El toro italiano que creció en la carretera
Ferruccio Lamborghini, un cliente de Ferrari descontento, decidió crear la marca que ha fabricado algunos de los coches más espectaculares de la historia.
Toda gran marca que se precie necesita su antítesis. Ese rival que intenta cuestionar su liderazgo en el mercado o, al menos, atraer a un buen puñado de clientes, vendiéndoles un producto parecido, pero con personalidad propia. La automoción es escenario de este tipo de rivalidades, en tanto la conducción, para los más puristas, tiene un importante sentido emocional. Allá por 1963, un empresario italiano de éxito, uno de esos puristas de la velocidad, decidió crear una marca de automóviles que compitiese con Ferrari. Ese hombre se llamaba Ferruccio Lamborghini, y creó uno de los iconos más importantes de la historia de la automoción deportiva.
Cronología
1946. Finalizada la SegundaGuerra Mundial, Ferruccio Lamborghini adquiere vehículos usados del Ejército italiano para reciclarlos como tractores y maquinaria agrícola. Dos años después, funda Lamborghini Trattori, que en la década de los cincuenta sería el principal fabricante de este tipo de máquinas.
1963. Después de unas malas experiencias con sus Ferrari, y de un enfrentamiento verbal con Enzo Ferrari, Ferruccio Lamborghini decide crear su propia marca:Automobili Lamborghini. El primer modelo es el 350 GTV, que presenta en el salón del automóvil de Turín.l 1965. Lamborghini presenta en el salón de Turín de ese año un chasis revolucionario, con el motor en la zona trasera y muy ligero. Su éxito lleva a diseñar un nuevo modelo sobre él. Resultado del diseño de Nuccio Bertone y Marcello Gandini nace el Miura.
1972. Lamborghini entra en crisis, y su dueño decide vender el 51% de la propiedad al empresario suizo Georges-Henry Rosetti, aunque se mantendría en la gestión. Un año después, Ferruccio Lamborghini vende el 49% restante y se retira de la empresa.l 1980. Un juzgado declara la quiebra de Lamborghini, que pasa a ser gestionado por un administrador judicial. Desde entonces, y hasta 1997, cambia de propiedad hasta cuatro veces:Mimram, Chrysler, MotorTec y Volkswagen.
1993. Fallece Ferruccio Lamborghini a la edad de 77 años.l 1997. Volkswagen se hace con la empresa, encuadrándola en la división de Audi. Desde 2005, su consejero delegado es el alemán Stephan Winkelmann.
2003. Sale a la venta el Gallardo, un modelo más compacto y asequible, que bate todos los récords de ventas de la marca.
Don Ferruccio, en aquella época, ya era un hombre rico. No hizo fortuna con los coches, sino con tractores. Era hijo de campesinos, y ni siquiera terminó la escuela primaria. Pero ya desde joven poseía una gran afición por la mecánica. Comenzó en un taller de reparación de vehículos militares, en Bolonia, y en la II Guerra Mundial fue contratado por el Ejército para trabajar en uno de sus talleres.
Finalizado el conflicto, en 1946, Lamborghini identificó una importante oportunidad de negocio en el mundo agrícola, y aprovechó su experiencia arreglando maquinaria pesada. Compró algunos de los vehículos más desgastados por la guerra y los convirtió en tractores y maquinaria para la agricultura. Era 1948, y fundó Lamborghini Trattori. Poco después ya podía fabricar sus propios tractores, y en la década siguiente se consolidó como el principal fabricante industrial en el sector agrícola.
Esto permitió a Ferruccio acumular una importante fortuna. Como suele decirse, dinero llama dinero, y el empresario tenía todos los recursos para dar rienda suelta a una de sus grandes aficiones:los coches. En aquellos años, Ferrari era la absoluta referencia, más aún en Italia, y había fabricado el que se considera uno de los modelos más bellos, no solo de su historia, sino de toda la automoción:el Ferrari 250 GTO. Lamborghini, ya en la frontera de los 50 años, se lo compró, y le siguieron más modelos. Pero llegaron los problemas. Las averías en los embragues de sus Ferrari empezaban a ser recurrentes, y la paciencia de Lamborghini se agotaba. Le molestaba tener que trasladarse con tanta frecuencia a Maranello, la sede de Ferrari, y gastarse grandes cantidades de dinero en reparaciones impropias de una marca con su reputación. Cansado, desmontó uno de sus Ferrari averiados en uno de sus talleres, y descubrió algo que terminó por enfurecerle:el embrague del Ferrari era similar al de sus tractores.
