Rajoy eleva el tono ante ante el enroque de los socialistas
El PSOE planea ganar la investidura con el apyo de Podemos y PNV y la abstención de los minoritarios
La distancia entre los dos grandes partidos cada vez es mayor y las posibilidades de alcanzar un pacto de Gobierno menguan ante la negativa del PSOE. El presidente en funciones, Mariano Rajoy, elevó ayer el tono contra el líder del PSOE, Pedro Sánchez, a quien acusó de actuar desde “el sectarismo”. El secretario general del PSOE contraatacó y aseguró que Rajoy está “acorralado por la corrupción” y representa un proyecto político “agotado”.
Mientras el Rey Felipe VI continúa su ronda de contactos para proponer un candidato a la investidura, las formaciones políticas no muestran ningún tipo de acercamiento que permita presuponer que habrá en el corto plazo un mayoría para formar Gobierno. El Partido Popular (PP), que ganó las elecciones quedándose muy lejos de la mayoría absoluta, precisa necesariamente del PSOE para que su candidato Mariano Rajoy gane la investidura. Sin embargo, los socialistas no se han movido un ápice de su postura inicial de no apoyar bajo ningún concepto al PP. Rajoy advirtió ayer al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que “desde el sectarismo y la negación a hablar no se construye nada”.
Señaló que el líder socialista tendrá que explicar a los españoles por qué es capaz de hablar con todos los partidos, “incluidos con los que están en contra de las normas acordadas entre todos”, menos con el que ganó las elecciones. “No voy a decir nada más, creo que es suficiente”, apuntó Rajoy tras entregar los premios al Mérito Turístico 2015. Subrayó que va a “dar la batalla” para lograr un gobierno estable que sume a Ciudadanos y PSOE. Entre las tres formaciones alcanzan 253 de los 350 diputados que hay en el Congreso. El PP sostiene que se trata de una mayoría amplía que permitirá abordar reformas de calado y generaría confianza en la economía. De no darse este pacto, auguró que se va a “generar un problema”. “Y los españoles no tienen por qué soportar que todo el esfuerzo de estos años desaparezca de un plumazo”, concluyó.
Y mientras Rajoy acusó a Sánchez de encerrarse en el “sectarismo”, el líder socialista señaló que el presidente del Gobierno en funciones está “acorralado por la corrupción”. El secretario general del PSOE defendió que “la estabilidad sólo es buena si se utiliza para aplicar políticas en beneficio de la mayoría de los españoles”. “Y con el PP esto no es posible”, concluyó.
Durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, aseguró que los españoles quieren “cambio y pacto”. El PSOE insiste en que ahora es el PP quien debe intentar formar Gobierno y, en caso de que fracase, los socialistas buscarán una mayoría alternativa. Sin embargo, toda posibilidad para que Rajoy forme un Gobierno pasa por lograr el apoyo de los socialistas. El PSOE lo sabe y se mantiene firme ante las presiones que recibe del sector empresarial para que acepte formar parte de una gran coalición.
Ferraz ya ha empezado a hacer cálculos para analizar la viabilidad de formar un Gobierno alternativo. Sánchez aseguró que no buscaría el apoyo de partidos independentistas como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Una de las posibilidades sería formar un Gobierno con el beneplácito de Podemos y Ciudadanos, sin embargo, la formación naranja no acepta tal pacto y ya ha avanzado que votará en contra de un Gobierno en el que participe Podemos.
El PP ya huele la jugada del PSOE
Sánchez busca otras vías de salida y en los últimos días ha hablado con el presidente del PNV, Andoni Ortúzar, para tantear un posible apoyo del PNV. PSOE, Podemos y PNV suman 165 escaños, cifra que supera a PP y Ciudadanos que, entre ambos, alcanzan 163. Es decir, Sánchez podría ganar una hipotética investidura si lograra el apoyo de PNV y Podemos y la abstención del resto de partidos minoritarios.
El ministro de Sanidad y presidente del PP del País Vasco, Alfonso Alonso, consciente de esta posibilidad, recomendó al PNV huir de la “radicalidad” que supondría apoyar la investidura de Pedro Sánchez y le tendió la mano para sumarse a un pacto de “amplia base” en torno al Partido Popular. El líder del PP vasco afirmó que apoyar a Sánchez significa aliarse con Podemos, que “es la radicalidad también en Euskadi”, por lo que, en el caso de entrar en ese pacto, el PNV abandonaría “a los sectores moderados” y “entregaría a los vascos a la suerte de la radicalidad”. El ministro insistió en que Euskadi “viaja en el mismo barco” que el resto de España, por lo que también en el País Vasco está en juego “la recuperación económica” y la “estabilidad”.
Fuentes de Ciudadanos reconocieron ayer que ven “difícil” que pueda gobernar Mariano Rajoy y consideraron que podría salir adelante la investidura de Pedro Sánchez con el apoyo de Podemos y PNV, la abstención del resto de fuerzas y el voto en contra del propio C’s y del PP. De hecho, la formación naranja señala que los últimos pasos del PSOE reflejan esta estrategia. La cesión, por ejemplo, de dos diputados del PSOE tanto a ERC como a Democràcia i Llibertat en el Senado es “evidente” que va en esa dirección. Un movimiento que ha provocado críticas dentro del PSOE en Extremadura o Andalucía.