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Los ingresos se mantienen en línea con los obtenidos en 2014

¿Cuáles fueron las cotizadas que más facturaron en 2015?

La exposición a Latinoamérica frena la facturación El 63% de los ingresos de las cotizadas proceden del exterior

A diferencia de lo acontecido en años pasados, la facturación de las empresas españolas no ha experimentado variaciones. A falta de que publiquen siete empresas (Acciona, Acerinox, FCC, Grifols, Indra, Merlin Properties e Inditex) a cierre del 31 de diciembre las firmas del Ibex 35 habían obtenido unos ingresos de 386.700millones, un 2,3% más que el año pasado. Si se incluyen las presiones de las firmas que quedan por publicar sus cuentas, la facturación ascendería a 493.775,8 millones, un 0,2% por debajo de lo registrado en el mismo periodo del ejercicio anterior.

La razón de esta caída hay que buscarla en los descensos de los ingresos que experimentaron algunas entidades financieras, especialmente la banca doméstica, así como en las menores ventas de las empresas vinculadas a las materias primas como ArcelorMittal, que se ha visto afectada por el desplome de los precios en el conjunto de los últimos 12 meses.

Y es que el sector bancario no atraviesa su mejor momento pese a haber conseguido despejar las dudas sobre la solvencia. Las entidades se enfrentan a una nueva etapa en la que los bajos tipos de interés presionan los márgenes. Obtener ingresos en este entorno se antoja complicado ahora que la banca debe retornar a su negocio tradicional, basado en préstamos y depósitos. Pero una cosa es lo que deban hacer y otra muy diferente lo que acontece. Como vienen señalando desde diversas instituciones, las entidades tienen el reto de abrir el grifo del crédito. Una vez lo consigan, sus ingresos estarían en condiciones de experimentar una mejoría.

Con independencia de las particularidades del último ejercicio, lo que sí volvió a repetirse en 2015 es el esquema de negocio de las empresas que integran el selectivo. La vocación internacional es una de las características que viene definiendo a las grandes firmas españolas. De hecho, esto ha actuado como una especie de colchón en los momentos más complicados. Pero lo que en ocasiones ha sido el escudo, en otras puede convertirse en la principal amenaza. Y esto es lo que sucede por ejemplo con la exposición a Latinoamérica, mercado al que está orientado el negocio de grandes colosos como Telefónica oSantander. La presencia de las empresas españolas en un país como Brasil, que en los últimos meses ha visto cómo las agencias de rating han rebajado su calificación a bono basura, les ha pasado factura tanto en Bolsa como en sus resultados. No obstante, es precisamente en esta región del mundo donde se concentra la mayor parte de los ingresos que permiten compensar la demanda doméstica, que poco a poco comienza a recuperar parte del músculo perdido, pero a un ritmo más lento de lo que muchos desearían.

De las cotizadas que han segregado sus ingresos entre nacionales y extranjeros se vislumbra que 6 de cada 10 euros que recaudación procede de fuera de España. En concreto, la facturación foránea ascendió a 242.600 millones, un 8% más que en 2014. El crecimiento es potente, pero inferior al de otros años.

Entre las compañías cuyo nivel de internacionalización supera la media se encuentran Gamesa (el 91% de sus ingresos vienen del extranjero), Santander (87,7%), IAG (86%), ACS (83%), BBVA (74%), Telefónica (73,7%), Ferrovial(72%) y Mapfre (66,7%).

Después de los esfuerzos acometidos en ejercicios pasados por aumentar la diversificación de las empresas españolas, el margen para reducir su peso en España es cada vez más limitado. Los ingresos nacionales cayeron a 143.800 millones, frente a los 153.600 del pasado ejercicio.

Para los próximos meses, Álvaro García-Capelo, analista de XTB, cree que existen muchos frentes abiertos que podrían lastrar las expectativas de las mayores empresas a nivel mundial y “quizá con mayor incidencia a las compañías del Ibex”. Entre los focos de incertidumbre están algunos ya conocidos (China, Brasil o la crisis del crudo) y otros que acaban de salir a escena en las últimas semanas: el brexit. “La exposición de las empresas españolas al extranjero es muy alta y, si estos riesgos no se van superando, podremos pensar que el 2016 no será prometedor en cuanto a resultados”, señala el experto, que ve en la facturación el principal handicap para las cotizadas españolas.

Uno de los puntos fuertes con el que contaron las empresas españolas en 2015 fue el efecto del tipo de cambio. Es decir, la depreciación del euro frente al dólar fruto de la política monetaria del BCE. En el pasado ejercicio la moneda comunitaria bajó un 10% frente a la divisa estadounidense, favoreciendo así las exportaciones europeas, entre ellas las españolas. Este factor, que cobró protagonismo en los seis primeros meses del año, podría verse limitado en 2016. A diferencia de lo que ocurría hace dos meses, los expertos ven cada día más difícil alcanzar la igualdad del euro y el dólar. Aunque el BCE continuará con su política expansiva, al menos hasta marzo de 2017, la Reserva Federal podría hacer un alto en su camino en la subida de tipos.Si en diciembre los expertos descontaban entre tres y cuatro alzas este año, ahora los más optimistas reducen el número a una. Además, son muchos los que consideran que, si el dólar se fortalece, la Fed actuaría para evitar que pasara factura a su economía y empresas.

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