Los cocineros piden turno en los fogones de los hogares
En 2015, la facturación del sector food tech rozó los 6.000 millones de euros en todo el mundo, según el informe elaborado por Rosenheim Advisors. La mayor evolución se ha dado en el ámbito del food delivery (entrega de alimentos a domicilio), área en la que se podría englobar Take a chef, un servicio que permite contratar a un cocinero profesional a domicilio. La diferencia estriba, sin embargo, en la “experiencia” que se genera alrededor de la cocina y la calidad de esta, según explica Galder Kabiketa, fundador y consejero delegado de la empresa.
“Lo que hacemos es montar un restaurante en el domicilio de cada persona”, afirma. El cliente realiza una reserva previa en la plataforma de Take a chef especificando el número de personas y si se trata de una cita romántica, entre amigos o un evento familiar. Decide el tipo de comida que desea y el presupuesto que tiene (una cena para dos personas ronda los 150 euros). A partir de entonces, recibirá propuestas de menús de varios de los 1.973 cocineros que la compañía tiene registrados y elegirá la que más le convenza. “Una vez contratado el servicio, el cliente se desentiende”, explica Kabiketa, pues es el propio chef quien hace la compra, cocina in situ, realiza el servicio de mesa y limpia posteriormente.
En abril de 2014, Take a chef ofreció su primer servicio. Por entonces, el equipo estaba formado por Kabiketa y 200 cocineros que había localizado. Dos años después, registran un crecimiento mensual de sus ingresos del 25%, acaban de finalizar su aceleración en el programa Lanzadera, han logrado un préstamo Enisa y van a comenzar una ronda de financiación para captar 250.000 euros. Además, han aterrizado recientemente en Reino Unido, en México y Argentina. Su objetivo, de hecho, es la expansión por Latinoamérica y en seis meses esperan estar ya presentes en siete países.
Aunque en España este modelo es relativamente nuevo –“hay algún player pequeño que acaba de comenzar con 20 cocineros”, afirma Kabiketa–, casi todos los mercados cuentan con una empresa de referencia. Dos de las tres principales están ubicadas en EE UU y el año pasado lograron una inversión de más de 20 millones de dólares. La tercera, en Francia, ha cerrado este año una ronda por valor de 1,2 millones de euros y está expandiéndose por Reino Unido y Alemania.
Todas estas startups reinvierten todo lo que ganan. El pasado mes de marzo, Take a chef facturó 160.000 euros, que destinó a equipo y expansión. Sin embargo, esperan que para principios de 2017, el negocio ya sea rentable.