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Corrupción

Los ‘horroris’ causa de la universidad española

El expresidente de Banesto propuso financiar un jardín botánico en la Complutense

Mario Conde, durante la ceremonia de investidura como doctor honoris causa por la Universidad Complutense.
Mario Conde, durante la ceremonia de investidura como doctor honoris causa por la Universidad Complutense.EFE
Paz Álvarez

A Rodrigo Rato la Universidad Rey Juan Carlos le nombró doctor honoris causa en 2009 y seis años después, debido a las causas abiertas por presuntos delitos económicos, le fueron retirados los honores. La decisión fue adoptada a iniciativa de los representantes de alumnos que consideraban que “la universidad ha de ser el templo del conocimiento y de la honestidad”. La Universidad de Alicante también le retiró el mismo título al exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). En 2012, la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante) revocó su honoris causa, concedido en 2008, al expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, condenado a dos años de cárcel por un delito continuado de apropiación indebida (4,4 millones de euros procedentes de clientes del Grupo Marsans).

Uno de los nombramientos más sonados, debido al boato de la ceremonia, a la que asistió lo más selecto de la clase empresarial española, incluido el rey Juan Carlos, fue el de Mario Conde, en la Universidad Complutense de Madrid. Fue el 9 de junio de 1993 cuando sonó el Gaudeamus Igitur, el himno universitario por excelencia, en honor del entonces brillante y prometedor banquero. Seis meses más tarde, el 28 de diciembre, el Banco de España intervino Banesto.

Ambas fechas quedaron grabadas a fuego para el entonces rector de la Complutense, y principal impulsor de este nombramiento, Gustavo Villapalos. El exbanquero, que cumplió varias condenas de cárcel y vuelve a estar en prisión por presuntos delitos de blanqueo de capital y falsedad, se comprometió a financiar con 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros)un Jardín Botánico para el citado campus, que finalmente costeó más modestamente la universidad con unos 500 millones (tres millones de euros). La Complutense no le ha retirado la distinción a Conde.

Abrir puertas

 Uno de los objetivos por los que una universidad nombra a un honoris causa es para estrechar lazos con el elegido o con la institución a la que representa. “Recientemente nombramos a un profesor del MIT [Jesús del Álamo], y se han fortalecido las relaciones”, reconoce el rector de la Politécnica de Madrid, Carlos Conde.

No son los únicos casos que han acabado en horroris causa, aunque son excepciones dentro del mapa español, que se conceden desde 1920, y recogen la máxima distinción honorífica que una universidad concede a eminencias de distintos ámbitos profesionales, y que no necesitan ser licenciados en una determinada carrera. Una mala elección del candidato tiene un efecto sobre la reputación de la institución que concede el título, señala el consultor en comunicación y asuntos públicos Santos Ortega, quien destaca lo complejo que resulta tomar medidas preventivas al respecto, por otra parte, necesarias debido a los riesgos reputacionales que tienen las universidades como instituciones educativas, que han de estar ligadas a la ejemplaridad.

En este mismo sentido se manifiesta Carlos Rubio, director general de la Asociación Española de Agencias de Comunicación Publicitaria (AEACP), quien considera complicado imaginar que profesionales con una gran trayectoria pueden llegar a desmerecer tales honores. Ante la imagen de desprestigio que puede llegar a tener una universidad por una mala elección, Rubio aconseja reforzar los procesos de selección.

Las propuestas de nombramiento de doctor honoris causa requieren de la aprobación del consejo de gobierno de la universidad y deben acreditar un currículo con sus meritos, así como las certificaciones del departamento o centro que lo propone. “No se pueden correr riesgos y la única manera con la que no arriesgas es cuando el candidato ha desarrollado un método científico o una obra de ingeniería”, afirma Carlos Conde, rector de la Politécnica de Madrid, que el próximo viernes investirá a Antoine Kremer, pionero en la investigación sobre la diversidad genética de los robles en Europa. “Es el máximo grado que concedemos y debemos ser muy escrupulosos y prudentes”, explica Conde.

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Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

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