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Liderazgo en un mundo VUCA

Joan Plans, colaborador académico del Departamento de Dirección de Personas y Organización de ESADE Business & Law School

“Vivimos en un mundo en el que es más difícil sobrevivir ahora que triunfar en el pasado”. El mundo ha entrado en una nueva normalidad donde casi nada es previsible, casi nada es lo que parece, las interrelaciones son extremadamente complejas y la velocidad a la que las cosas cambian se incrementa día a día. En un contexto como el descrito, es más que nunca necesario saber cómo liderar personas y equipos que nos garanticen sobrevivir y, si lo hacemos muy bien, incluso triunfar. En terminología acuñada en West Point vivimos un mundo VUCA, siglas correspondientes en su original inglés a volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. No me detendré en dar los ejemplos prototípicos de cada una de las acepciones anteriores, si el lector lo “guglea” a buen seguro encontrara cientos de páginas con los ejemplos pertinentes. No, aquí no les explicare en qué mundo viven, ustedes ya lo conocen y saben lo difícil que resulta, así que nos centraremos en cómo seguir adelante.Para empezar no todo son malas noticias, el VUCA negativo tiene un adversario formidable en forma de VUCA positivo. Hablamos de visión, entendimiento (understanding), claridad y agilidad. Este VUCA positivo contiene las claves para desarrollar herramientas prácticas para liderar en un entorno cambiante, instrumentos para despertar a los colaboradores a la realidad y ayudarles a surfear la ola del cambio.

Visión: Inspirar una visión compartida, hacia donde vamos, que sentido de propósito tenemos, creer en ello y alinear los esfuerzos del equipo en la dirección correcta. La fuerza de tener una visión compartida, de aunar a un grupo de personas en un equipo con un propósito claro y definido es fundamental para un tiempo de cambio acelerado. Sólo los que sepan a donde van tienen opciones de llegar. La demostración más palpable de ello es ver qué ocurre con lo que no tienen ese propósito. Y aquí hablar del equipo es fundamental, incluso Jesucristo necesito doce apóstoles para difundir su mensaje, los héroes solitarios pertenecen a otro paradigma que no volverá. Las herramientas para comunicar, convencer, inspirar han de estar presentes en la mochila de un líder que aspira triunfar en un mundo que se escora hacia un entorno SUPERVUCA.Entendimiento: Curiosidad para cuestionar el statu quo de la organización cada día, empatía para entender los miedos, deseos y esperanzas de las personas y mente abierta para explorar nuevos caminos. Peter Drucker en 1980 ya decía: “Una organización debe desafiar periódicamente cada producto, cada servicio, cada política, cada canal de distribución; para evitar ser rehenes de los eventos”, si eso era verdad hace más de treinta años, ahora es incluso una categoría superior de verdad. Cada día debemos preguntarnos si lo que seguimos haciendo mantiene su sentido, en un entorno que cambia con rapidez la inercia sencillamente puede matarte. Eso en primer lugar, en segundo lugar entender a las personas tanto las de dentro como las de fuera, un famoso marino decía que en medio de la tormenta el lugar al que era imprescindible mirar era a los ojos de tu tripulación y, finalmente, mente abierta para explorar otros caminos, mantener una mentalidad que sirvió en el pasado sin cuestionarla es el pasaporte a la extinción. Y todo ello puede y debe aprenderse.Claridad: Simplificar lo superfluo, ir a la esencia, intuición para confiar en tu experiencia internalizada y pensamiento sistémico para explorar los problemas desde una perspectiva holística. Si hasta aquí veíamos ciertas dificultades ahora es cuando el camino se hace más duro. La dificultad de ir a la esencia, de utilizar el conocimiento internalizado que supone la intuición cuando se nos ha enseñado a tomar decisiones ”racionales” implica desaprendizajes muy potentes y que son muy complicados de realizar. Si se cumplen estos dos primeros pasos acceder al pensamiento sistémico se convierte en un agradable paseo.Y por último, agilidad: Decidir con rapidez ante circunstancias cambiantes y si fallas aprovechar rápidamente la información resultante. Innova o muere, recuerda que el que deja de mejorar deja de ser bueno. Innovar no te garantiza el éxito, no hacerlo te condena en un plazo más o menos corto al fracaso. Y para acabar este punto debes aprender a potenciar la colaboración por encima de la jerarquía, un célebre director de orquesta decía que la clave de su trabajo como director era saber cuándo dejar de mover la batuta para que los músicos hicieran su trabajo; deja que la gente se una para hacer un buen trabajo.Trabajar cada uno de los aspectos que hemos citado en este breve texto requiere paciencia y esfuerzo, constancia y capacidad para reinventarse constantemente. Está claro que es difícil pero también interesante. Los chinos cuando quieren maldecir a alguien le dicen: Ojalá que vivas en tiempos interesantes, y éstos que vivimos, sin duda alguna, lo son.

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