Fue al encuentro de Enzo Ferrari, el mítico fundador de la marca del Cavallino Rampante, y le espetó:“¡Me he gastado una fortuna en coches que están hechos con piezas de mis tractores!”. A lo que Ferrari, ofendido, le respondió:“Los coches son perfectos. Quizá el problema es que usted está capacitado para conducir tractores y no un Ferrari”.
Era 1963, y Lamborghini tomó la gran decisión,fabricar un coche deportivo que rivalizara con Ferrari, siguiendo lo que él consideraba que debía ser un automóvil deportivo: altas prestaciones mecánicas, unidas a un buen rendimiento en la carretera y un cuidado al detalle del equipamiento interior, algo que, según él, Ferrari también descuidaba.
Adquirió unos terrenos en Sant’Agata Bolognese, a 25 kilómetros de Bolonia, donde aún hoy se sitúa la sede central de la marca. Allí levanto una moderna fábrica, ágil y funcional para los cánones de la época, y las oficinas las instaló junto a ella para poder supervisar todos los procesos. Se rodeó de los mejores especialistas en mecánica e ingeniería, y en noviembre de 1963, en el salón del Automóvil de Turín, presentó su primer modelo:el 350 GTV. De él se fabricaron 120 unidades. Pero el primer gran hito de la marca llegaría en 1965.
En el salón de Turín de ese año, Lamborghini presentó un chasis, sin carrocería, de gran ligereza en el que el motor se ubicaba en la parte trasera. Su éxito le obligó a darle forma definitiva. Del diseño se encargaron Nuccio Bertone y Marcello Gandini, y surgió el Miura, uno de sus modelos más bellos, pionero en lo que hoy se conoce como cupés deportivos, y el primero con nombre taurino, referido a la histórica ganadería española. Lamborghini era un enamorado de la tauromaquia, como probaba el hecho de que el logotipo de los tractores ya era un toro.
Así, nacieron modelos como el Islero, que recordaba al astado que mató a Manolete; el Espada, el Urraco, como se conocen a los toros de pelo blanco y negro; o los modernos Murciélago, un toro de Miura indultado en el siglo XIX, y Aventador, otro toro de lidia que ganó varios premios.
Pero si hay que destacar, además del Miura, dos modelos históricos, esos son el Countach y el Gallardo. El primero estuvo a la venta entre 1974 y 1990, y su diseño fue absolutamente vanguardista. Sus dos puertas se abrían en vertical, y todos sus elementos parecían extraídos de una nave espacial. De él se fabricaron 2.000 unidades, y sus pósters inundaron habitaciones y carpetas. Su nombre, por cierto, no tiene relación con la tauromaquia. “Countach” es una exclamación que indica estupefacción en un dialecto piamontés, y se dice que fue lo que dijo Bertone al ver el prototipo.
Un purasangre latino con motor alemán
La propiedad de Lamborghini ha estado llena de vaivenes. Ferruccio Lamborghini decidió vender en 1972 el 51% de sus títulos a Georges-Henri Rossetti, un empresario suizo. La automovilística empezaba a tener problemas financieros, que se agravaron con la crisis del petróleo. En 1973, Ferruccio vendió el otro 49% a René Leime, amigo de Rossetti. La situación no mejoró y la empresa declaró la bancarrota en 1980.
Esta pasó a ser administrada judicialmente, y un año después, los hermanos Mimram se haría con ella, pero en sus seis años a cargo tampoco lograron remontar la situación. Sí consiguieron venderla a un gran fabricante:Chrysler, que invirtió importantes cantidades de dinero en el desarrollo de nuevos modelos, pero tampoco logró convertirla en una marca rentable. La vendió a la empresa indonesia MegaTec, que sí pudo reactivar sus ventas, pero la crisis financiera enAsia de 1997 provocó su venta a la alemana Volkswagen. Allí se encuadró en el grupo Audi, y ha disfrutado de la mayor estabilidad, y éxito, de su historia, aunando su carácter italiano en la estética y el buen hacer mecánico alemán.
El otro es el Gallardo. Lanzado en 2003, estuvo en el mercado hasta 2013. Quizá no sea el más impactante, pero es el más exitoso de la historia de Lamborghini. De él se vendieron más de 14.000 unidades, y antes de su aparición, la marca fabricaba en torno a 200 coches al año. Después, superó las 2.000. Siguen siendo cifras lejanas a las que maneja Ferrari. Pero Ferruccio consiguió que todos los cuellos se giren al ver pasar un Lamborghini.