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Emprendimiento corporativo: Inyecta energía en tu negocio (I)

Por Joan Riera, profesor de Innovación y Entrepreneurship Departamento de Estrategia y Dirección General de ESADE Business & Law School

Nadie duda que las dinámicas fundamentales de los negocios están cambiando. Los avances tecnológicos, la inter-conectividad global y los cambios en la sociedad son factores que contribuyen a crear un escenario inédito para cualquier organización. Las grandes corporaciones sufren una competencia muy intensa y se aproximan a límites de crecimiento debido a la saturación de los mercados. Mientras los consumidores convergen o se diferencian creando nichos de oportunidad, los mercados siguen inundados por productos y servicios tradicionales.Los modelos clásicos de economía, como la capitalista y de escala, se convierten en economías de ideas y redes. Al mismo tiempo, la velocidad de la innovación y el cambio aumenta, acelerándose la evolución del conjunto.

Ahora, más que nunca, surgen nuevas oportunidades para emprendedores y gerentes que poseen mentalidad innovadora, herramientas y conocimiento para convertir las ideas en negocios rentables.

La energía emprendedora no es solo esencial para empezar un negocio, sino también en las fases posteriores, cuando la compañía ya consolidada necesita desenvolverse en ambientes cambiantes e impredecibles. De hecho, las grandes compañías se enfrentan a un doble desafío que se convierte en vital para desarrollarse de manera saludable en este nuevo hábitat:

  1. Por una parte, es crucial la forma en la que atraen y retienen a los emprendedores. En el seno de una gran compañía también se denominan los “intraemprendedores”. Los emprendedores son muy proactivos y les gusta la libertad; los riesgos les motivan y les encanta la competitividad. Este perfil destaca por sus habilidades de liderazgo, su inagotable optimismo y, sobre todo, por su elevada energía, que contagia a aquellos afortunados que les rodean y que no sólo les hacen “vibrar”, sino que también les hace pensar y entrar en acción. Lamentablemente, en la mayoría de las grandes compañías, el carácter emprendedor no suele ser compatible con su ambiente laboral: estable, burócrata, con una lenta toma de decisiones, tiempos de reacción muy largos, presupuestos anuales rígidos, falta de flexibilidad o complejas estructuras jerárquicas. Como Steve Jobs afirmaba: “Es mejor ser pirata que unirse a la marina”.
  1. Por otra parte, el segundo desafío clave para las compañías asentadas es encontrar la manera de colaborar con emprendedores y empresas que experimentan un rápido crecimiento. Si estamos de acuerdo en que no son capaces de innovar a la velocidad requerida, necesitan capturar valor del entorno detectando oportunidades y colaborando con compañías que sean mucho más ágiles y flexibles. Es evidente que, en la actualidad, la innovación no puede depender exclusivamente de nuestra capacidad interna, porque el entorno evoluciona muchísimo más rápido, el conocimiento está disperso por el mundo y el mercado es global.

Continuará...

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