Larga vida a los tipos planos

Las proyecciones de los tipos de interés que maneja el BCE revelan que al menos hasta 2019 no habrá cambio radical en la política monetaria; es más, que los tipos en el cero por ciento se mantendrán al menos hasta tal fecha, mientras que los de las emisiones a corto plazo y el interbancario podrían continuar este y los dos próximos años en niveles negativos, y la deuda a diez años, el referente para financiar la economía, estaría en una media siempre inferior al 1,5%, algo similar, o incluso más bajo, al nivel actual.

Estas proyecciones realizadas por el BCE proporcionan una tranquilidad prolongada en materia monetaria, con los costes de financiación bajo control; pero vaticinan un largo periodo con la espada de Damocles de la deflación sobre los países europeos y con un crecimiento ciertamente bajo, circunstancias ambas que obligarían a mantener el activismo de Fráncfort para sostener el proyecto europeo. Supone también que siguen siendo desoídas las llamadas de Mario Draghi a los Gobiernos para que reformen sus mercados con el objetivo de estirar el crecimiento potencial y que quienes dispongan de margen (Alemania u Holanda) practiquen algún tipo de activismo fiscal. Sacar a la eurozona del marasmo y evitar los nacionalismos y populismos crecientes precisa de la acción concertada de todos.