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¿Tiene futuro el lujo sin tecnología?

Expertos debaten sobre un sector que se resiste al cambio

Thinkstock
Paz Álvarez

El concepto del lujo siempre ha estado asociado a la tradición, a la artesanía, al trabajo manual que no escatima en horas, y a distancia de la tecnología. Pues bien, ese alejamiento puede estar a punto de acabar. Con esta idea arrancó el profesor de Dirección de marketing de Esade Jaime Castelló la mesa redonda sobre Tecnología y accesorios premium, en el marco de la celebración del primer congreso de lujo internacional Luxury Spain Summit, organizado por la Asociación Española del Lujo y Esade Business & Law School. “Tecnología y lujo no siempre van de la mano. Al revés, hay veces que la primera puede llegar a suponer una amenaza, ¿o no?”. La cuestión la responde Blanca Panzano, directora de LVMH en la división de joyería y relojería y de la firma de relojes Tag Heuer: “Lujo y tecnología pueden convivir perfectamente”. En este sentido, recordó “algo similar, como la crisis del cuarzo de los años setenta, pero hoy seguimos vendiendo el mismo número de relojes mecánicos”.

Para Panzano, aunque el lujo no está reñido con la innovación, cita como ejemplo el de la firma que dirige, cuya “tradición es nunca dejar de innovar”. En su opinión, en el futuro el 50% será lujo y el otro 50%, tecnología”.

En cuanto a los avances que se avecinan, el docente de Esade afirma que será un tipo tecnología como la que “ha generado categorías a las que aún no ha llegado el lujo; aquí tenemos ejemplos muy recientes como los simples cascos, que ahora se han vuelto un objeto de coleccionista”. Por su parte, Francesc Carmona, director de marca de Montblanc, señaló que el futuro del lujo seguirá estando en lo intangible, en aquello relacionado con las emociones. “La clave no está en la tecnología sino en lo que el producto suponga para cada persona”.

En esta idea también coincidió Alfonso González, director de Dupont, quien defendió que “el lujo sigue teniendo sus señas de identidad y no son necesariamente las mismas que las de la tecnología. En el primero, por ejemplo, sigue siendo clave dónde se fabrican los productos; en el segundo, no”. La reflexión es una característica del sector del lujo. Según añadió el directivo de Montblanc, “Nos lo pensamos mucho antes de sacar un nuevo producto. El lujo es tiempo; la tecnología, no”.

En el citado congreso se ofreció la cifra de lo que movió en España este sector, entre importaciones y exportaciones, a lo largo del año pasado: 6.000 millones en 2015, un 5% más que en 2014.

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Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

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