Las alianzas empresa-cultura, una simbiosis por explotar
Un ciclo de conciertos, un festival de teatro, la producción de una película, una exposición de arte o de fotografía o la promoción del deporte base son hoy muchas veces posibles solo gracias al patrocinio o el mecenazgo privado. Las alianzas entre empresas e instituciones culturales constituyen hoy una tendencia creciente y una gran oportunidad para ambas, en un contexto de restricciones de gasto en el sector público. Estas alianzas benefician a la sociedad a través del desarrollo personal, la integración social y, también, el crecimiento económico, pues la industria cultural genera un gran impacto, directo e indirecto, sobre la economía. Las empresas, a su vez, también obtienen beneficios que se miden fundamentalmente en términos de posicionamiento de marca, reputación y beneficios fiscales, entre otros.
Sin embargo, España todavía está muy rezagada, en cuanto a patrocinio y mecenazgo de la cultura, respecto de otros países de nuestro entorno. Con el objetivo de conocer en profundidad y cuantificar el grado de vinculación actual entre las empresas y las instituciones culturales, la asociación Cultura y Alianzas y la Cámara de Comercio de Barcelona han realizado una encuesta entre más de 2.500 empresas con actividad en Cataluña que, debido al gran número de respuestas obtenidas, permite la extrapolación de los resultados al conjunto de España.
Obstáculos
La encuesta realizada por Cultura y Alianzas y la Cámara de Comercio de Barcelona aporta información relevante sobre los principales obstáculos que dificultan que las empresas se impliquen con la cultura. La principal barrera, a distancia de las siguientes, es la no coincidencia percibida entre los públicos de la cultura y los de la empresa, que es señalado por más de la mitad de las empresas. Las siguientes barreras, por este orden, serían el escaso retorno que obtiene la empresa (24%), el coste de los proyectos (22%), los reducidos incentivos fiscales (16%) y la dificultad para detectar proyectos interesantes (14%).
Los resultados de la encuesta permiten conocer si las empresas realizan mecenazgo o patrocinio, en qué ámbito, si realizan una evaluación para conocer los resultados obtenidos, así como enumerar las principales motivaciones por las cuales se decide entablar una alianza cultural y, finalmente, establecer las razones por las cuales no se realizan alianzas.
De acuerdo con los datos de la encuesta, el 13% de las empresas realiza algún tipo de acción de patrocinio o mecenazgo. De estas, un 66% lo hace en el ámbito de la cultura, que es la segunda opción preferida por detrás del deporte no profesional, que lo efectúa el 74% de las empresas (son respuestas múltiples). Por tanto, solo el 8,3% del total de empresas realiza acciones de patrocinio o mecenazgo en actividades culturales, frente al 9,4% que las desarrolla en el ámbito del deporte no profesional. Con un porcentaje menor de respuestas le siguen las acciones de mecenazgo en el ámbito de la asistencia y cooperación, en enseñanza y formación universitaria, en medioambiente y en investigación científica e I+D+i.
Las empresas encuestadas otorgan a la cultura una valoración más baja que al resto de ámbitos, con lo que se confirma la percepción que muchas veces tiene la sociedad de que las actividades culturales son prescindibles y de menor importancia que otras como la investigación, si bien el peso económico de las industrias culturales, tanto en términos de ocupación como de PIB, es mayor.
La motivación principal para que una empresa decida emprender algún tipo de alianza cultural es la responsabilidad social empresarial, que es citada por casi el 74% de las empresas que realizan patrocinio o mecenazgo. La reputación para la empresa y el posicionamiento de marca son los dos siguientes motivos más nombrados (55% y 41%).
El porcentaje relativamente bajo de empresas que realiza acciones de patrocinio y mecenazgo en el sector de la cultura pone de manifiesto el enorme potencial de crecimiento que todavía existe en el ámbito de la alianzas empresas-instituciones culturales. Asimismo se detecta la necesidad de que el sector público cree un entorno más favorecedor para el sector empresarial.