JLL transforma sus servicios para duplicar facturación
El mercado inmobiliario español ha tomado aire en los últimos tiempos con un crecimiento de la inversión, especialmente extranjera. Este hecho ha dado un empujón a las consultoras como JLL, aunque también ha obligado a modificar sus planes de negocio. En este caso, la compañía prevé duplicar su facturación, que en el último año fue de 58 millones, antes de 2020 gracias a este cambio de rumbo.
“El problema es la falta de producto en Madrid”
Enrique Losantos, primer ejecutivo de JLL en España, argumenta que “no hay freno” en la inversión inmobiliaria en el país y asegura que todos los sectores (oficinas, retail, centros comerciales, etc.) mantienen una buena evolución. Sin embargo, reconoce que “el problema” del mercado es que “no hay producto”, en referencia a la falta de activos acordes con la demanda. “El reto es crear el producto y hacer que puedan encontrar los activos inmobiliarios”, asegura. En esta línea, la consultora cuenta con un servicio, Tetris, destinado a adecuar y reposicionar activos para mejorar su funcionalidad y su eficiencia. “Hay que regenerar y reposicionar lo que hay. El freno llegará si esto no se hace”, advierte. El directivo asegura que la tendencia de las rentas en Madrid van al alza. Sin embargo, reconoce que “no van a subir tanto como esperamos”.
La firma ha nombrado esta semana un nuevo consejero delegado para la filial española. Enrique Losantos asume el cargo de primer ejecutivo de JLL con el reto de consolidar el cambio de modelo de negocio que arrancó la consultora inmobiliaria hace apenas un año. “Después de un año el modelo está implantado. Nos toca ahora terminar de consolidarlo”, señala el primer ejecutivo de JLL.
La estrategia que toma la compañía pasa por equilibrar el peso del cliente corporativo frente al tradicional inversor inmobiliario. Para ello, el grupo ha ampliado la oferta de servicios de cara dar un tratamiento integral a este cliente. “Queremos ser una extensión del departamento inmobiliario de cada empresa”, remarca Losantos.
Este hecho no supone, según el nuevo consejero delegado de JLL, descuidar al inversor tradicional. “Va a seguir creciendo”, asegura. Sin embargo, la compañía prevé que ambos negocios se equilibren al 50%, frente a la actual relación en la que los inversores pesan un 80% frente al 20% del corporativo.
Retener talento
Para lograr captar a este cliente, JLL busca convertirse en una consultora integral que ofrezca servicios a las empresas tanto de expansión como para reajustar espacios. “El objetivo último es retener el talento, si diseñamos espacios más cómodos mejora la eficiencia del trabajador”, defiende. “Es un área muy pequeña en la compañía y vamos a poner mucho esfuerzo”.
En cuanto a los inversores, la empresa ha añadido en este plan de negocio nuevos servicios que pasan por convertir a JLL no solo en una consultora inmobiliaria sino también financiera. En este sentido, pretende ayudar tanto en lograr la financiación como en asesorar en la compra y venta de sociedades. “El cliente ha cambiado y el inversor es más financiero que inmobiliario”, analiza el consejero delegado.
Losantos ve además un nuevo nicho en la labor de JLL como consultora, relacionado con la compra y venta de paquetes de activos, especialmente los conocidos como tóxicos. “Se calcula que este mercado mueve entre tres y cuatro veces más que lo correspondiente al negocio terciario (oficinas, retail, logística)”, asegura el directivo. “Este servicio ya lo dábamos en otros mercados pero hasta ahora no habíamos puesto el foco en España”.
El 90% de los inversores, según Losantos, proceden del extranjero. El directivo alerta del impacto que puede tener la incertidumbre y la inestabilidad política en la llegada de nuevos inversores. “El dinero es miedica y depende de cosas tan sencillas como lo que diga la portada del Financial Times”, argumenta. Sin embargo, asegura que por el momento no hay un freno en el mercado.
En el plano político, Losantos analiza que algunos casos como la paralización de proyectos urbanísticos en Madrid como la Operación Chamartín o Campamento en Madrid o la moratoria hotelera en Barcelona “desde luego dificulta la inversión”. Sin embargo, apunta que las corporaciones municipales de ambas capitales “no tienen deseo de ir contra estos inversores”.
Pese a todo esto, la consultora confía en cumplir sus planes de crecimiento. “Hay cisnes negros en la economía mundial que pueden provocar una tendencia bajista de la economía”, reconoce. Pese a ello, esgrime que el modelo de negocio que ha implantado JLL en España en el último año está comprobado que “funciona en ciclos alcistas y bajistas”.