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Columna
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Hoteles de cinco estrellas rojas

Los turistas chinos son famosos por sus compras en el extranjero. La China corporativa sigue su ejemplo y los hoteles se están convirtiendo en los activos preferidos. Los compradores quieren reducir su exposición a un mercado nacional en plena ralentizacion y capturar el creciente flujo de dólares de los turistas.

La propuesta de adquisición de Strategic Hotels por 6.500 millones de dólares (5.800 millones de euros) realizada por Anbang Insurance es la última señal. La empresa que se hizo previamente con el icónico Waldorf Astoria de Nueva York se prepara ahora para sumar 17 hoteles estadounidenses más a su cartera.

Las compañías de seguros chinas tienen dinero y quieren diversificar sus carteras antes de que la envejecida población del país empiece a reclamar sus pólizas.

La Comisión Reguladora de Seguros de China permite a las aseguradoras que el 15% de sus activos de inversión estén en el extranjero, pero están muy lejos de alcanzar el límite. En 2014, las aseguradoras chinas habían invertido solo 13.400 millones de dólares, o un 0,8% de sus activos totales, en el sector inmobiliario, asegura KPMG. La mitad de ellos están en el extranjero.

Ser propietario de una gran cadena hotelera internacional podría dar a los grupos chinos una posición más fuerte en el mercado de turistas salientes. CLSA calcula que el turismo chino representará el 14% del total internacional en 2020, frente al 10% en 2015. Sin embargo, los miembros de la élite rica y en gran parte monolingüe de China se suelen sentir como ciudadanos de segunda clase cuando visitan los hoteles en Occidente. Los recepcionistas no hablan mandarín, los restaurantes sirven hamburguesas en lugar de fideos y el Feng-Shui de los baños horroriza a los huéspedes chinos.

Un propietario chino podría resultar más sensible a estos clientes. Sin embargo, los inversores de Japón y el Golfo también han estado previamente interesados en los hoteles occidentales, solo para sufrir una desalentadora rentabilidad. Los compradores chinos aún tienen que demostrar que el suyo es un check in a largo plazo.

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