“El español de a pie no entiende que se deba pagar por un servicio”
Pese a dedicarse a la decoración, la oficina de González-Barros luce sobria y vacía La emprendedora vendió su primer negocio, Niumba, a Tripadvisor
Sorprende entrar en las oficinas de una empresa de decoración y encontrarse con sus despachos vacíos y sus paredes despejadas. María José González-Barros, madrileña de nacimiento (1967) pero barcelonesa de adopción, es la fundadora y directora de EspacioDeco, y lo justifica con esta frase: “Sucede como con los teatros, la parte fea siempre está por dentro. Y nosotros vivimos en las casas que decoramos”.
La cantante de ópera que se hizo empresaria
Las grandes organizaciones no le gustan a esta empresaria. De hecho, cuando llegan las reuniones constantes y las cantidades ingentes de dinero, González-Barros se siente fuera de lugar. “Por eso sé que no voy a poder trabajar nunca en una empresa de más de 40 personas”, comenta esta emprendedora, que deja su futuro totalmente abierto.
Por el momento, su objetivo más inmediato es combinar su actual ocupación con la inmobiliaria. “Deberían ir de la mano. Cuando alguien se compra un piso, la siguiente reacción es decorar o amueblar el nuevo hogar”. Por eso tiene pensado ofrecer los servicios a inmobiliarias para que los compradores vean cómo puede quedar un piso decorado por uno u otro experto. “Sin olvidar nunca el precio, ya que el consumidor español busca siempre lo más barato”.
Aunque confiesa que a veces abre el ordenador desde casa para trabajar, procura reservar tiempo para su familia y todos los planes los intenta adaptar a sus tres hijos y su marido, quien le regaló una medalla, el único objeto que siempre le acompaña.
Cuenta González-Barros cómo su vocación de emprendedora le llegó siendo joven. Al mismo tiempo que estudiaba Administración de Empresas en la Universidad de Barcelona, cursó clases de canto, y la ópera es una de sus aficiones. “Con 18 años empecé a cantar en bodas. Mandé cartas a todas las iglesias de Barcelona para ofrecer mis servicios y trabajé de ello varios años”. Es, como explica, su forma de ver la vida y de moverse por el mundo. “Seguro que había mucha más gente que cantase mejor que yo, pero si no te vendes, nunca te van a coger”. Desde entonces, esta es una de sus máximas: “Concéntrate en aquello que haces bien y deja de lado aquello en lo que eres mediocre”.
Esta startup con sede en Madrid nació hace dos años impulsada por una idea que González-Barros desarrolló en su anterior negocio, del que también fue fundadora. “Yo vengo de Niumba, una compañía dedicada al alquiler de apartamentos vacacionales”. TripAdvisor compró esa firma en 2013 y un año más tarde González-Barros ya estaba vislumbrando su siguiente negocio. En su etapa en el sector turístico se dio cuenta de un pequeño detalle: las viviendas se alquilaban mucho mejor cuando estaban bien decoradas. Y de ahí surgió su nueva aventura. “Yo soy de empresa pequeña. Cuando llegan las largas reuniones y el crecimiento es cuando percibo que sobro”.
Hizo falta medio millón de euros de inversión y, tal y como reconoce, un poco de valentía. “Porque España estaba en los primeros puestos en el sector turístico pero, sin embargo, en la decoración estamos a la cola, por eso tiene muchas facetas y posibilidades que aún están por descubrir”. Así, la empresa ha desarrollado varias novedades: una prueba de estilo, para que el usuario sepa con un breve test cuáles son sus gustos o quiénes son los decoradores que más encajan con su personalidad, y un servicio online de decoración, para que los profesionales puedan realizar su trabajo desde la pantalla.
“Un decorador actúa un poco como psicólogo, va a verte y te aconseja. Pero si todo eso se puede hacer por internet, los costes se reducen enormemente. Y la gente entrará por ahí, ya que el español de a pie no entiende que haya que pagar por un servicio”, explica desde su despacho de trabajo. “Por eso, en las oficinas lo único que buscamos es el máximo de comodidad, y no lo estético, ya que solo somos un intermediario por el que los clientes no tienen que pasar. Además de por el concepto básico de la startup de ahorrar lo máximo en costes”.
Por el momento, en Espacio Deco trabajan con cerca de 2.000 decoradores, y González-Barros intenta ampliar la lista con continuas reuniones, “por eso suelo viajar a Barcelona, donde el sector está más avanzado que en Madrid”. Trabajan siete personas fijas y cerca de 20 colaboradores puntuales. “Nuestro objetivo es hacer llegar a la gente que no es necesario gastarse un dineral para poder decorar su vivienda. Nosotros lo hacemos por 99 euros, y además sale rentable porque obtenemos muchos descuentos al trabajar con varias empresas del sector”, cuenta esta empresaria, quien asegura que uno de los pilares de cualquier negocio tiene que ser la sinceridad, algo que transmite a su equipo férreamente. Eso y el respeto por el resto. “Nunca me voy a casa sin un e-mail sin contestar. Al otro lado de la pantalla hay alguien que no tiene por qué estar esperándome”, alega.
Pero lo que más valora González-Barros es el mundo empresarial en su esencia. “Detesto esa lucha que dicen que hay entre el ejecutivo y el empleado. Somos un equipo y cada cual pone su grano de arena”, afirma esta emprendedora que, aunque ama la decoración, lo que verdaderamente le gusta es trabajar en internet.