salto a la alta competición cuenta con un departamento financiero, “pero cuando se empiezan a mover cantidades grandes de dinero, es necesario convertir a ese departamento en una estructura sólida y eficaz al cien por cien”, señala Stein.
El equipo humano es otra de las piedras angulares de la organización, y en un cambio de liga, lo más probable es que muchos de sus miembros cambien. “Unos abandonan el barco porque no están preparados para el nuevo reto o son fichados por otras compañías, y otros llegan de fuera para ayudar en la nueva situación”, relata el profesor. Volviendo al símil futbolístico, el CD Leganés hoy solo cuenta con ocho jugadores contratados en el primer equipo.
No deben olvidarse los orígenes
El ascenso a la alta competición requiere de una renovación del escenario, “pero sin olvidar lo que te ha ayudado a llegar a la cima”, explica Guido Stein, profesor del IESE. En este sentido cobra protagonismo el tema financiero. “Nosotros tenemos un acuerdo con el Leganés desde tercera división”, explica Augusto Fuente, presidente de la Unión Empresarial de Leganés. “Sabemos el peso que tiene patrocinar a un equipo de primera, por eso esperamos que continue”, relata el presidente de la patronal de una ciudad que quiere aprovechar el impacto de jugar en la máxima categoría.
Sin embargo, y a pesar de tener que establecer obligatoriamente ciertos cambios, tampoco es aconsejable agobiarse y hacerlo precipitadamente. “Todo debe resolverse de forma milimétrica, y cuando ya se han visto resultados”, recalca el profesor de dirección de personas en las organizaciones de Esade, Ceferí Soler. Un detalle a tener en cuenta es que siempre hay datos que certifican si, a grandes rasgos, una estrategia está o no funcionando, “ya sea la cuenta de resultados trimestral o tres partidos seguidos”. Eso sí, también se debe apostar por el largo plazo, mucho más en la alta competición, donde puede convertirse realmente en un elemento diferenciador.
Y es en esta visión de largo alcance donde se fragua la estrategia de una organización. “En el caso de la empresa, diseñando un plan sólido que, aunque al principio cueste, te lleve a las alturas, como hizo en su momento Inditex con productos totalmente novedosos”, apunta Soler. Otras empresas, continua, han comprendido que hay determinados terrenos que les quedan grandes y donde no pueden competir. “Esas compañías, por ejemplo, han buscado su punto característico en sus recursos humanos, formando a los mejores profesionales”. Algo que también ha hecho en estos años el Villareal Club de Fútbol, “creando una escuela de formación de profesionales en la que fortalece su materia prima, y por la que es conocido en toda Europa”, afirma Soler.
Ese es otro de los secretos. Saber cuál es el lugar que se ocupa. “El Leganés no puede aspirar a ganar la Liga ni la Champions, y esto no significa no tener ambición, sino ser realista”, señala Stein. Por eso, cuando hay terrenos en los que no se puede competir es bueno ingerir una dosis de realidad, y en el caso de querer dar la sorpresa, recurrir, por ejemplo, a la innovación. “La creatividad es una de las herramientas para que una compañía se abra un hueco en la máxima categoría”, sentencia Soler.