Sinopec reclama a Repsol 4.900 millones en el Mar del Norte
Repsol reconoció hoy a través de un hecho relevante a la CNMV que en julio de 2015 Addax Petroleum UK y Sinopec International Petroleum , ambas compañías propiedad del Estado chino, instaron un arbitraje en Singapur contra Talisman Energy (controlada desde hace dos años por Repsol y que ha pasado a denominarse Repsol Oil&Gas Canadá) y Talisman Colombia, según informó El Confidencial.
En dicha demanda, los chinos solicitan que se les abone el importe de la inversión realizada en la filial británica de la canadiense, Talisman Energy UK (TSEUK), de la que adquirieron un 49% en 2012 a través de la citada Addax Petroleum, además de “cualesquiera incrementos de inversión posteriores, realizados o por realizar en el futuro, así como las pérdidas de oportunidad que pudieran haberse producido”. Por todo ello, la petrolera china reclama a Repsol 5.500 millones de dólares (unos 4.500 millones de euros).
Un importe que Repsol considera desorbitado, pues, según sus datos, Sinopec pagó 1.500 millones de dólares por el citado 49% en un momento en el que el barril de petróleo estaba a 100 dólares, sobre todo teniendo en cuenta que la china pretende cobrar y mantener su actual participación en TSEUK. En su hecho relevante, la compañía que preside Antonio Brufau, considera que la demanda “tiene un nulo fundamento”, por lo que Repsol, su filial canadiense y los asesores legales externos la califican de “riesgo remoto”.
Muchos son los interrogantes que se ciernen en torno a la noticia. Por un lado, la falta de transparencia de Repsol sobre un arbitraje anunciado hace casi un año, que, fuentes jurídicas consideran “sancionable” por parte de la CNMV. Ante esto, la petrolera española asegura que ha dando cuenta periódicamente de la demanda y de su evolución en sus estados financieros y sus informes de auditoría y gestión desde el segundo semestre del año pasado.
Así, en ambos casos se indica que el 13 de julio se presentó el citado arbitraje y que el 1 de octubre Repsol contestó al mismo alegando que “las pretensiones incluidas en la misma carecen de fundamento”. Ya el 18 de febrero de este año, tuvo lugar la audiencia preliminar ante el Tribunal Arbitral asiático, en el que se decidió, “entre otras cuestiones procedimentales, que la vista oral tendrá lugar entre el 29 de enero y el 16 de febrero de 2018”, dentro de casi dos años. Mientras tanto, Repsol, que mantiene una importante alianza con Sinopec en Brasil, seguirá negociando con su socio, aunque las pretensiones resultan desmesuradas.
En su comunicación a la CNMV, Repsol señala que “la actuación de la demandante puede entenderse como una acción defensiva por parte de quienes en su día adoptaron una decisión de inversión en Reino Unido que no ha dado -como otras de ese mismo grupo empresarial - los resultados esperados”. Y añade que la demanda “es infundada y no refleja la actitud leal que se debe esperar de un socio que (..) sin haber manifestado queja o preocupación, inicia una vía legal para pretender obtener una ventaja ilegítima en interés propio” y confía en que “ese grupo rectifique”.
Una vieja disputa
Según fuentes del sector, la disputa entre los chinos y los canadienses en esta alianza para exploración y producción de crudo en el Mar del por “es antigua” y ha terminado heredándola Repsol. Sinopec venía alegando “vicios ocultos” por parte de Talisman en el acuerdo por el que tomó el 49% de TSEUK. Por ejemplo, el mal estado de las plataformas o que la producción no era real. Repsol alega que, además, que se trata de pozos maduros de cuya producción se ha aprovechado el socio chino.
Sea como fuere, el contrato incluía una cláusula de cobertura de la inversión británica que permitía acudir a un arbitraje internacional, la que los chinos decidieron activar el año pasado reclamando una indemnización draconiana.
La cotización de Repsol no se vio afectada el viernes por el arbitraje millonario:subió hoy un 2,66% hasta situarse en 11 euros por acción.
Una demanda "en clave política"
Repsol considera que la demanda de Sinopec en el Tribunal Arbitral de Singapur por la que le reclama 5.500 millones de dólares por su inversión fallida en Reino Unido, es totalmente caprichosa y que con ella los antiguos gestores del coloso chino intentan cubrirse ante las investigaciones de corrupción dentro del revisionismo del Gobierno chino. Un arbitraje “en clave política”, según Repsol, que resultará muy onerosa para los chinos: los costes de un arbitraje están en relación con lo que se reclama y solo interponerla le ha supuesto dos millones de dólares.
Según asegura Repsol, de los ejecutivos de Sinopec que participaron en la compra del 49% de TSEUK, cinco están en la cárcel. El actual presidente de Sinopec aseguró recientemente que China necesita una reforma profunda de la industria petrolera, hasta ahora “intocable”.