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El PSOE se reunirá con Podemos, IU y Compromís

Estas son las medidas económicas que acercan el PSOE a Podemos

El secretario económico de Podemos, Nacho Álvarez.
El secretario económico de Podemos, Nacho Álvarez.Juan Lázaro

El desarrollo de una política fiscal expansiva que acabe con la austeridad, la consolidación del Estado de bienestar y la aprobación de reformas estructurales son las grandes áreas de política económica sobre las que Podemos cree que puede haber convergencia con “las fuerzas de progreso, es decir, el PSOE, IU y Compromís”. Así lo ha explicitado este viernes el secretario económico de Podemos, Nacho Álvarez, en un encuentro organizado en el centro cultural madrileño La Morada. El responsable del área económica ha subrayado asimismo que una clara dificultad en buscar un acuerdo con el PSOE se registra, por el contrario, en lo que respecta al tratamiento de la deuda privada y pública. Al hacer hincapié en que no han empezado todavía las negociaciones entre la fuerza que lidera Pablo Iglesias y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, Álvarez ha insistido en que “en toda negociación hay cesiones de ambas partes para aproximar las propuestas respectivas”, y que “no hay líneas rojas, sino principios irrenunciables”, entre los que se encuentra la derogación de la reforma laboral.

“Ya todo el mundo señala que el cumplimiento del objetivo de déficit es inviable, imposible y no deseable; algo por lo que fuimos duramente criticados en el pasado, hoy es una cuestión de consenso entre los economistas de los cuatro grandes partidos del país”, afirma el secretario del área económica de Podemos. Disminuir el ritmo de reducción del déficit, según los cálculos de Álvarez, servirá para crear un margen en el que sentar una política fiscal expansiva.

Sánchez acepta una reunión entre PSOE, Podemos, IU y Compromís

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha aceptado que representantes de su partido participen en una reunión entre PSOE, Podemos, IU y Compromís para intentar negociar un acuerdo de investidura.

Sánchez ha enviado una carta al líder de IU, Alberto Garzón, promotor del encuentro a cuatro, en la que le muestra la disposición del PSOE a “pactar un programa para la investidura, que proyecte en la legislatura la acción de un gobierno progresista y reformista”. El secretario general del PSOE ha distribuido el escrito en su cuenta de la red social de Twitter, al que acompaña un mensaje: “Ahora más que nunca es importante el diálogo y el entendimiento”.

Sánchez ha dado su visto bueno a la cita un día después de que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, también aceptara la oferta de que los equipos negociadores de los cuatro partidos se sienten en una mesa con vistas a alcanzar un pacto.

En la carta, Sánchez comparte con Garzón “la coincidencia en la necesidad de mantener un proceso de diálogo para identificar políticas y propuestas compartidas que permitan la constitución de un gobierno progresista y reformista apoyado por distintas fuerzas políticas”. Sánchez asegura que la prioridad para el PSOE es “atender con urgencia la difícil situación en que viven millones de españoles y abrir una etapa de cambio para modernizar el país y cohesionarlo en torno a un proyecto común”. “Ésta será, sin duda, la prioridad del Gobierno que yo presida”, remarca el candidato socialista a la Moncloa, cuya primera sesión de investidura está fijada para el 2 de marzo.

En alusión al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, Sánchez asegura que mientras el PSOE y otros grupos están “trabajando intensamente, hay quien apuesta por que la situación de interinidad se prolongue, con el consiguiente perjuicio para la mayoría de los ciudadanos, o incluso prefieren la convocatoria de nuevas elecciones que llevarían hasta el mes de agosto la constitución de un nuevo gobierno”. “No es esa la actitud del PSOE. Queremos seguir hablando con todos los que apuestan por el cambio”, desea el secretario general.

Tras recordar que mañana sábado se cumplen dos meses desde que se celebrasen las elecciones generales, Sánchez insiste en que es preciso “un entendimiento entre distintas fuerzas políticas” que permita un gobierno alternativo al PP para poner en marcha políticas progresistas, especialmente, tras la renuncia de Rajoy a intentar la investidura. Esta meta es la que, según Sánchez, le llevó a enviar una propuesta de programa sobre la que está negociando con Ciudadanos, IU, Compromís, PNV y Coalición Canaria.

