Macrooperación de Hacienda contra las ventas en negro en la industria cárnica
Hacienda detecta programas informáticos para ocultar ventas durante los registros La operación afecta a empresas en Mercadamadrid y Mercabarna
La Agencia Tributaria puso en marcha entre el martes y el jueves de esta semana una macroperación contra el fraude fiscal en empresas del sector cárnico. Unos 300 funcionarios de Hacienda, con el apoyo de 45 efectivos policiales, irrumpieron en 73 empresas de toda España ante la sospecha de que estaban eludiendo el pago de impuestos. Los agentes tributarios entraron en el marco de la bautizada como operación Presunto en Mercamadrid y Mercabarna. Las empresas inspeccionadas suman 650 millones de facturación.
El elevado nivel de vida de algunos empresarios cárnicos levantó sospechas en Hacienda
Fuentes de Hacienda señalaron que durante los registros se detectaron softwares de doble uso, es decir, programas informáticos que se utilizan para ocultar pagos en efectivo y en negro. La operación ha derivado en inspecciones fiscales a 25 administradores unicos. En algunos casos, la Agencia Tributaria detectó que las ventas en efectivo de algunas de las empresas inspeccionadas alcanzaban el 94% del total.
El elevado nivel de vida de algunos empresarios cárnicos levantó sospechas en Hacienda. En un comunicado, la Agencia Tributaria destacó que los precios de venta al público de la carne habitualmente llegan a cuadruplicar o quintuplicar los generados en origen, lo que implica beneficios muy relevantes para el “negocio del sacrificio, despiece y procesamiento”. La industria cárnica cuenta con cerca de 3.000 sociedades en toda España. Hacienda detectó que en algunas empresas “las diferencias de precios no tenían un reflejo en los beneficios reconocidos en el impuesto sobre sociedades”.
El hecho de que algunas de las compañías presentaran unos márgenes de explotación en torno al 1%, muy por debajo de la media del sector, hizo saltar las alarmas de la Agencia Tributaria. De hecho, Hacienda destaca que nueve de las empresas inspeccionados declaraban “pérdidas sistemáticas”.
Según fuentes de la investigación, la información que la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) recaba desde 2012 por el embargo de cajas de seguridad de entidades bancarias ha sido clave para la operación. La obligación de declarar los bienes en el exterior también reveló indicios de fraude en algunos de los socios de las empresas afectadas por esta operación. En concreto, el fisco comprobó que el nivel de vida de empresarios cárnicos no correspondía con sus declaraciones tributarias. Hacienda señala que las compañías inspeccionadas abarcan toda la cadena productiva del sector, es decir, desde la compraventa de ganado hasta la venta al público de la carne procesada.
Aun así, el grueso de la operación se ha centrado en empresas mayoristas que vendían a pequeños comerciantes que tributaban por módulos. Este sistema ha sido históricamente criticado por los inspectores de Hacienda en la medida en que facilita la ocultación de la facturación. De hecho, las últimas medidas contra el fraude fiscal han limitado el acceso al sistema de módulos y cada vez más voces reclaman su total desaparición.
La Confederación de Organizaciones Empresariales del Sector Cárnico (Confecarne) defendió su compromiso con el cumplimiento tributario y destacó que las socieades afectadas son sólo 73 de un colectivo de casi 3.000 empresas.