Burberry y su medido recorte
Parece que la firma de lujo pierde una oportunidad al no aligerar la carga de trabajo de su diseñador jefe y consejero delegado, Christopher Bailey.
La marca de lujo británica Burberry planea recortar 100 millones de libras (casi 130 millones de euros) en costes como consecuencia de la caída del 10% en su beneficio subyacente antes de impuestos para el conjunto del año. No hubo ningún movimiento para aligerar la carga de diseñador jefe y consejero delegado Christopher Bailey, a pesar de la especulación de una posible nueva contratación. Hay beneficios para dar al jefe de un voto de confianza, pero aun así parece una oportunidad perdida.
La cúpula de Burberry ha estado trabajando en una revisión del negocio desde comienzos de año. Se estima que este puede aportar densidades de ventas que estén más en línea con las de sus rivales del lujo y reducir los costes operativos anuales de Burberry en 100 millones de libras en un plazo de tres años.
El ajuste de cinturón es bienvenido y los 25 millones de libras de ahorro extra en los costes discrecionales del año pasado muestran que Bailey puede cumplir. Sin embargo, pese a los planes optimistas para crecer más rápido que el sector, la perspectiva de Burberry es inestable.
Se prevé que el beneficio antes de impuestos para este año se sitúe en el rango inferior de las previsiones de entre 375 y 449 millones de libras de la compañía –una caída del 10%–. Y se espera que los ingresos de las ventas al por menor de crezcan en cifras de un solo dígito.
Burberry se ha reinventado bien, pero ha sido lento a la hora de hacer frente a sus debilidades como minorista. Bailey dio a entender que con todos los cambios que se planean, harán falta nuevas habilidades. Los recortes son un paso en la dirección correcta –el retraso en identificar de dónde viene el atasco, no tanto–.