Podemos propone, en este sentido, un plan de expansión que aumente el gasto público en 24.000 millones de euros al año (96.000 millones en toda la legislatura), “al mismo ritmo que le caracterizaba entre 2000 y 2008”. Sin embargo, el modelo de gasto no debe ser, en palabras de Álvarez, “el que nos ha llevado a proyectos megalómanos como el aeropuerto de Castellón”, sino una mayor inversión en educación, sanidad, lucha contra la pobreza, y transición energética.

Otro punto sobre el que Podemos registra consenso “entre las fuerzas de progreso” es el fortalecimiento del Estado de bienestar. “Un plan de choque contra la pobreza lo ha propuesto el PSOE también”, recuerda Álvarez, quien añade que el planteamiento de la formación morada es “más generoso y costoso” y es muy parecido al plan de rentas que ya se aplica en el País Vasco: una renta garantizada para los hogares unipersonales hasta alcanzar el umbral de unos 650 euros al mes, que se incrementaría en un 35% por persona suplementaria y un 20% por una tercera y cuarta. Podemos propone también un complemento salarial para evitar la “trampa de la pobreza”, es decir, para que las personas que cobran la renta garantizada no se vean obligadas a escoger entre aceptar un salario superior a la renta y perder todos los subsidios o seguir cobrándolos.

Álvarez cifra en más de 10.000 millones al año –el 1% del PIB– el coste de este programa. “La propuesta del PSOE era bastante más timorata, pero todas las fuerzas progresistas constatamos la necesidad de acometer la lucha contra las desigualdades que han tenido un crecimiento rampante estos años”, afirma.

Revertir los recortes en los servicios fundamentales y en I+D+i en la primera parte de la legislatura, y en la segunda parte, “retomar la senda de convergencia en materia de gasto por habitante” es otro punto que propone Podemos en este ámbito, así como el desarrollo de la financiación a la ley de dependencia y al cuidado de los menores de cero a tres años.

Importantes grados de acuerdo son los que Álvarez ve con respecto a la derogación de la reforma laboral. El secretario del área económica subraya que es necesario dar también “un paso más” en este sentido y reintroducir una justificación para la contratación temporal. El secretario economico de la formación morada, sin embargo, no oculta la “gran dificultad” de acercar la postura del PSOE al planteamiento de Podemos en el ámbito fiscal: “nuestra propuesta introduce una mayor progresividad en el sistema fiscal, la de otras fuerzas plantea bajadas regresivas de impuestos; hay que elegir”.

Más complicado sería el acercamiento entre Podemos y PSOE, según Álvarez, si se llegara a poner sobre la mesa el tema de la reestructuración de la deuda. Existen, en sus palabras, siete millones de hipotecas suscritas por mileuristas que siguen pesando “como una losa” sobre su capacidad de gasto, con repercusiones sobre la demanda. Para paliar a esta situación, la secretaría económica de Podemos propone una convergencia entre el valor nominal de la hipoteca y el valor del activo inmobiliario en el mercado, en la misma línea de la reforma aprobada en Islandia. Para evitar un impacto excesivo sobre los balances bancarios que una medida de este tipo conlleva, Álvarez propone que se aplique solo a aquellos hogares con una renta inferior a tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), es decir, por debajo de 1.597 euros al mes. Para los demás, Podemos prevé aprobar la dación en pago con efectos retroactivos.

Respecto a la deuda pública, la formación morada quiere redefinir el memorando de entendimiento. El Gobierno ha empezado a devolver una pequeña parte de los 60.000 millones de euros que le debe a Bruselas, el resto deberá ser financiado a través de un impuesto de solidaridad a cargo de las entidades financieras que se han beneficiado, según afirma Álvarez, de “muchas más ayudas de las que se cree”. Con este impuesto, se devolverán, según los planes de Podemos, 5.000 euros al año durante ocho años, un plazo que permite hacer sostenible este reembolso. Los 20.000 euros restantes “serán a cargo del contribuyente”, porque representan la deuda de Bankia Marenostrum que, en palabras de Álvarez, deberá seguir siendo nacionalizada, mientras el acuerdo con Bruselas es volver a privatizarla en 2017.

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