La comisaria de Competencia borra el legado de Almunia
Vestager cumple 18 meses en el cargo; la seña de su mandato es la demolición del legado de su predecesor
Deconstruyendo a Almunia. La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, cumple 18 meses en el cargo y, por ahora, la seña de identidad de su mandato es la concienzuda demolición del legado de su predecesor, el español Joaquín Almunia (comisario de Competencia de 2009 a 2014).
La liberal danesa ha hecho tabla rasa con el quinquenio anterior, hasta un punto que ha sorprendido a los propios funcionarios de Competencia, acostumbrados a una cierta continuidad en el departamento más poderoso de la Comisión Europea.
Vestager le ha dado la vuelta al caso Google, que Almunia dejó empantanado; ha archivado algunas de las mayores investigaciones puestas en marcha por el de Bilbao, como las pesquisas sobre un supuesto cártel en el gigantesco mercado de derivados financieros, y se ha atribuido como mérito propio los expedientes contra los países que permiten a las multinacionales no pagar impuestos, aunque se trata de una ofensiva iniciada por el comisario anterior. Algunos especialistas en derecho de la competencia temen que el giro impuesto por Vestager suponga un desdoro para la gestión del anterior comisario.
Otegi busca apoyos
Arnaldo Otegi inicia una gira internacional que le llevará hoy al Parlamento Europeo en Bruselas, invitado por el llamado “grupo de amistad vasca” formado por 14 eurodiputados de diversas nacionalidades.
La presencia de Otegi en la Eurocámara ha provocado las iras de los eurodiputados españoles del Partido Popular, UPyD y Ciudadanos, entre otros, que han pedido por carta al presidente del Parlamento, el socialista alemán Martin Schulz, que expulse al líder de Sortu si aprovecha su intervención para hacer apología del terrorismo.
Los eurodiputados españoles del PSOE, Podemos, IU y PNV han optado por no firmar esa petición. El acto tiene una duración prevista de dos horas, de 10 a 12 de la mañana.
“Almunia no fue el mejor comisario de Competencia de la historia, pero sería injusto descalificar su labor”, señala un abogado con más de 20 años de experiencia en Bruselas. Otros especialistas valoran positivamente las reformas emprendidas por el español, sobre todo, para modernizar la supervisión de las ayudas de Estado, un área que, aun así, sigue presentando numerosas carencias.
Almunia fue menos activo en el campo de las fusiones porque su mandato coincidió con el grueso de la crisis financiera y se redujo sensiblemente la compraventa de empresas. En sus cinco años tramitó 1.446 notificaciones de fusión, casi 300 menos que en el lustro anterior (con Neelie Kroes como comisaria de Competencia).
Aun así, Almunia abortó hasta cuatro fusiones, muchas más que Kroes, aunque menos de la mitad que Mario Monti (1999-2004), considerado hasta ahora como el comisario más duro en la historia de la CE.
Pero la garra de Almunia tampoco fue suave. Golpeó, principalmente, a los cárteles empresariales, con sanciones que llegaron a sumar 7.600 millones de euros y que marcaron cifras récord, como los 1.800 millones de multas al cártel de los fabricantes de televisores en 2012.
El mandato de Almunia quedó asociado, sin embargo, al caso Google. Y para mal. El comisario español intentó por todos los medios resolver por la vía amistosa el expediente del buscador (sospechoso de abuso de posición dominante). Pero calculó mal o no vio venir las fuerzas que se habían conjurado en París y Berlín para evitar que la compañía estadounidense saliera indemne de su choque con Bruselas. Otros miembros de la Comisión, en particular el titular alemán y el francés, frenaron el acuerdo con Google propuesto por Almunia, una desautorización al comisario de Competencia como no se recuerda en Bruselas.
Vestager heredó el caso, lo redujo y cargó contra Google en la pequeña parte del expediente que parecía viable. La comisaria inició además otra investigación sobre Android, el sistema operativo de Google para los móviles, que la semana pasada se tradujo en un segundo pliego de cargos contra la compañía. Excelente comunicadora, Vestager ha aprovechado esos casos para labrarse una imagen de dura que, de momento, no se corresponde con la realidad.
El número de decisiones por cártel ha caído drásticamente y en los últimos 16 meses apenas se han adoptado siete, frente a diez en los 12 últimos meses de Almunia. El volumen de multas también se ha desplomado a 364 millones de euros en 2015 y 142 millones en el primer cuatrimestre de 2016, frente a los más de 1.500 millones en 2013 y 2014 y más de 1.800 millones en 2012.
En fusiones, Vestager sí se ha mostrado más beligerante y las propias empresas ya han renunciado a nueve operaciones notificadas, cifra proporcionalmente más alta que en el mandato anterior. La comisaria podría anotarse en mayo, además, su primera prohibición con el veto a la compra de O2, la filial británica de Telefónica, por parte de Hutchison. También en este caso, la comisaria enmienda la plana a Almunia, que dio su luz verde a operaciones muy similares en Austria, Irlanda o Alemania.
Hacia un pacto de estabilidad más claro
Los ministtros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) acordaron el sábado en Amsterdam revisar los métodos de control del Pacto de Estabilidad, que fija los límites de déficit (3% del PIB) y deuda (60% del PIB). “Queremos una norma más sencilla y transparente y cuyo cumplimiento esté claramente en manos de los ministros de Economía”, señaló el anfitrión holandés, Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo y presidente semestral del Ecofin.
El nuevo método se basaría en fijar un techo de gasto a nivel nacional, como ya se hace en España, en lugar de los complicados cálculos actuales sobre el déficit estructural (en el que se excluye la coyuntura económica) y el crecimiento potencial de una economía (su capacidad de progresión sin generar desequilibrios).
El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, recibió el encargo de preparar el nuevo método. Para Dombrovskis, la regla sobre el techo de gasto “es más clara a priori para los ministros y más fácil de verificar a posteriori”.
El titular español de Economía, Luis de Guindos, también se mostró a favor. “Necesitamos reglas que podamos explicar a la gente”, señaló en la capital holandesa al término del Ecofin.
Dijsselbloem descartó que el nuevo método se aplique al procedimiento de déficit excesivo abierto contra España, que podría desembocar el mes que viene en una multa por la desviación fiscal de 2015 (5,1% de déficit).